En una demostración de fuerzas que hace años no se lograba, la Central Obrera Boliviana (COB) rechazo las resoluciones judiciales que limitan el derecho a huelga. Guido Mitma repudió división de organizaciones sindicales.
Jueves 13 de julio de 2017 20:29
Foto: Corresponsal LID
El miércoles 12 de julio, una gran movilización de la Central Obrera Boliviana (COB) rechazo el amparo constitucional del “Defensor del pueblo” que limita el derecho a huelga de los trabajadores en salud que vienen resistiendo las medidas que terminan de destruir lo poco que dejaron los neoliberales del sistema de seguridad social. Así mismo, se manifestó la solidaridad con los trabajadores que hoy vienen peleando en defensa de sus fuentes de empleo como Stimiro que mantiene una larga ocupación de la empresa. La movilización, que empezó su concentración en el multifuncional de la Ceja de El Alto a tempranas horas de la mañana, agrupo a todos los sectores de la burocracia sindical, incluso a los sectores afines al MAS (Movimiento al Socialismo) como la Central Obrera Regional de El Alto (COR) quienes manifestaban sus diferencias con la organización central dirigida por Guido Mitma con algunos metros de distancia de las respectivas columnas de trabajadores. En un breve discurso al culminar la movilización, Mitma fustigó a los dirigentes sindicales afines al gobierno quienes dividen las organizaciones sindicales y dificultan la resistencia a los despidos o ajustes salariales, en clara referencia a la actual pugna en las elecciones fabriles donde el ex oficialista Wilson Mamani, hoy luego de casi 10 años en la dirección sindical, quiere volver a ser reelegido con un barniz opositor. Lo mismo sucede a nivel de la Central Obrera Departamental, donde otro que se niega a volver a trabajar, Hugo Torrez, ha llevado adelante su propio congreso departamental dividiendo las organizaciones del departamento. De este comportamiento errático, no se puede librar ni siquiera el actual opositor Guido Mitma, quien “escondió” el Partido de los Trabajadores en las huelgas del 2013 iniciando lo que sería la destrucción del proyecto obrero y la persecución política contra los que consecuentemente intentaron cumplir las resoluciones del XV congreso de la COB.
Hoy la llegada paulatina de los efectos de la crisis económica empiezan a sentirse en los fabriles y en la minería, generando la posibilidad que emerjan sectores de trabajadores que peleen y defiendan la independencia política para poder enfrentar las medidas de ajuste que en algunos lugares ya empiezan a sentirse.