Tercer semana. Continúa el paro de la docencia porteña y el debate sobre cómo reagrupar fuerzas para ganar

Este lunes continúan las medidas de fuerza con paros convocados por sindicatos porteños. Habrá concentraciones de maestras y maestros en los distritos, asambleas en las escuelas y un abrazo de homenaje y despedida a Silvia, la vicedirectora de la escuela 24 de Flores. Toda la comunidad educativa conmocionada por las crecientes muertes de docentes y auxiliares delibera sobre esta situación. Se impone más que nunca el debate sobre cómo transformar esta lucha en una gran causa popular que derrote las políticas de las patronales, la justicia y los gobiernos. Porque más allá de las pujas políticas hay algo en lo que acuerdan todos ellos: las vidas de las familias trabajadoras no les importan.

Como desarrollamos en otra nota, “Presencialidad en las escuelas porteñas: ¿Todos deciden menos la docencia y las familias?”, el rol que viene jugando la conducción mayoritaria de la docencia UTE-Ctera, alineada con el gobierno nacional, se remite a enfrentarse políticamente a Larreta en un año electoral. Es imperioso que el conflicto salga a las calles, organizando las escuelas y al conjunto de la comunidad educativa, coordinando con otros sectores de trabajadores y trabajadoras de la Ciudad, para conquistar un mayor volúmen de fuerzas que permita golpear con un solo puño al Gobierno porteño. Pero también para enfrentar a Trotta. Ya son más de 60 las muertes evitables de docentes en todo el país. El problema de las escuelas es nacional ¿y la CTERA? ausente. ¿Y de quién es la responsabilidad política de que los maestros y gran parte de la población de riesgo y esencial no estemos vacunados?

Desde la docencia organizada en la lista Marrón 9 de abril, creemos que hay que salir del falso debate de la presencialidad de Larreta vs. el DNU de Alberto. Ninguno de los dos da respuesta a los problemas de fondo. Sin vacunas, siguen muriendo trabajadores. Sin conectividad gratuita, miles quedan excluidos de la educación virtual. Sin IFE, sin un plan de alimentación saludable para niños y niñas, sin licencias pagas, no se puede abordar el problema del hambre y la desocupación que azotan a las familias de nuestras escuelas. Mientras aumenta el frío y en las escuelas nos congelamos.

Golpear con UTE, pero marcando nuestra propia perspectiva

En Ademys también se abren posiciones sobre cómo intervenir en esta situación de profunda crisis sanitaria, económica y social. Queremos dejar planteado el debate, sobre lo que consideramos errores políticos de la dirección y las agrupaciones que lo conforman, en perspectiva de pensar cómo intervenir en el conflicto que atraviesa al conjunto de la comunidad educativa, desde un sindicato que es referencia del sector más combativo y consciente de la docencia.

Hay que ser claros sobre las responsabilidades políticas y no confundir los enemigos. El gobierno nacional de Alberto Fernández es tan responsable de nuestros compañeros muertos, como Larreta. La falta de vacunas es su responsabilidad, por no declarar de utilidad pública el Laboratorio de Sigman para la producción de las mismas, priorizando las ganancias de los laboratorios por sobre la vida y la salud de millones. Todo lo que se produjo acá, se fue al exterior. Una gran estafa que cuenta con la ayuda del gobierno. El proyecto del Frente de Izquierda, que no sólo exige la liberación de las patentes sino que apunta a la declaración de utilidad pública de todos los laboratorios que puedan producir vacunas, no fue tratado. Una medida de emergencia elemental que podría haber salvado la vida de miles de trabajadores.

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Desde Ademys tenemos que ser contundentes en esta denuncia sobre las responsabilidades políticas. Hacia la docencia que se organiza en el sindicato y los trabajadores de las escuelas que están haciendo una experiencia con el gobierno nacional. En cualquier instancia en la que participemos, incluso en las impulsadas en en común con UTE, tenemos que ser claros, tanto en nuestro discurso, como en las consignas que levantamos. No es capricho, de no hacerlo estamos alimentando parte de la campaña electoral del kirchnerismo en la Ciudad, algo que la UTE no gasta tiempo en ocultar.

Pero no solo eso, con 6 de cada 10 niñes pobres es imposible no sacar la conclusión de que el gobierno de Alberto es responsable. Son familias subsumidas en la pobreza absoluta, mientras el gobierno nacional abraza los planes del FMI que todos ya sabemos lo que significa para el pueblo pobre y trabajador. Alcanza con mirar Colombia y ver cómo el sometimiento al imperialismo hoy desata la rebelión de un pueblo que dice BASTA.

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Para defender y sostener nuestra herramienta de lucha que es el paro tenemos que impulsar un gran fondo de lucha unificado contra los descuentos, que aporten todos los sindicatos y organizaciones que apoyan nuestra lucha, la CTA debe impulsar ya mismo esta campaña y brindar su aporte.

También tenemos que ser contundentes en llamarlos a instancias de deliberación común, no podemos permitir que nos sigan dividiendo. Mientras la conducción celeste continúa llamando a plenarios clandestinos y divididos por áreas, Ademys continúa debatiendo en asambleas abiertas. Pero si hasta conferencias comunes se hacen ¿Tan dificil puede ser convocar a deliberar y decidir en plenarios en común el plan de lucha? Hay que decírselo cada vez que compartamos una acción e imponerlo con mandatos desde las asambleas de escuelas.

¡A las calles este miércoles coordinando con salud por nuestras demandas!

Cómo ya hemos debatido aquí, “Asamblea de Ademys: necesitamos fortalecernos y un plan de lucha para ganar” la medida de paro es efectiva si es la herramienta que permite organizar la lucha, las escuelas, unirse a las familias. Un paro “sanitario” “para seguir cuidándonos”, no es una medida de fuerza, es un recurso administrativo para justificar el ausentismo en las escuelas. Creemos importante que las y los docentes que quieran contar con esta herramienta gremial puedan hacerlo. Pero aclaramos que esa no es nuestra estrategia, que tenemos que pensar cómo superar las salidas individuales para orientar hacia la construcción de las fuerzas necesarias, un plan de lucha para ganar.

Tal como propusimos en la última asamblea de Ademys, tenemos que confluir con la jornada nacional convocada por salud el miércoles 12 en una marcha de antorchas. Por su parte, UTE también convoca a “sumarse” junto a lxs compañerxs de ATE”. Sobre la base de estas convocatorias, el miércoles tiene que ser una verdadera jornada de coordinación entre trabajadores de la educación, de la salud, estatales, del transporte. Para que no sea un saludo a la bandera, tenemos que tomarla en nuestras manos, exigiendo a la CTA que llame al resto de los sindicatos, como el Subte que ya lleva 11 fallecidos por COVID y 500 contagios sin plan de vacunación a la vista. Necesitamos construir una fuerza real, en las calles, que unifique nuestras demandas y se proponga torcerle el brazo a los gobiernos que pretenden que seamos nosotros los que paguemos los costos de la crisis con nuestra salud y nuestras vidas. La unidad con otros trabajadores, que son las mamás y papás de nuestras escuelas, puede ser una fuerza poderosa que cambie el rumbo. Miremos Neuquén. Tenemos que ir por una gran movilización en las calles.

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Vamos por Comités entre docentes, auxiliares, familias y estudiantes para coordinar y construir nuestras propias fuerzas

Desde la 9 de Abril venimos planteando e insistiendo en la necesidad de organizar las escuelas junto a las familias y el conjunto de la comunidad, así lo hacemos en el con el Comité de higiene y Seguridad del colegio Pueyrredón, en Barracas desde el Normal 5 organizando el comité de apoyo a la lucha educativa , en el barrio de Lugano, en el Bajo Flores desde la Escuela 12 y en tantas otras escuelas donde permanentemente proponemos iniciativas que tiendan a unir nuestros reclamos. Sabemos que no es fácil, que la política de los gobiernos es dividirnos, enemistarse. Pero nosotros que conocemos de cerca a las familias sabemos que el “quedate en casa” del DNU de Alberto tampoco resuelve sus vidas. Ellas siguen saliendo a laburar, a ganarse el pan, no cuentan con conexión a internet, ni licencias o teletrabajo para quedarse en casa y acompañar la educación virtual. Por eso nuestra pelea es junto a ellas. Contra una presencialidad que se cobra la vida de todos aquellos que no recibieron vacunas, pero también contra la política de un Gobierno Nacional, más afín a garantizar las ganancias empresariales y la dependencia al FMI y sus planes, que a poner todos los recursos para cuidar las vidas de las familias trabajadoras. Es con esta perspectiva cómo vemos necesario intervenir en cada asamblea, cada acción y cada jornada de lucha.