Asunción de Biden en Estados Unidos, Salvador Cienfuegos, migración y adiós a Trump en la mañanera.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 20 de enero de 2021
Hoy, necesariamente, parte de los temas abordados en la mañanera fue la toma de posesión de Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos.
Sobre el tema, López Obrador deseó que todo salga muy bien y que la ceremonia se lleve a cabo con tranquilidad, con paz, y que sea para bien de Estados Unidos.
Asimismo, se refirió a los tres principales planteamientos de Biden: atención inmediata a la pandemia; reactivación de la economía, lo que implica que se destinen fondos, lo cual “nos beneficia” por la integración económica; y plan migratorio.
Sobre el plan migratorio, recordó una carta que le entregó en 2012 a Joe Biden, entonces vicepresidente de Barack Obama, en donde le planteaba un plan de desarrollo conjunto como vía para evitar la migración.
En palabras de AMLO, su administración ha estado planteando que se debe regularizar a nuestros paisanos que llevan años trabajando en ese país, lo cual debe complementarse con el apoyo a países de Centroamérica y al sur-sureste de México para enfrentar el fenómeno migratorio “con desarrollo y bienestar”.
En contraste, recordemos los servicios prestados por la 4T al gobierno de Trump en materia de deportación, desde Estados Unidos, de personas mexicanas y de otras nacionalidades; actuando en los hechos como “tercer país seguro” para migrantes que esperan la resolución de sus peticiones de asilo; y por supuesto poniendo a la Guardia Nacional a perseguir e impedir el paso a las familias migrantes, como hace justo ahora blindando la frontera sur ante a la caravana provenientes de Honduras.
También como parte de la relación México-Estados Unidos, se preguntó al presidente sobre las declaraciones del fiscal general, Gertz Manero, respecto a llevar el caso del general Salvador Cienfuegos a instancias internacionales. Sobre ello, el mandatario continuó mostrando su acuerdo y su respaldo a la decisión de la FGR de no ejercer acción penal contra el ex secretario de la Defensa Nacional, pues sostiene que no hay pruebas, y que para demostrarlo se dio a conocer el expediente.
Como ya es costumbre, AMLO aprovechó el tema para ensalzar a las fuerzas armadas y retomar su discurso de “pueblo uniformado” y de ejército con origen en la Revolución mexicana, esto como parte de su cruzada por relegitimar al cuestionado Ejército y a la Marina –y por extensión a la Guardia Nacional- por sus múltiples violaciones a derechos humanos, participaciones en masacres, asociación con el narco, etc.
Para ello, trató incluso de hacer pasar como representativa una cifra que no refleja más que la opinión de los empresarios, las iglesias, las instituciones gubernamentales y el “ámbito educativo”, entre quienes la SEDENA y la Marina tienen un 80% de aceptación.
Para López Obrador, recomponer la imagen de las fuerzas armadas –y como parte de ello afirmar la inocencia de Cienfuegos- es fundamental no sólo por tratarse de pilares del Estado, sino por la importancia que vienen cobrando a partir de la política del gobierno de continuar y profundizar la militarización del país, lo cual busca naturalizarse mediante la aparición pública frecuente de los secretarios de la Defensa, la Marina y el jefe de la Guardia Nacional, como ocurre con sus informes de seguridad en las mañaneras, que en buena medida son informes del estado de la militarización.
De vuelta a la relación con Estados Unidos, Obrador dijo que “fue buena la relación con Trump” y que fueron pocos los desencuentros y las diferencias. Sin embargo, hizo referencia a “la decisión unilateral de querer imponer aranceles, eso fue lo más complicado en toda la relación con el presidente Trump”, aunque “afortunadamente se llegó a un acuerdo y se resolvió el problema”. Convenientemente, por supuesto, el presidente omitió que el “acuerdo” fue la militarización de las fronteras mexicanas, particularmente mediante la Guardia Nacional, para cerrar el paso a las y los migrantes provenientes de Centroamérica en su camino a Estados Unidos.
No obstante, el mandatario aseguró que con Trump hubo “respeto a nuestra soberanía” y se refirió a cosas “favorables” para México, como la firma del TMEC, o cuando el gobierno de Estados Unidos asumió la reducción de la producción petrolera que se le proponía a México para contener la caída en los precios del petróleo.
Sobre el tema, añadió un agradecimiento al presidente Trump “por la forma como nos trató”, y concluyó planteando que no tiene ninguna duda, que está tranquilo y optimista, “porque va a ser muy buena la relación con el presidente Biden”.