Pese a que la jueza admitió que Roxana Ruiz fue víctima de violación argumenta que se defendió “en exceso” siendo acusada de homicidio.
Joss Espinosa @Joss_font
Jueves 18 de mayo de 2023
Este 15 de mayo, Roxana Ruiz fue sentenciada a seis años y dos meses de prisión y una “reparación del daño” que asciende a $280mil pesos por el homicidio de un hombre del cual se defendió tras ser víctima de violación sexual. Pese a que la jueza Mónica Palomino del Poder Judicial del Estado de México reconoció que fue victima de violencia sexual, le impuso esa sentencia argumentando “exceso de defensa”. Cabe destacar que desde el inicio del proceso contra Roxana este se vio plagado de irregularidades, pues pese haber denunciado que había sido víctima de violación las autoridades no tomaron ninguna medida que por protocolo debería de seguirse para las víctimas, como tomar pruebas o dar acompañamiento a la misma.
Este caso se da en el Estado de México, una de las entidades más peligrosas para las mujeres, que desde hace algunos años llegó a equiparar las cifras de Ciudad Juárez. Una entidad en la que se replican contextos de precarización que se traducen en vulnerabilidad para las mujeres, como lo fue la maquila en la frontera norte.
Otro de los elementos que es importante recalcar es que Roxana es de un sector precario, precisamente migró al Estado de México, donde vive desde los 14 años para buscar formas de sustentarse. Las mujeres trabajadoras y precarizadas son no sólo las más expuestas a la violencia, sino también a la justicia patriarcal que termina criminalizandolas y/o revictimizandolas cuando se acercan a las instituciones a exigir justicia.
Roxana Ruiz es una mujer indígena originaria de Oaxaca que migró al Estado de México. En mayo de 2021 fue victima de violencia sexual en su propia casa. Tras estar nueve meses detenida, le permitieron continuar con su proceso en libertad condicional desde febrero de este año, hasta la sentencia emitida el pasado 15 de mayo.
“Me encerraron nueve meses, me dan una sentencia, si yo no me hubiera defendido sería yo la muerta”, denunció Roxana luego de finalizada la audiencia.
El abogado Ángel Carrera declaró a la prensa que la sentencia no está justificada puesto que Roxana solo estaba defendiendo su vida y la jueza no puede determinar en qué momento ella tenía que detenerse pues su agresor podía matarla, esto ante la declaración de la jueza que señaló que con un “golpe en la cabeza” era suficiente para resguardar su integridad. Dejaron claro que impugnarán y continuarán con el proceso pues “esto debe ser un acto de justicia para todas las mujeres”.
A las afueras del penal la colectiva Nos Queremos Vivas Neza, entre otras colectivas y activistas como Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlin, se manifestaron, exigiendo la no criminalización y denunciando que hay otras mujeres que se encuentran en situaciones similares.
Lamentablemente el caso de Roxana no es aislado, uno de los casos más emblemáticos es el de Yakiri Rubio quien fue detenida y privada de su libertad por meses en 2013 luego de que acudiera a una instancia del Ministerio Público a denunciar las agresiones físicas y sexuales que vivió en la CDMX.
Activistas y defensores de derechos humanos han denunciado que uno de los problemas en estos casos es que no está reconocida la figura de “legítima defensa”, a lo que se suma que estos casos no son tratados con perspectiva de género.
En una entrevista para SinEmbargo, Roxana declara que la sentencia fue por defender su vida, y que el proceso no se ha dado con perspectiva de género. Señaló que le parece absurdo que la jueza diga que “no midió su fuerza” porque en un momento en el que se estaba defendiendo y su vida corría peligro no es algo que se piense, además de que es completamente injusto que además de haber sido víctima de violacion y que le dan la sentencia de poco más de 6 años, tenga que pagarle esa cantidad a la familia de su agresor.
Para este 18 de mayo a las 11 am convocan a una conferencia de prensa en Cencos (Medellín #33) para dar información sobre el caso, llamar a la solidaridad para exigir la libertad de Roxana.
Queda claro que la justicia no está de nuestro lado, las instituciones no solo son omisas, ni se trata de una falla, es simplemente que esas instituciones no están realmente para cuidarnos ni brindarnos justicia, se comprueba con el actuar sistemático que deja cifras alarmantes de impunidad que en el caso del feminicidio ronda el 95 %, esto contemplando sólo los casos que son juzgados como feminicidio, a lo que se suma que muchos casos ni siquiera son juzgados como tal. Como han denunciado las colectivas que han acompañado el proceso, parece que este sistema nos prefiere muertas, que libres.
Desde la agrupación de mujeres y disidencias Pan y Rosas México exigimos la libertad inmediata e incondicional para Roxana y todas las mujeres que se encuentran en una situación similar, y denunciamos que la autodefensa no es un delito.