Esta mañana se confirmó el diagnóstico. Las autoridades la expusieron a viajar dos veces hasta el hospital por problemas con la muestra. En una demostración más de incompetencia y desprecio por nuestras vidas se expone a nuestra compañera, a su familia y con ellos a todos los que viajan en transporte público. Luego del aislamiento tardío, los compañeros siguen sin los equipos de protección personal necesarios.

Bárbara Acevedo Enfermera | Hospital Garrahan @acevedo_bar
Martes 7 de abril de 2020 19:54
Hoy se confirmó el diagnóstico de Covid 19 de una trabajadora de limpieza tercerizada que estuvo en contacto con el médico del servicio de resonancia y fue puesta en cuarentena junto a 14 compañeros más, pero en forma tardía.
La compañera se encontraba cumpliendo la cuarentena en su domicilio con algunos síntomas sin ser testeada. Al persistir los síntomas y luego de hacerla ir dos veces al hospital, le realizaron el test y dio positivo.
Lo grave de la situación es que además de haber actuado de forma negligente tanto el jefe médico, Dr.Carlos Rugilo, como la supervisora de enfermería del área, Lic. Corina Sperperato, siguen sin proveer de los equipos al personal a su cargo. Pareciera una burla pero a pesar de lo grave de la situación siguen habiendo insuficientes barbijos quirúrgicos (que deben ser cambiados cada 2 o 3 horas porque se humedecen y pierden su capacidad de filtración), y un barbijo N95 para todo un día de guardia. De antiparras, camisolines comunes e hidrorepelentes, ni noticias. Los Kits de protección brillan por su ausencia.
Siguen sin brindar las medidas de prevención en el servicio de resonancia, que se suma a otros tantos como el CAIPHO (Centro de Atención Integral del Paciente Hemato-Oncológico) o la Neonatología, donde los equipos de protección no están, o son insuficientes o de mala calidad.
Hay otros casos de aislamiento preventivo por contacto con casos positivos, como en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) 45 o en el sector de Hospital de Día, CIM 75. En el caso de las trabajadoras tercerizadas la situación es doblemente preocupante. La provisión de Equipos de Protección Personal (EPP) depende de la buena disposición de las salas, que ya cuentan con material insuficiente. La empresa tercerizada, que se lleva alrededor de 27 millones de pesos por licitación entrega un barbijo N95 por 15 días, por fuera de toda norma infectológica.
Al bajo costo que ya les significa pagar salarios de alrededor de los $25.000, que los productos de mayor valor los ponga el hospital, se suma este nivel de exposición a nuestras compañeras, que están en la primera línea enfrentando la pandemia en salas, que ya funcionan con poco personal. Una verdadera medida de emergencia sería el pase a planta permanente de todas las tercerizadas. Con las millonarias ganancias que no se llevarían las empresas se podría duplicar el personal, con salarios igual a la canasta familiar.
Desde la Agrupación Marrón Clasista en Salud venimos impulsando las denuncias y la organización en los sectores. Seguimos insistiendo en la necesidad de realizar asambleas por sector y por turno para relevar desde abajo sobre la situación real del sistema sanitario, definir las medidas de cuidado y exigir que se cubran todas las necesidades. Creemos que conformando comités de seguridad e higiene podemos pelear por una salida real para enfrentar la crisis sanitaria.