Tras una lucha de mas de 4 años, se condenó a los responsables del asesinato del joven trabajador de 23 años, quien murió atrapado en una máquina por negligencia criminal de la papelera Sein de Florencio Varela. Los condenados son el jefe de producción y el responsable del área de Seguridad e Higiene. La precarización laboral mata, y este fallo sienta un precedente para poder enfrentarla.
Miércoles 23 de noviembre de 2022 21:51
Fotos: Corresponsal LID
Corría el mediodía del martes 22 de noviembre, y estudiantes de Unaj, UNQ, trabajadores y militantes del PTS, PO y NMAS, integrantes del Ceprodh como Carla Lacorte, y Jorge “Turco “ Sobrado, se encontraban acompañando a los familiares de Brian “Mechi” Cantero, cortando la avenida Hipólito Yrigoyen en las puertas del juzgado de Quilmes a la espera de novedades. Entre llantos de emoción, abrazos y gritos de ¡justicia! Elvira, la mamá de Mechi, comunicó enérgica a los presentes que se condenó a los responsables. Cabe recordar que el joven falleció al ser atrapado por una máquina a la que lo obligaron a engrasar estando en funcionamiento, algo que hacían para no frenar la producción. Cada pausa, cada peso invertido en mantenimiento, aun en el más básico y elemental, es para los empresarios un derroche que evitan a toda costa, con las consecuencias que ya conocemos: los mal llamados “accidentes” laborales que provocan en el mejor de los casos quemaduras o mutilaciones, y en el peor la muerte.
Los condenados por la muerte de Brian son Esteban Planera, jefe de planta de Sein S.A., que obtuvo 3 años 6 meses de prisión más 7 años 6 meses de inhabilitación para ejercer ese cargo; y Juan Carlos Españon, responsable de Seguridad e Higiene, condenado a 3 años de prisión y 6 años de inhabilitación. Es una verdadera conquista que la condena sea por homicidio y no por “accidente de trabajo”, como comúnmente se catalogan las muertes obreras ocasionadas por las paupérrimas condiciones que imponen las patronales.
En 2020 el espacio “Basta de asesinatos laborales” presentó un informe donde denunciaba que cada 7 horas muere un trabajador en Argentina. Esto sumado a que más del 70% de los jóvenes de las principales ciudades del país trabajan en condiciones de elevada precarización. Esto es: sin aportes jubilatorios, obra social, vacaciones pagas, expuestos a mayores riesgos del trabajo y con menor capacitación, sin estabilidad laboral, con contratos a término, como monotributistas o con ingresos inferiores al salario mínimo.
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Como señaló este martes Elvira, la mamá de Brian: “La justicia por mi hijo ya está hecha; ahora vamos porque Pablo Espósito, Archy Fuentes y todos los de la fábrica, los empresarios y todos los que tiran en contra de los trabajadores saben que hay una justicia para los trabajadores si se juntan, si se unen y luchan a la par”. La Izquierda Diario le preguntó qué opinaba sobre el rol de los gobiernos ante la realidad que viven miles de familias y trabajadores frente los asesinatos laborales y respondió: “Ellos prefieren hacer oídos sordos ante el pedido de justicia de los familiares de víctimas de precariedad y asesinatos laborables. No les conviene tirar en contra de la patronal, por el hecho de ser cómplices y coautores de estos asesinatos, por la conveniencia económica y el apoyo de estos en tiempos electorales. Y son la corrupción misma hasta ahora,ojalá algo de esto cambie”.
También consultamos qué mensaje le daría a los trabajadores, y esta fue su respuesta: “Me gustaría que crean en sus derechos, que no tienen que agachar la cabeza y creerse menos que la patronal. Porque para que un lugar de trabajo tenga movimiento y ganancias es gracias a los trabajadores y son la base de la empresas y tenemos que hacérselo saber a ellos, aunque siempre quieran que nosotrxs no lo sepamos y entendamos. Los invito a luchar por hacer valer nuestros derechos y apoderarse de ellos.”
Entrevistada por este diario, Noelia Bastias, joven trabajadora, estudiante y militante del PTS, expresó: “Acompañamos a Elvira y a su familia en todo momento. Este fallo es una batalla ganada contra la precariedad laboral, y sabemos que acá no termina. Ante las medidas flexibilizadoras de los empresarios, el ajuste que impone el gobierno y el régimen del FMI, es necesario que los jóvenes trabajadores tomemos en nuestras manos la pelea por mejores condiciones laborales, la efectivización de todos los contratados y tercerizados, que se conformen comisiones de seguridad e higiene integradas por técnicos y trabajadores, en el camino de poner fin a la dictadura de los empresarios que ponen en riesgo nuestra salud y nuestras vida”. Por último agregaba: “Nuestras vidas valen más que las ganancias de los empresarios, y Mechi está vivo en cada lucha que den los trabajadores por sus derechos”.
Como tienen claro quienes acompañaron esta lucha desde el primer día, la condena lograda no puede ser descontextualizada y adjudicada al Poder Judicial; en la mayoría de los casos, la casta judicial mira para otro lado ante los asesinatos laborales. Este fallo se da luego de un largo proceso de lucha y organización dado por los familiares, junto a trabajadores, estudiantes y las organizaciones que estuvieron apoyando. Quienes fueron condenados, más allá de su responsabilidad particular en los hechos, son engranajes de una maquinaria donde los empresarios como clase social someten a la clase trabajadora, y en especial a les jóvenes, a condiciones de explotación inhumanas aun cuando la tecnología permitiría aliviarlas enormemente en la actualidad. Este hecho se esconde detrás de cada situación de riesgo que se vive cotidiana en cualquier fábrica del país y el mundo; es por eso que es de vital importancia la organización para enfrentarla.