Fue impulsado por la Junta interna de ATE y trabajadores del INDEC. Se colocó una baldosa con los nombres de Gustavo Cortiñas, Raul Miranda, Hugo Bivi y Carlos Noriega, trabajadores del Instituto detenidos-desaparecidos por la última dictadura cívico militar.
Jueves 5 de octubre de 2023 16:57
Este jueves, en las puertas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) se escuchó bien fuerte el grito: ¡fueron 30.000!
Ahora, cualquiera que pase por la puerta del Instituto, ubicado en Avenida Roca y Perú, podrá ver los nombres de los cuatro trabajadores detenidos-desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.
Hugo Bivi, secuestrado el 16/09/1976. Raul Miranda, secuestrado el 07/09/1976. Carlos Noriega, secuestrado el 01/01/1977. Y Gustavo Cortiñas, secuestrado el 15/04/1977. ¡Presentes, ahora y siempre!
La baldosa con sus nombres fue colocada por la organización Barrios x Memoria y Justicia. Y el acto fue impulsado por la Junta interna de ATE INDEC, con la participación de la agrupación Marrón.
Estuvo presente Norita Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora. Como desde siempre acompaña la pelea por los derechos humanos y las luchas sociales. Esta vez, homenajeó a su propio hijo Gustavo Cortiñas.
"Son 30 mil compañeros detenidos desaparecidos, están en la memoria, no los borrará nadie. Todos los negacionistas que quieren borrar la historia, no podrán" -dijo con fuerza Norita- Y agradezco la baldosa, porque agradezco que los trabajadores sigan luchando, si nuestros desaparecidos estuvieran acá, estarían con todos nosotros en las marchas, seguirían peleando. ¡Falta mucho, no bajemos los brazos!".
También participó la legisladora porteña Alejandrina Barry, hija de desaparecidos y compañera de Myriam Bregman. Recientemente, Barry impulsó en la Legislatura porteña, una acción de repudio al acto negacionista de Victoria Villarruel, junto a otros referente del Frente de Izquierda Unidad y organismos de derechos humanos.
"Tenemos que salir con mucha fuerza a volver a contar cuál es la verdadera historia. Y tenerla a Norita Cortiñas acá, a Margarita Noia. Son compañeras que desde muy chicas nos enseñaron a que nunca, nunca, se podía bajar los brazos" -abrió Alejandrina Barry- "En momentos dificilísimos donde los milicos estaban totalmente libres, donde tenían total impunidad, nunca, nunca bajaron los brazos. Nunca dijeron hay que resignarnos, siempre dijeron hay que seguir luchando, porque lo vamos a lograr. Y es así".
Y denunció: "Hoy hay quienes quieren negar lo que fue la Dictadura. O, directamente decir que fue una guerra y que hubo solo excesos. Haber tirado vivos al mar a nuestros familiares. Haber secuestrado a nuestros hermanos, que todavía nos faltan más de 350. Haber violado a nuestras compañeras, a nuestras mamás. Habernos secuestrado a nosotros mismos. Eso es lo que llaman excesos".
"Ensucian la palabra libertad" -dijo Barry en referencia a Javier Milei y Victoria Villarruel- "Quienes reivindican haber tenido más de 800 centros clandestinos de detención en este país, campos de concentración: ensucian la palabra libertad, como dijo mi compañera Myriam Bregman".
Y enfatizó: "Nosotros logramos una lucha popular muy importante que es encarcelar a muchos de esos genocidas. Y lo logramos por nuestra lucha independiente. Que hagan lo que quieran, pero nosotros estamos más firmes que nunca. Son 30 mil, fue un genocidio. Y, por supuesto, nos van a encontrar en las calles como siempre hemos estado".
"Y sobre todo ensucian nuestra bandera de pelear por la verdad. Como también dice Norita: venimos reclamando la apertura de los archivos de la Dictadura, del ’74 al ’83, para conocer la verdad. Que el Estado nos entregue la lista de cada uno de los genocidas, de cada uno de nuestros hermanos apropiados y así saber realmente qué pasó con nuestros desaparecidos, porque no lo sabemos. Porque sabemos que pasaron por algunos centros clandestinos de detensión gracias a los sobrevivientes. Pero muchos de ellos no sabemos donde están sus cuerpos".
Por otro lado, agregó que: "El Gobierno dice que los juicios ya se realizaron. No. Los juicios siguen desarrollándose. Hay que poner todos los recursos para que los juicios se sigan desarrollando. No es verdad que se terminó este proceso. Estamos siguiente El pozo de Banfield, el juicio por Victoria Walsh. No se terminaron, seguimos la pelea".
Y por último, Barry denunció que: "Sobre todo, seguimos la pelea por los civiles. Esos intocables. Los dueños del poder económico, los grandes empresarios que como decía Rodolfo Walsh llevaron adelante ese genocidio para imponer un plan económico de miseria brutal que estamos viviendo hasta el día de hoy. Yo soy querellante en el juicio contra los civiles de Editorial Atlántida que me usó a mí cuando solo tenía 3 años de edad para hacer una campaña, para reivindicar la dictadura. Los civiles son los que faltan y son los que hoy son los dueños del poder".