Según información oficial son 27,981 los casos activos, 80,893 casos sospechosos y suman 32,796 las muertes desde el inicio de la pandemia. Mientras tanto, sin pruebas ni contención de la pandemia, el gobierno busca avanzar hacia el reinicio de actividades bajo la nueva normalidad.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 8 de julio de 2020
Fueron 6,995 los casos confirmados del pasado martes 7 a este miércoles 8 de julio, la cifra más alta de contagios de un día a otro.
En este contexto, el subsecretario López-Gatell busca poner paños fríos e insiste en que se está desacelerando la pandemia, mientras las pruebas masivas de covid-19 para trabajadoras y trabajadores de los sectores esenciales brillan por su ausencia.
La perla de la conferencia de este miércoles es el anuncio oficial en este ámbito de la reapertura de las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social, una medida para acelerar el regreso al trabajo.
Según el anuncio, si una unidad se ubica en una localidad con semáforo epidemiológico en rojo, sólo se atenderá a hijos de trabajadoras en actividades esenciales y en un 25% de la capacidad; en semáforo naranja, se abrirá a madres que estén laborando, en actividades esenciales y no esenciales y se cubrirá en un 50% de la capacidad de la guardería; en semáforo amarillo será en un 75% de la capacidad, hasta llegar al 100% en semáforo verde.
Parte del argumento para la reapertura de las guarderías, declaradas como esenciales, es que las madres no pierdan sus trabajos. Una advertencia nada sutil para las trabajadoras, que cargan sobre sus hombros con el incremento de las tareas de cuidado más el estrés por la economía familiar en el contexto de la pandemia.
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No es seguro abrir la guardería ni reabrir la economía con el riesgo de contagio de covid-19. Lo que es seguro es que al gobierno de López Obrador lo que más le preocupa es dar garantías a los grandes capitales para avanzar en la superexplotación de un sector de la clase trabajadora mientras a otro lo dejan en la calle.
