La fiscalía lo acusa de causarle lesiones graves agravadas por placer. También está imputado el dueño de la empresa por no haber hecho nada al respecto.
Martes 23 de agosto de 2016 09:23
El supervisor de un call center, Federico Rossini, está acusado de haber acosado sistemáticamente a una empleada, a la que le causó daños físicos y psicológicos.
A su vez, la empresa Impresso SRL conocía los tratos vejatorios y humillantes hacia la empleada, Rossini cometió abuso de poder utilizando su superioridad jerárquica, por ello la fiscal Liliana Sánchez, imputó también Edmundo Bocca, dueño de la firma.
La fiscalía declaró: “La trataba de loca, inútil, muerta de hambre, le decía que no servía, le aplicaba sanciones arbitrarias, y le provocó un estrés de tal magnitud que le produjo crisis de pánico y gastropatía leve, según el informe médico”.
El abogado de la denunciante, Pedro Despouy aseguró que se trata de la primera imputación conocida en el país por el delito de mobbing laboral: “Esto es novedoso porque es el primer antecedente nacional de este tipo”.
Sin dudas es un precedente para las tantas vejaciones que sufren los trabajadores y las trabajadoras de los centros de contacto.
Como ya hemos denunciado anteriormente, los malos tratos, la mala liquidación de haberes, el estrés, entre otros, son los pesares que día a día sufre la juventud precarizada en los call centers.
