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Red Internacional
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NO A LA BAJA DE LA IMPUTABILIDAD. "Como trabajadores de la niñez no podemos dejar avanzar la criminalización de los pibes"

Trabajadoras y trabajadores de niñez y adolescencia repudiamos el intento de avance represivo y punitivista que pretende bajar la edad de imputabilidad. No hay negociación con el futuro de una generación.

Miércoles 9 de diciembre de 2020 20:16

En un momento donde se profundiza una crisis social en el país, los abanderados del punitivismo y la mano dura apuntan nuevamente contra los sectores más vulnerables y golpeados por el ajuste. Sumándose a la lista de las y los jubilados, ahora quieren tratar nuevamente un proyecto que Juntos por el Cambio desempolva: la baja de la edad de imputabilidad a 15 años.

Sergio Berni en declaraciones radiales dijo: “No hay ninguna duda de que hay que bajar la edad de imputabilidad”. Acto seguido afirmó su política de mano dura, siendo consecuente con la represión a las familias de Guernica hace semanas atrás: “Yo trato de ser coherente entre lo que digo y hago”. Sin dudas eso es así, balas y cárcel para los jóvenes, es la respuesta de siempre.

Pero la demagogia punitivista sumo inmediatamente adeptos, como Patricia Bullrich , el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y el mismísimo Massa que recordemos quería bajar la edad a 14 años y la lista es extensa.

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En un país donde 7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes se encuentran por debajo de la línea de pobreza, la decisión política del estado es criminalizarlos/as y reprimirlos/as. Son los/as jóvenes en los barrios los/as que viven cotidianamente el hostigamiento policial, ellos/as y sus familias. Sobre ellos/as golpea la pobreza y la indigencia. Es completamente inaceptable y perverso que el estado no tenga en su agenda una sola medida para abordar los problemas estructurales con los que cuenta esta generación. Responsabilidad de todos los gobiernos por décadas, cuya salida ha sido y es: balas, cárcel, persecución, mayor ajuste. Una guerra contra la juventud.

Las políticas y programas que desde el estado intentan abordar estas problemáticas, no contemplan hasta el final las realidades de los barrios y sus familias. No piensan a estos sectores sin criminalizarlos, sin etiquetarlos, sin ubicar a la pobreza en relación directa con el delito. Somos las y los trabajadores que día a día ponemos el cuerpo a un sistema de niñez y adolescencia que pretende ser meramente asistencialista, y nosotros sabemos que el camino no es ese. El único camino para que su plan no progrese es pelear por una alternativa e invertir las prioridades. Mientras se destinan millones de dólares a una deuda ilegitima con el FMI, y se benefician a los mismo especuladores de siempre y a los que fugaron el dinero del país, intentan ahora profundizar un ajuste y liquidar una generación.

Los trabajadores y trabajadoras que participamos del Equipo Técnico de Niñez y Adolescencia estuvimos acompañando a las familias de Guernica desde el día uno, brindando solidaridad y poniendo nuestros conocimientos y experiencias al servicio de su demanda por vivienda digna y trabajamos cotidianamente día a día con estos/as jóvenes a los/as que se le quiere robar el futuro.

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La emergencia es otra; hay que discutir un plan que contemple a este sector golpeado, que se organiza y no desea ser pisoteado. Hay que acabar con la precarización laboral y la desocupación, que haya planes de viviendas dignas; urbanizar todas las villas y barrios populares. Aumentar el presupuesto para la educación pública y asegurar vacantes en todas las escuelas del país garantizando becas de estudio y boleto estudiantil.

Nosotros y nosotras, los trabajadores de la niñez y la adolescencia no podemos mirar para un costado ante este avance de la criminalización a los y las jóvenes, porque no existe grieta entre oposición y oficialismo a la hora de querer dar una salida represiva y punitivista a la realidad de las y los jóvenes.