Martes 3 de marzo de 2015
Ayer lunes, con algo de lluvia y con "normalidad” comenzaron las clases en la provincia de Mendoza. Luego de tres semanas de reuniones paritarias, el gobierno de Paco Perez y la burocracia Celeste del SUTE terminaron cerrando un acuerdo. Hicieron lo mismo los gobiernos y sindicatos docentes de 18 provincias, sólo Santa Fe, Santa Cruz, Entre Ríos, Chaco, La Rioja y Tierra del Fuego comienzan el año con medidas de fuerza. Es que el año electoral apremia, en algunas provincias ya se vino encima, como en Mendoza, en otras está a punto de empezar.
Pero, ¿la propuesta del gobernador Pérez realmente convenció en las escuelas? Claramente no. La amplísima mayoría de los trabajadores de la educación consideró como insuficiente la propuesta de llevar el cargo de una maestra con 10 años de antigüedad a $7800, y dejar a los compañeros que recién se inician con un aumento de sólo el 28%, menor que el del año pasado.
Con más del 70% de los trabajadores de la educación de Mendoza pronunciándose por el rechazo a la propuesta del gobierno, a la burocracia celeste no le tembló el pulso para hacer fraude en Las Heras –no reconociendo el resultado de la votación que dio rechazo- y aplicar la “máquina de votar” –decenas de rentados del secretariado provincial que junto a los “delegados” de organismos y dependencias de la DGE que votan a la par que un delegado de escuela- en el Plenario Provincial de San Martín, que finalmente aprobó el acuerdo. La bronca de los trabajadores que vieron alterado su mandato no se hizo esperar y el mismo día en que la burocracia aprobaba con fraude el acuerdo paritario, la oposición docente salió a la calle en una nutrida convocatoria en el KM0 de la ciudad de Mendoza.
El acuerdo que cerró la burocracia del SUTE con el gobierno, a contramano de la voluntad de la mayoría de sus representados, no dice nada de la situación edilicia de las escuelas, con techos que se caen, cloacas colapsadas, falta de aulas, suspensiones de clases por falta de agua, falta de material didáctico, etc. No dice nada de la falta de presupuesto para funcionamiento de las escuelas, lo que lleva a que muchas escuelas tengan que vender su producción –en el caso de las técnicas- para autofinanciarse, o cobrar a los padres por los trámites administrativos, o directamente establecer convenios con empresas en busca de financiamiento. No dice nada de la necesidad de contar con los comedores escolares y trabajadores que los atiendan durante todo el año. No dice nada de la situación de precarización laboral de los trabajadores de SEOS. No dice nada de lo que se nos adeuda como las zonas asignadas pero no abonadas, los retroactivos, etc. No dice nada de la altísima incidencia de los planes que precarizan nuestro trabajo.
Por todo esto, desde la oposición docente, que cuenta con la seccional Godoy Cruz recuperada se votó participar el próximo sábado 7 de la Contramarcha del Carrusel, como trabajadores de la educación haciendo oír nuestros reclamos contra el gobierno que nos obliga a vivir con salarios muy por debajo de la canasta familiar y contra la burocracia sindical del SUTE que mediante el fraude cerró un acuerdo que nadie quería.