La importante movilización cuestionó la política del Gobierno nacional. A pesar de los discursos sobre un paro nacional, esa medida sigue sin fecha efectiva.
Viernes 2 de septiembre de 2016 18:14
Hace minutos finalizó en Plaza de Mayo la movilización convocada por las dos CTA. En el cierre del acto hicieron uso de la palabra Hugo Yasky y Pablo Micheli, dirigentes de ambas CTA. Según las estimaciones que hizo La Izquierda Diario, presente en el lugar, la cantidad de manifestantes habría sido de alrededor de 25.000 personas.
En el palco, junto a los dirigentes sindicales y otras figuras convocantes, mostrando en parte el carácter político de oposición, estuvieron presentes reconocidas figuras del kirchnerismo como Mercedes Marco del Pont, Aníbal Ibarra, el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada y Daniel Filmus, entre otros.
También fueron parte de la convocatoria el ex candidato a presidente Daniel Scioli, el ex vicepresidente Amado Boudou; Héctor y Mariano Recalde, Martín Sabbatella y Andrés "El Cuervo" Larroque.
En los discursos de cierre, Pablo Micheli, dirigente de la CTA (A) afirmó en su discurso que “estamos aquí cansados pero dispuestos a seguir la lucha contra el ajuste. Nos ponemos de pie de esta forma”.
El dirigente además aprovechó para contestarle al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que hoy había criticado la movilización por estar “cargada de ideología". “Sí, sí, señor ministro. Los trabajadores tenemos ideología. No somos un número que viene y va como ustedes piensan” afirmó desde el escenario.
El discurso fue crítico de la política económica del Gobierno. Afirmó Micheli que “hablan de traer el cambio, pero lo que están haciendo es profundizando el ajuste. Hablan de que hay que darles tiempo, pero cuando tienen que transferir recursos a las mineras y al capital concentrado tienen una celeridad pasmosa. Pero cuando tiene que reabrir paritarias comienzan a poner peros”.
“Los dirigentes tenemos que hacer lo que piden los trabajadores” afirmó Micheli. Y agregó “hay que dejarse de joder con el sectarismo y el interés corporativo” en lo que pareció a una alusión a sectores de la dirigencia sindical que no se hicieron presentes en la movilización.
En la misma tónica señaló que “somos los que somos y tenemos intereses diversos.
Pero esta diversidad nos tiene que dar la madurez. A las diferencias las discutimos en la calles. O estamos juntos, o hay unidad y vencemos, o hay desunión y nos derrotan”.
El dirigente de la CTA (A) al mismo tiempo exigió la libertad de Milagro Sala, la dirigente social jujeña, a la que definió como una “cautiva de este sistema”. “Porque hay trato diferente para milagro sala y otro para la vicepresidenta” se preguntó.
En relación a la exigencia de paro nacional que vienen planteando desde distintos sectores Micheli señalo que “más temprano que tarde estaremos avanzando en el paro nacional”.
Cerrando el acto, habló el dirigente kirchnerista Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) que se declaró orgulloso de ser el “representante de estos trabajadores, de estas trabajadoras, capaces de dar esta demostración de convicción”.
Al igual que Micheli, criticó la detención de Milagro Sala, a la que llamó “rehén de la oligarquía jujeña” y “símbolo de nuestra lucha”.
El dirigente también reivindicó la unidad lograda, afirmando que “solamente hubiese sido posible este hermoso acto con esa unidad. La unidad que también marca un momento nuevo en la confluencia del movimiento sindical y de los movimientos sociales, la unidad en la convergencia con el movimiento estudiantil, con los pequeños productores, de las pymes, los pequeños productores del agro y la agricultura familiar, la unidad con los organismos de DD.HH.; los trabajadores informales”.
Yasky además afirmó que “esa unidad es el mapa del campo popular, que el neoliberalismo quiere dividido. Si ellos nos logran dividir van a lograr dominarnos”.
En ese marco, señaló que la presencia de diversas fuerzas sindicales marcaron un componente central del acto. “No es lo mismo que no hubiesen estado acá los compañeros del sindicato de Camioneros y el compañero Pablo Moyano de la CGT; no es lo mismo que no hubieran estado el compañero Sergio Palazzo o el “gringo” Amichetti. No hubiera sido lo mismo si no hubiese habido tantos compañeros y compañeras de sindicatos de la CGT”.
Yasky además criticó a los grandes medios de comunicación. “Para los grandes medios somos apenas una congestión de tránsito, para ellos el pueblo en la calle significa que la democracia entra en vilo” indicó en su discurso. En ese marco, agregó que “cuando un rico sale con la cacerola es una fiesta”. Esto en obvia alusión a los cacerolazos contra el Gobierno de Cristina Fernández.
Durante su discurso, el dirigente de la CTA de los Trabajadores, reivindicó la lucha histórica de la Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, así como llevó adelante una denuncia contra el origen de la fortuna del grupo empresario al que pertenece Mauricio Macri. “Amasaron su fortuna prendidos a la teta del Estado, son un empresariado parasitario” disparó.
“Queremos un salario para llegar a fin de mes, no un bono para llegar a fin de año. Hay que reabrir las paritarias ya. El ejemplo de los docentes que muestran que el camino es luchar para reabrir la paritaria. Si la paritaria no se abre el país se va a seguir hundiendo”.
“Hoy los compañeros de la CGT se han unificado y tenemos que seguir el ejemplo. Las dos CTA no tenemos que unificar. Hay que buscar ese momento”.
Finalmente, señaló que “empezó la cuenta regresiva del paro nacional convocado por todas las centrales sindicales de todo el país para decir al gobierno hasta acá llegó al ajuste y hay que discutir la agenda de los trabajadores”.
Este no fue el único acto de la jornada. Más temprano se había llevado a cabo uno realizado por los sectores combativos y de la izquierda, donde el centro lo ocupó la exigencia de paro nacional, la denuncia de la tregua que llevan a cabo las centrales sindicales y una dura crítica a la convocatoria oficial de las dos CTA, donde los intereses de los trabajadores habían quedado amalgamados a los de sectores empresarios.
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Allí, entre otros oradores, la dirigente del PTS y secretaria de DD.HH. del Suteba Matanza, Nathalia González Seligra, había señalado que “así como la CGT, que ha hecho una falsa unión por arriba, desconociendo los intereses de unidad que tenemos los trabajadores por abajo, la CTA hoy se quiere pintar de combativa. Pero no planificó esta marcha sobre la base de asambleas en cada lugar de trabajo, votando un paro nacional para que seamos millones en las calles. Al contrario, lo hicieron acordando con Capitanich en el Chaco o con Zabaleta en Hurlingham, un intendente que en lo que va del año ya despidió a 400 trabajadores”.
Desde el PTS-Frente de Izquierda ya se había planteado, hace varios días, una crítica hacia la convocatoria, señalando que "La misma es convocada por distintas organizaciones sindicales – principalmente las dos CTA -, así como por cámaras empresarias tales como APYME, Central de Entidades Empresarias Nacionales, Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino, y organizaciones políticas como La Cámpora, Nuevo Encuentro, Kolina, Movimiento Evita, el MILES y otros (...)
En los días previos a la marcha, Hugo Yasky, uno de los principales impulsores, se fotografió en la preparación con Jorge Capitanich, así como con intendentes y legisladores del PJ, quienes dieron su respaldo a la movilización".
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En ese marco, esa organización había señalado que "nadie puede creer que de la mano de los empresarios y los mismos dirigentes del peronismo que votan y aplican el ajuste se van a defender los intereses de los trabajadores. Vale recordar que en los años ´90 la Marcha Federal terminó siendo funcional a la construcción de la Alianza de Fernando de la Rúa y Chacho Alvárez que terminó en la crisis del 2001".
