Ante la falta de respuestas suficientes por parte del Gobierno de Córdoba, la situación en los barrios y los sectores populares se torna cada vez más crítica. La solidaridad de las organizaciones dice presente, pero se necesita la presencia del Estado para cubrir las necesidades básicas alimentarias y de higiene.
Guillermo Torrent Asesor legislativo FIT - Córdoba @Guillotadas
Lunes 23 de marzo de 2020 16:39
En las barriadas de Córdoba se vive con preocupación adicional la pandemia del Coronavirus y la cuarentena derivada de ella. A la situación de hacinamiento que viven centenares de miles de personas en la provincia, se suma que muchas de ellas son parte de una economía informal que vive día a día.
Si bien se mantienen abiertos los comedores del PAICOR en las escuelas, así como distintos comedores y copas de leche de las organizaciones populares (con la gente retirando las porciones y llevándolas a su hogar), la situación se está convirtiendo en critica.
Por lo general, como señalan desde estas organizaciones, la comida que se reparte, en momentos “normales”, mediante la organización solidaria sirve como complemento para familias que tienen algún rebusque o changa.
Ahora miles de estas personas están imposibilitados de salir y poder complementar los ingresos familiares. Desde la FOL (Frente de Organizaciones en Lucha) señalaron que “El gobierno de la provincia está cumpliendo formalmente, actúan como si estuviera todo igual, nosotros lográbamos mediante distintas iniciativas fortalecer los aportes, pero ahora pasa a ser insuficiente. No hay hasta ahora políticas adecuadas para medidas preventivas en situación de emergencia”. También señalan que la única directiva que se dio desde el Estado para esta situación es la cuarentena.
El monto mensual que otorga el Estado provincial por comedor es de 30 mil pesos (no llega a la canasta básica), cuando son lugares donde asisten centenares de chicos diariamente. La única modificación que hizo el Estado, a través del Programa de Comedores y Copas de Leche, fue la de autorizar a que con esos 30 mil pesos puedan comprar artículos de limpieza como lavandina y alcohol en gel. Estos productos deberían ser repartidos masivamente en los sectores más empobrecidos. Mientras movilizan decenas de policías a estos barrios, obligan a estos sectores a elegir entre comer o las medidas preventivas. Según señalaron dirigentes de la CTEP, cuando se pusieron a disposición para colaborar con el reparto y la ayuda, la respuesta oficial fue que “de eso se encarga la policía y el ejército”.
En tanto, el Encuentro de Organizaciones (EO) denuncia faltante de alimentos en 50 comedores comunitarios. También el faltante de “elementos de higiene y limpieza para garantizar estándares de prevención básicos”.
La solidaridad obrera y popular se manifiesta en que los talleres textiles de la FOL comenzaron con la fabricación de barbijos para la distribución masiva. Este ejemplo demuestra que, lejos de lo que quieren instalar los medios masivos de comunicación, existe una profunda conciencia en el pueblo sobre la gravedad de la crisis. Más aún en los sectores más empobrecidos que, desde hace años, sufren un sistema de salud público que esta desguazado.
También desde la FOL y otras organizaciones se denunció que no se realizaron, o se retrasaron en muchos casos los pagos, a las cuadrillas que hicieron refacciones a las escuelas. Por otro lado, desde el Gobierno provincial se adeuda el pago por la confección de decenas de miles de mochilas que estaban en proceso de distribución. Según explicaron la discusión increíblemente está en que entre los ministerios de Educación y el de Desarrollo Social se desentienden sobre de qué partida presupuestaria debería salir la orden de pago.
Tampoco, a 20 días del primer caso de coronavirus en el país, se tienen previsiones sobre si va a existir un subsidio universal para aquellos que no cuentan con ingresos fijos, o va a ser mediante el empadronamiento que realicen de las organizaciones. Este subsidio seria de 5 mil pesos, por cuatro meses, y seria para aquellos que no reciben ningún otro tipo de plan o ayuda.
La situación en los barrios cordobeses es crítica, al temor por el contagio del coronavirus, se suman la incertidumbre económica y el hacinamiento. La presencia policial con la excusa de la ayuda o el control de la cuarentena, puede volverse rápidamente en un elemento represivo, como hicieron también en democracia, en sobradas ocasiones, las fuerzas de seguridad.
Dejamos para quienes puedan colaborar los números de referentes del EO y la FOL que solicitan ayuda, ya sea con alimentos, elementos de limpieza, alcohol en gel, para que se comuniquen
EO:
Eugenia 3512154446
Lisandro 3512001149
Nora 3513091706
FOL:
Maxi 3517179228
Ayle 3512463693