En el segundo día del Foro de Inversiones y Negocios de la Argentina, algunos de los principales consultores económicos debatieron sobre el panorama para 2017. El foco estuvo puesto en el endeudamiento y la situación fiscal.
Esteban Mercatante @EMercatante
Jueves 15 de septiembre de 2016
En el marco del Foro de Inversiones y Negocios de la Argentina, economistas y analistas políticos, referentes de las varias consultoras que actúan en el mercado local debatieron sobre las necesidades macroeconómicas que tiene la Argentina para los próximos años.
Participaron de la mesa los economistas Daniel Artana (Fiel), Daniel Marx (Quantum Finanzas), Félix Piacentini (NOAnomics), Miguel Kiguel y Rodolfo Santángelo (M&S Consultores) y el analista político Rosendo Fraga (Nueva Mayoría).
El nivel de endeudamiento, la situación fiscal, el nivel de recuperación que puede tener la economía y si habrá reducción del desempleo, son los temas principales que marcaron los distintos panelistas.
Mirando a octubre de 2017
Artana ofreció un pronóstico para el año próximo, coincidente en varios aspectos con los lineamientos del presupuesto que hoy presenta el gobierno en el Congreso.
El economista vaticinó que el crecimiento en 2017 será de 3,3 %, mientras que este año terminará con una caída del 6 %. La inflación pasará del 37 % en 2016 al 21 % el año que viene. “La dura política monetaria va a hacer que baje la inflación, mientras que el programa de inversión pública va ir tomando velocidad”, señaló Artana.
Rosendo Fraga destacó que “el nivel de crecimiento de la economía y el de desempleo serán clave” para el Gobierno de cara a las elecciones del año que viene y vaticinó que es muy probable que el partido que gane los comicios para senador de la provincia de Buenos Aires lo haga también en las siguientes presidenciales.
“Si gana Macri, gobierna ocho años, si no cuatro. Ganar es ganar senadores de la provincia de Buenos Aires”, dijo Fraga, quien sostuvo que “el Gobierno necesita que la gente sienta entre abril y octubre (del año próximo) que la economía crece y que baja el desempleo”.
Kiguel, por su lado, consideró que “el Gobierno tiene que demostrar que va a bajar el déficit fiscal”, porque “avanzó en política de shock en algunos temas como el de los holdouts, el levantamiento del cepo y las tarifas, y en otros fue gradualista, como en lo que se refiere a la situación fiscal”.
Daniel Marx, por su parte, expresó que “el mundo condiciona el funcionamiento de la economía argentina más de lo que imaginamos”.
Santángelo –ex socio del presidente del Banco Nación Carlos Melconián– alertó sobre la obra pública, considerando que “la inversión pública es muy relevante pero si se la piensa en para qué sirve esté terminada y no como factor para genera empleo y hacer aumentar las bolsas de cemento despachadas”.
Curiosamente, a pesar de darse este debate en el marco de un foro con protagonismo empresarial, ninguno de los presentes puso a la inversión privada, ni local ni extranjera, como uno de los motores de la -moderada- recuperación prevista para el año próximo.
Santángelo sostuvo explícitamente que esta no vendrá en lo imediato. En su opinión “la inversión extranjera va a venir cuando primero las locales se queden y vengan. El ejemplo lo tenemos que dar los argentinos”. El mismo reclamo había hecho el mismo día, más temprano, el ministro de Hacienda Alfonso de Prat-Gay.
Piacentini se refirió a las economías regionales y expresó que “vendemos poco a pocos mercados”, pero que “la quita de las retenciones y la devaluación le dio a las economías regionales mejor rentabilidad, aunque no fue tan grande porque los costos siguen subiendo”. “El problema sigue siendo la competitividad y la falta de infraestructura”, sostuvo.
La deuda en debate
El volumen del endeudamiento fue motivo de contrapunto entre los panelistas. Para Kiguel “la Argentina tiene espacio para endeudarse”, ya que “tiene una relación de deuda sobre producto bruto interno (PBI) del 22 por ciento. Dependemos del financiamiento externo”, concluyó.
Daniel Marx contradijo a Kiguel en este punto, observando que “la deuda argentina no es tan baja”. Alertó que “la historia argentina marca que muchas veces hubo complacencia” respecto del nivel de endeudamiento y que “la deuda tiende a crecer rápidamente”.
Santángelo coincidió con Marx al señalar que “el nivel de deuda pública no es tan bajo porque tenemos pocas reservas” y advirtió que “cuando el tipo de cambio está bajo porque se endeuda la Nación o las provincias, tenemos un problema”.
De todos modos, todos los economistas coincidieron en que para hacer frente a la situación fiscal, el Gobierno necesita “financiarse en el exterior”, evaluación que no resulta sorprendente por parte de este grupo considerando los sobrados antecedentes de los presentes como impulsores de la “vuelta” a los mercados durante los últimos años y voceros de los buitres.
Este debate de daba al mismo momento que el Tesoro disponía una nueva emisión de bonos por un monto de hasta 25 mil millones de pesos, llevando la emisión de deuda pública del Estado nacional en lo que va del año a 144.476 millones de pesos y 47.216 millones de dólares.