ESI y violencia de género. Coni Di Puglia: “En Salta la religión está logrando que no se cumplan las leyes”
El 24 de noviembre se presentó en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Salta la versión en braille del “Protocolo de intervención institucional ante situaciones de discriminación y/o violencia de género”. Fue por iniciativa de una estudiante de Ciencias de la Comunicación con discapacidad visual. En esta entrevista ella cuenta por qué lo propuso y qué piensa de la relación entre las leyes y la vida real.
El 24, un día antes del Día Internacional de lucha contra la violencia machista, en la facultad de Humanidades de la UNSa se presentó en braille el “Protocolo de intervención institucional ante situaciones de discriminación y/o violencia de género”, que se conquistó a fines del 2019.
Marchando el 25, por las calles del centro salteño, conocí a Coni Di Puglia. Una joven estudiante de 26 años que está cursando materias de tercer año de la Carrera de Ciencias de la Comunicación. Luego de un cálido intercambio, acordamos un encuentro para contar la experiencia en primera persona, algo que pudimos concretar hace unos días.
Accesibilidad, sexualidad y literatura, pobreza e inflación son algunos de los temas que abordamos en una rica entrevista que excede las líneas que acá compartimos.
La otra vez en la marcha habíamos estado charlando sobre el protocolo contra la violencia machista que hay en la facultad de Humanidades de la UNSa. ¿Cómo surgió la propuesta de pasarlo a braille? ¿Es algo que te hicieron o te propusiste vos en el marco, además, del 25N?
En realidad, la presentación se dio en esa fecha porque decidimos que así sea, hace mucho que la veníamos planeando. Se me ocurrió a mí. Yo entré a la UNSa en pandemia y este año cuando entré presencial vi que había muchas cosas que se podían pasar a baille, hacer accesibles y yo me enteré que había un equipo de abordaje de violencia y discriminación, y dije “me interesa”. Yo soy promotora territorial, aparte, en violencia de género. Entonces, fui a ver a esta gente, me comentaron que tenían un protocolo y ahí yo les dije “podrían pasarlo a baille”, y se coparon. Me lo dieron, me acuerdo que me lo imprimieron y desde ese momento empezamos a cranear: lo paso y después hacemos una presentación, o después del baille viene el audio, que es el proyecto que viene, me estoy adelantando. De ahí surge y de esto de visibilizar el tema de la accesibilidad y, también, como algo simbólico porque el braille por ahí quedó un poco obsoleto. Con la pandemia se digitalizaron las cosas muchísimo más y me parece perfecto que la tecnología avance, que el mundo avance, pero nunca está de más. Por ahí hay alguien que no puede acceder a la tecnología y si está en tinta puede estar en braille, puede estar en audio, se puede hacer en lenguaje de señas.
Coni junto con Jacquie Manoff, Estefanía di Pasquo y Lorena Salguero Held en la presentación
Contanos cuándo empezaste a ser parte de las movilizaciones por los derechos de las mujeres, a intervenir más desde el cuerpo.
En el ambiente que me movía no estaba muy cercana a esto. Yo fui a un colegio religioso y no tuve ESI ni cerca, en ningún momento en realidad. Por suerte en mi familia siempre se habló, nunca me faltó información. Pero mi mamá no es muy activa en nada de esto, mis hermanas por ahí sí, pero no son las que me llevaron por este camino. Mi acercamiento fue en realidad gracias a las lecturas, yo leo un montón y fue gracias a eso, que empecé a descubrir gente copada, autoras copadas que hablaban de cosas que a mí me interesaban y ya desde 2015, que explotó esto de Ni Una Menos, empecé a ir. Antes tenía el conocimiento del feminismo, de los feminismos, por las lecturas que hacía. A mí me gusta mucho Luciana Peker, Tamara Tenembaun, María Florencia Freijo, de las más conocidas. Internacionales, Butler me gusta también, y varias más. Cuando empecé a ir a Ni Una Menos, empecé a ir también a grupos, a encuentros. Cada vez que viajaba a Buenos Aires y había una movilización, o había algo que me llamara, algún encuentro, taller, alguna charla, presentación de libros, de los que sea, yo iba.
Literatura y feminismo se cruzan…
Si, si no yo no estaría acá. Para mí, gracias a la literatura empezó todo esto, mi camino por el feminismo.
¿Por qué creés vos que, si bien la ESI se aprobó como ley en el 2006, aún no se cumple?
Me parece que hay muchas cosas que se aprobaron y se dejaron como ahí en el olvido, este país funciona medio así. Hay un paralelismo entre las leyes que no se cumplen y esto de la justicia y un montón de causas que se archivan. Aprueban, sí, ta, listo. Dura un segundo como buenísimo, genial y después se hace lo que se quiere. Si bien es ley, acá en la provincia no se. Todavía sigue siendo en muchos colegios, creo, educación para el amor. Por ahí la gente que se opone ocupa cargos importantes y eso también hace que la ley no se cumpla como tiene que ser.
Yo veo que se aprobó la ley de cupo laboral trans, bueno, y esperamos que se cumpla. Y no es solo aprobar una ley y ya está. Acá hay una concepción super religiosa, tienen otra forma de manejarse, básicamente acá la religión atraviesa todo y está en todo, entonces eso hace que piensen que la ESI es lo peor que les puede pasar a los niñes, y esto viene desde las familias, yo creo que atraviesa a todos, al poder, a las familias. En el norte creo que en general no se cumple, pero recién ahora se está hablando de esto. Además, la ESI tiene que estar para todes, si dan ESI que den el material en braille, en relieve, pensando en todo el alumnado. Que nunca se deje de dar y que no se excluya a nadie.
¿Y por qué creés que pasa eso?
No es una cuestión individual. Sí depende de cada institución que se cumpla. Al final todas las instituciones hacen lo que quieren, me parece que eso pasa en muchas. Me queda la pregunta… ¿a quién hay que responsabilizar? Yo siempre pensando en esta provincia, la veo muy difícil, tan eclesiástico desde arriba, pero esperemos que la imposición llegue y se haga cumplir (…) lo que pasa con el aborto, por ejemplo, la ley existe, la ley se aprobó, ahora no nos quedamos tranquilas porque se aprobó, velamos para que se cumpla. Sin embargo, acá siguen no cumpliéndola.
¿Son decisiones políticas?
El Gobierno te dice que no se opone, por ejemplo, aprobando la Ley, pero después te das cuenta que falta presupuesto (…) las jóvenes y los jóvenes participan en forma mucho más consciente de las movilizaciones, me parece que las generaciones son otras, no son las mismas adolescentes que cuando yo estudiaba. Yo no fui al Encuentro (de mujeres, en Salta, 2014, NdR), o movilizaciones en la adolescencia. Entonces, me parece que están estas luchas y se necesita seguir. Me parece que hoy la gente está mucho más enojada, se moviliza más, yo lo noto así. Hay explosiones, ha habido momentos como en el 2001, quizás ahora es cuando tenemos que seguir luchando para que esas decisiones políticas cambien. Desde esa juventud que está saliendo, generando cambios.
En qué sentido planteabas lo del 2001…
La gente está enojada, en Buenos Aires, a nivel internacional. Está saliendo a pelear, a hacerse escuchar, queriendo respuestas. No tanto en el plano económico. Yo en el 2001 era re chica, tenía 5 años y creo que eso me hizo ser como una persona que quería hacerme escuchar. ´Esto me interesa, bueno, voy a salir´.
“Piquete y cacerola, la lucha es una sola” … es uno de los cantos del 2001, cuando salimos a las calles y echamos a De La Rúa.
Hay que organizarse, hay muchas disputas, peleas. Me parece que en este momento la lucha capaz debería ser una sola, si nos ponemos a pensar en la pobreza que hay o la gente que realmente la está pasando mal (…), la inflación. Para mi recortan mal, después se ve en el descontento. ¿Sabés la cantidad de gente con discapacidad que la está pasando pésimo? Yo lo veo en los medicamentos, que nos les quieren dar el medicamento en las farmacias, le ponen excusas. La están pifiando feo (los que gobiernan, NdR), en cuanto a pensiones por discapacidad, en cuanto a medicamentos. Tema discapacidad, tema jubilados, me parece que ahí la están embarrando muy feo a nivel nacional. Recorte a los que menos tienen.
Yo no me quiero meter tanto en por ahí lo que nos deben, creo que ahora estamos mal, que hace unos años también estábamos mal y que si no nos organizamos vamos a seguir en esa.
Nació en 1979. Es maestra en escuelas públicas de Salta y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Integra la redacción de La Izquierda Diario Salta.
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