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Red Internacional
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Congreso Nacional. Con apoyo del PJ y represión, Diputados dio media sanción al presupuesto de Macri y el FMI

Con 138 votos a favor y 103 en contra, se dio media sanción al Presupuesto. Fue clave el papel del peronismo para la aprobación. Fuera del Congreso hubo una dura represión, con decenas de detenidos y heridos. La CGT se borró y los gremios cercanos al kirchnerismo movilizaron muy por debajo de sus posibilidades.

Jueves 25 de octubre de 2018

Esta madrugada, pasada las 5.30 h, la Cámara de Diputados de la nación dio media sanción al proyecto de Presupuesto 2019. La votación repitió la imagen de los últimos dos años y medio: un sector del peronismo aportando votos a favor y abstenciones. Una vez más, como ocurrió en toda la era Cambiemos, el PJ fue fundamental para garantizar una norma de ajuste contra el conjunto del pueblo trabajador.

Durante la jornada también tuvo lugar una dura represión que se extendió a varias cuadras del Congreso, continuando más tarde en una de las comisarías donde estaban detenidos trabajadores e integrantes de diversas organizaciones.

La represión debe entenderse en el marco de un objetivo político claro: Cambiemos quiere dar una señal a la cúpula del FMI, quiere demostrar que avanza en el camino de un ajuste que privilegia los intereses del gran capital financiero internacional en detrimento de la salud y la educación de la población trabajadora argentina.

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La movilización, aunque importante, estuvo muy lejos de las posibilidades reales de muchos de sus convocantes. Como denunció el diputado Nicolás del Caño (PTS-FIT) los sindicatos que pusieron todas sus fuerzas para peregrinar a la basílica de Luján no lo hicieron para que este miércoles hubiera cientos de miles de personas en las inmediaciones del Congreso.

La CGT, evidenciando su colaboración abierta con el gobierno nacional, directamente se borró de la movilización. Camioneros y otros gremios que integran el Frente Sindical por el Modelo Nacional aportaron contingentes más que modestos.

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Represión, gritos y cuartos intermedios

La maratónica sesión que finalizó esta madrugada arrancó en el mediodía del miércoles. Rápidamente se evidenció el acuerdo estrecho entre el oficialismo, sectores del peronismo y algunos bloques provinciales. A los 108 legisladores de Cambiemos se sumaron diputados del Interbloque Argentina Federal, del bloque Unidad Justicialista (San Luis) y del bloque Evolución (Lousteau) entre otros, para garantizar el quórum.

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Las dos primeras horas de sesión incluyeron un extendido homenaje a José Manuel De la Sota. Diputados macristas, peronistas federales y kirchneristas se unieron para reivindicar al hombre que, en 2004, siendo gobernador, dijo que “las madres deberían haber cuidado mejor a sus hijos”, en relación a los miles de compañeros detenidos-desaparecidos. Como se ve, a la hora de la tan declamada “unidad”, las diferencias pasadas no importan.

El Presupuesto fue presentado por Luciano Laspina, titular de la Comisión que “debatió” el proyecto. El diputado macrista intentó instalar una suerte de “épica” del ajuste que vendría a solucionar problemas que el país arrastra…desde 1827. El argumento, forzado hasta lo absurdo, solo busca diluir la responsabilidad política de Cambiemos en el hundimiento económico en curso.

La discusión en el recinto fue interrumpida por la dureza de la realidad. Poco después de las 15 h una fuerte represión se desató en las afueras del Congreso. La Policía lanzó gases a mansalva. El olor y la picazón llegaron al primer piso del edificio del Congreso y se sintieron a varias cuadras en otras direcciones.

Un sector de los diputados de la oposición salió a la calle a intentar frenar el accionar de las fuerzas represivas. Para los efectivos policiales fue el motivo para aumentar la represión. La diputada porteña Myriam Bregman (PTS-FIT) sufrió gases en el rostro, golpes e insultos.

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La discusión se trasladó al recinto. La oposición reclamó abiertamente la suspensión de la sesión. El oficialismo, con aval del Bloque Justicialista, propuso seguir. El cuarto intermedio se impuso un poco a los gritos, un poco a los empujones. El macrista Massot y el kirchnerista Filmus parecieron cerca de llegar a los golpes.

El segundo cuarto intermedio llegaría un poco más tarde. Emilio Monzó, presidente de la Cámara, dispuso una reunión de los presidentes de bloque con Marcelo D’Alessandro, secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Pocos minutos antes, desde la izquierda, Nicolás del Caño había propuesto al conjunto de la oposición retirarse de esa sesión escandalosa. La mayoría de los bloques opositores optó por seguir discutiendo (casi) como si nada hubiera pasado.

El show debía continuar…y continuó

El reinicio de la sesión tuvo como marco un Congreso aun rodeado de policías. Prácticamente sin sorpresas, la sesión se extendería hasta avanzada la madrugada. El oficialismo defendería el proyecto presentado y la oposición, más allá de sus matices, criticaría.

Desde el FpV, el matancero Fernando Espinoza le pidió a Macri “reflexionar” para que no vuelva a haber un “día tan triste como este”. Un mensaje demasiado insípido tras una tarde de fuerte represión. Su compañero de bancada, el dirigente sindical Walter Correa decidió amenazar al peronismo que apoyara el Presupuesto. “Si van a votar a favor no hablen más de unidad”, les pidió. Lo absurdo del argumento radica en que esos pedidos nacen, de manera permanente, del mismo kirchnerismo.

Martín Lousteau (Evolución Radical) ratificó que es hombre del riñón oficialista, aunque haya constituido un bloque propio. Como en diciembre pasado- cuando se sancionó la reforma previsional- avaló el quórum con su presencia. Cuando le tocó hablar, anticipó su voto positivo y lo fundamentó diciendo que “no votarlo es peor”.

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En el interbloque Argentina Federal los (pocos) discursos de oposición no alcanzarán para tapar la enorme ayuda que ese espacio brindó al oficialismo. Desde las negociaciones que derivaron en el dictamen de mayoría hasta la habilitación del quórum este miércoles. Como resulta lógico, de allí también salieron los votos positivos para el presupuesto escrito por Christine Lagarde.

Preparar la batalla del Senado

La media sanción lograda por Cambiemos no es el final de la historia. Aún falta el debate y la discusión en la Cámara Alta. El proyecto, según las previsiones llegará allí dentro de unas tres semanas. El Senado es, en esencia, un reducto de las oligarquías y poderes regionales. Los gobernadores que acaban de ratificar el Pacto Fiscal tienen ahí un peso mayor que en Diputados. Precisamente por eso, la lucha en las calles se torna aún más importante. Así lo señaló en la madrugada de este jueves Nathalia González Seligra, también diputada del PTS-FIT.

Es necesario, desde ahora mismo, preparar las condiciones para una masiva movilización. Es urgente la pelea por imponer un paro nacional activo de la CGT y el conjunto de las conducciones sindicales. Una medida de fuerza que, además de mostrar el enorme poder social que tiene la clase trabajadora cuando paraliza el país, genere las condiciones para que cientos de miles de personas rodeen el Congreso Nacional el día que se discuta el Presupuesto.

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Este proyecto, impulsado por Macri y los gobernadores del PJ, constituye una profundización del ataque sobre las condiciones de vida del conjunto de la población. La alternativa que propone “esperar” a 2019 para votar a alguna variante peronista significa condenar a millones de familias al hambre, la miseria y la desocupación. La conducción de los sindicatos, más allá de los discursos y diferencias, se subordina y es parte activa de esa estrategia política.

Pero esta política de ajuste se puede derrotar. Las fuerzas para hacerlo están. Este miércoles, por ejemplo, más de 1.000 trabajadores del Astillero Río Santiago se movilizaron contra el Presupuesto. Son solo una parte de los sectores que luchan hoy, realmente, contra los ataques en curso. La izquierda anticapitalista nucleada en el PTS y en el Frente de Izquierda apuesta y pelea activamente por esa perspectiva.


Eduardo Castilla

Nació en Alta Gracia, Córdoba, en 1976. Veinte años después se sumó a las filas del Partido de Trabajadores Socialistas, donde sigue acumulando millas desde ese entonces. Es periodista y desde 2015 reside en la Ciudad de Buenos Aires, donde hace las veces de editor general de La Izquierda Diario.

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