Sin anormalidades comenzaron los comicios en la República Bolivariana de Venezuela, según anunciaron las autoridades. Unos 19,5 millones de venezolanos y venezolanas están habilitados para emitir su voto con el que se renovará la totalidad de la cámara legislativa, la Asamblea Nacional.
Domingo 6 de diciembre de 2015
La mayoría de las encuestas vaticinan un triunfo de la derecha, organizada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). La causa principal es la precaria situación económica y las continuas devaluaciones, inflación de dos dígitos y escases de productos. Sin embargo en el último mes el oficialismo representado por el Gran Polo Patriótico (GPP) redujo en 11 puntos la diferencia en intensión de votos. Por otra parte,el complejo sistema electoral venezolano, con diputados nominales y por lista, podría distorsionar en parte la intención del electorado.
Es por eso que no está dicha la última palabra y hay gran expectativa por los resultados. La derecha venezolana y continental, fortalecida por el reciente triunfo de Mauricio Macri en Argentina, viene festejando por anticipado apoyándose en la mayoría de las encuestas. Sería la segunda elección que perdería el chavismo de una veintena que se realizaron en estos 16 años que está en el gobierno. De imponerse la MUD y obtener la mayoría simple (84 diputados), la Asamblea Nacional que hoy controla el oficialismo pasaría a manos de la oposición por primera vez desde la formación de este cuerpo legislativo unicameral implantado con la Constitución de 1999.
El gobierno de Nicolás Maduro quedaría muy condicionado en ese escenario en el marco de la ya compleja situación económica y social que debe manejar. La oposición podría aprobar el presupuesto nacional, créditos adicionales, investigar e interpelar a funcionarios públicos (entre ellos al presidente de la República) o aprobar una ley de amnistía para quienes consideran "presos políticos" entre los que se encuentra el emblemático caso del derechista Leopoldo López preso hace más de un año, entre otras atribuciones.
También existe la posibilidad de que gane la mayoría Calificada de tres quintos (100 diputados) con lo que también podría aprobar leyes habilitantes, y hasta la de dos tercios (111 diputados) que la habilitaría a convocar una Asamblea Constituyente, remover funcionarios del Tribunal Supremo de Justicia, y modificar leyes orgánicas.
Hay mucho en juego en estas elecciones tanto para Venezuela como para toda Suramérica cuyos gobiernos atraviesan un claro giro político a la derecha. Gane quien gane, el año próximo intentarán descargar el costo de la crisis sobre los trabajadores y el pueblo, al igual que en Argentina o en Brasil donde es el Partido de Trabajadores de Lula da Silva y Dilma Rousseff el que viene aplicando el ajuste y sólo en 2015, la desocupación trepó del 4% al 8%.
En este sentido, laLiga de Trabajadores por el Socialismo emitió su posición políticapor el voto nulo frente a la total ausencia de una alternativa electoral clasista que exprese la independencia política de los trabajadores.