Aprovechando el periodo vacacional, el director de la facultad de Filosofía y Letras, Jorge Linares, impuso una serie de medidas por la seguridad de la facultad, entre las que se encuentran la credencialización y el cierre de salones con llave.
Joss Espinosa @Joss_font
Jueves 17 de agosto de 2017
Desde finales del semestre pasado, desde la Rectoría, y en particular en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) se impusieron una serie de medidas (cámaras, credencialización, vigilancia UNAM), ante los casos de violencia al interior de Ciudad Universitaria. Aprovechando el periodo vacacional la dirección de dicha facultad implemento otras medidas, que en ningún momento fueron consultadas con estudiantes, trabajadores y académicos.
La primera medida es el cierre de todos los salones con llave, a la cual solo podrán acceder los profesores, si las piden antes de su clase, y la misma tendrá que ser devuelta al finalizar la clase. Esta medida se impone en el marco de los pocos espacios que tienen los alumnos para realizar actividades extra académicas; dado que los salones son ocupados para realizar trabajos, asesorías, etc, y por otro lado, las autoridades vienen implementando un ataque contra los espacios del activismo estudiantil.
A pesar de que en el comunicado donde se anuncian estas medidas, se dice que los salones pueden ser pedidos por los alumnos con anticipación, se sabe que es muy difícil que te otorguen uno, aunque se pida con antelación.
Junto con esto, se prohíbe el consumo de alimentos al interior del salón de clases, aunque podría parecer absurda la medida, en realidad obvia que hay compañeros que estudian y trabajan, y es bastante complicado darse un espacio para comer entre las clases.
Por otro lado, se implementaran botones de pánico en todos los baños, medida implementada en otras facultades y escuelas, y que no ha resultado efectiva. Dado que solo mete a la comunidad en una cierta paranoia, dado que no se sabe cómo actuar.
Por último, como ya se había realizado en las semanas finales del semestre pasado, todos los viernes se pedirá credencial para acceder a la facultad, esto para evitar que “personas ajenas cometan actos indebidos”, obviando que el problema de violencia es más grande, y que ésta medida lo único que promueve es cerrar la facultad al pueblo podre y trabajador, y a los jóvenes precarizados que –producto de la misma elitización de la universidad– no pueden estar inscritos en las carreras, pero que muchas veces van de oyentes.
Por si fuera poco, el número de cámaras aumentará, a pesar de que ha habido casos de espionaje en reuniones y asambleas estudiantiles al interior de la universidad. Las cámaras únicamente traerán mayor control y vigilancia a los estudiantes, trabajadores y académicos disidentes.
Contra la antidemocracia, la elitización y las medidas securitaristas
Desde la Agrupación Juvenil Anticapitalista (AJA), denunciamos las medidas implementadas de manera antidemocrática. Si bien, la problemática de la inseguridad es una preocupación real de la comunidad estudiantil, de los trabajadores y académicos –pues somos los que realmente vivimos eso dentro da la universidad- no creemos que estas medidas y las que implementó Rectoría (cámaras, vigilancia UNAM, y rejas) resuelven el problema.
Las salidas a esta problemática, tienen que surgir de la autorganización tripartita de los sectores que componemos esta facultad. Aunado a la recuperación de los espacios marcados como “puntos rojos”, para llenarlos de actividades políticas y culturales para que no nos sintamos inseguros en los mismos.
Las medidas tomadas por la dirección de la facultad, lejos de resolver los problemas, apuntan a cerrar la facultad a otros sectores, y restringe nuestro desarrollo al interior de la misma.
Convocamos a toda la comunidad a nutrir la próxima Asamblea General de la FFyL, el próximo 24 de agosto, a las 14 hrs, en el jardín Rosario Castellanos, para poder discutir estas problemáticas.