Gustavo Valdés fue a Goya y allí lo esperaban trabajadoras y trabajadores de la salud que cobran entre $16.000 y $19.000 mensuales. El gobernador de Juntos por el Cambio fue increpado mientras inauguraba obras en el Hospital de Goya como parte de su campaña por la reelección.
Martes 29 de junio de 2021 09:01
El viernes 25 el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, en un acto inauguró la segunda etapa del quirófano del hospital de la ciudad de Goya. Durante la recorrida por el edificio, el personal de salud intentó entregarle un petitorio en mano al mandatario correntino denunciando la inestabilidad laboral, la inferioridad en remuneraciones, que no cuentan con los beneficios del “Plus”, “Bono”, aguinaldo o aranceles.
Y además, le plantearon que existe un trato diferenciado respecto a días feriados, fines de semana, pagos en fechas posteriores a vencimientos de deuda.
La respuesta que recibieron fue el rechazo a ser escuchados. Tras momentos de tensión uno de los secretarios de Valdés tomó el petitorio consensuado por los trabajadores del hospital, que vienen organizándose desde antes del inicio de la pandemia.
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Como trabajadores colegiados, los enfermeros correntinos deben acreditar el pago del monotributo, lo que acentúa aún más las diferencias salariales. “Ganamos $ 16.000 de sueldo… ¿A usted le parece que no nos merecemos una respuesta?”, fueron las palabras de una de las enfermeras que increparon al gobernador.
Esto quedó registrado con los teléfonos celulares de los trabajadores de salud y que luego se difundieron por redes sociales.
La solución que al parecer tiene para ofrecer el gobernador, que espera su reelección, es la de ignorar a los trabajadores.
La Izquierda Diario recibió testimonios de enfermeras conveniadas que dan cuenta de la situación de precariedad en que trabajan. Rosalia López, enfermera de neonatología del Hospital Regional de Goya, pide “que se vea lo que vivimos ya que nadie nos escucha. Hace cinco años que estoy de manera conveniada. El convenio nos obliga a ser monotributistas para que podamos facturar y así poder cobrar el sueldo. Trabajamos entre 8 y 16 horas según necesidad del servicio. Nuestro sueldo varía entre $ 16.000 y $ 19.000 dependiendo de la cantidad de guardia que hagamos, dependemos del Colegio de Enfermería de la provincia, no tenemos seguros, ni ART (ellos dicen que sí, pero es mentira)”.
En su caso paga $ 2.600 de monotributo con obra social y aportes sólo para ella. “La verdad es que no me da el sueldo para pagar la obra social para mis dos hijos, además rentas que son alrededor de $ 500, cobramos el bono covid de $ 12.000 cuando los de planta cobran $ 14.000, no sé a qué se debe el descuento que nos hacen; trabajamos igual y a la par de ellos, por embarazo no te pagan, te dan solo un mínimo del sueldo durante seis meses, que estás parado. No tenemos aguinaldo, ni nos pagan vacaciones y no podemos acumular francos, hasta a veces nos hemos comprado elementos de trabajo para poder realizarlo, ya que muchas veces nos faltan barbijos y máscaras”, detalla Rosalia.
La enfermera agregó que tampoco cobran arancel y no estén registradas en el Plan Nacer. “Los de planta y contratos sí lo están, por nuestra condición quedamos exentos de todos estos beneficios, pero tenemos las mismas obligaciones, se mandó cartas al Ministerio de Salud, al gobernador, al director del hospital y al presidente del colegio el licenciado Juan Salinas, pero nunca tuvimos respuestas. Realizamos el año pasado siete marchas en Goya y fueron representantes a las marchas realizadas en la capital correntina, con compañeros de toda la provincia, ya que todos somos precarizados laboralmente, enfermeros, administrativos, ambulancieros”, denunció López.
La trabajadora agrega: “No nos conformamos más con una beca estudiantil, queremos contratos o planta permanente, contratos que vengan con nombres y apellidos, no más acomodos políticos o por antigüedad. Tengo compañeras que trabajaron ad honorem y otra con un hijo con discapacidad que no cobra ninguna ayuda, ni AUH ni SUAF, ni una pensión de ningún tipo, tengo una compañera que se accidentó y nunca le atendieron de la ART, embarazadas que no les han pagado, muchas situaciones similares, pero no sé si se animaran a contar”.
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Por su parte Noemí Altamirano relató que está “trabajando por una beca hace cuatro años, pero presto servicio hace siete años, antes lo hacía por convenio y un año lo hice ad honorem. Tengo 42 años, no tengo aporte jubilatorio, no cobro aguinaldo, ningún beneficio tenemos. La verdad que nuestra situación es lamentable son muy pocos los beneficios que tenemos como becarios, ya que esta es una beca para estudiantes, la verdad que hace un año venimos haciendo estos reclamos y luchando para ser escuchados y solo somos ignorados y nada más”.
Romina Maidana agrega que lo que están reclamando “es un contrato y sueldo digno, es una vergüenza lo que se cobra, pagamos AFIP, obra social, si tenemos hijos tenemos que pagar sí o sí, trabajamos a la par de los que están en planta permanente y contratados, no tenemos reducción de horarios, ni nada, tampoco tenemos aportes jubilatorios, nos descuentan un 8 % por ser colegiados, en fin lo único que pedimos es contratos cuanto antes, un sueldo digno para el trabajo que hacemos sobretodo en plena pandemia, por ser colegiados nos pagan cuando quieren, no tenemos una fecha exacta de pago; yo estoy en el servicio de quirófano, acá se inauguraron quirófanos nuevos, que habrá salido por todos los medios pero falta personal, trabajamos 2 personal, o 3 como mucho, para 6 quirófanos, no damos a basto y por un sueldo que no es justo. Y del presidente Fernández nunca llegó el plus de $6500 a los trabajadores de salud, que anunció en abril, hasta ahora estamos esperando”.
Noemí Ramirez explicó: “Soy enfermera conveniada. Me desempeño en el servicio de Neonatología, para ingresar al convenio nos piden que seamos monotributistas. Así es que pago monotributo todos los meses, pago rentas, no tengo obra social, no tengo aporte jubilatorio. En el servicio que estoy somos el 95% del personal conveniados y becados. Solo el 5% es de planta. Y trabajamos a la par de ellos. En el trabajo somos iguales, cumplimos los mismos horarios (8 hs diarias), y realizamos el mismo trabajo. Y por eso estamos luchando para que se nos reconozca y nos den un contrato o pase a planta permanente. Ya se presentó nota, nunca obtuvimos una respuesta”.
Andrea Ortiz también quiso compartir su testimonio. “Quiero dar mi testimonio de lo que me pasó a mí cuando tuve un accidente y quedé a la deriva con respecto a pago de sueldo y seguro. En diciembre del año pasado tuve un accidente, que no fue laboral porque no estuve trabajando ese día. En el golpe me rompí los meniscos de la rodilla. Me dieron 15 días al principio. Después tuve que comenzar otra vez. Al no poder seguir porque me dolía y apenas caminaba durante la guardia. Pedí dejar de trabajar porque no servía así. La cuestión es que al averiguar si tenía ART a quien acudir para recibir ayuda, me dieron un número de teléfono al cual me cansé de llamar y nunca conseguí respuesta. El Señor Salinas, quien es el presidente del colegio de enfermeros, se desligó totalmente de mí y de mi situación. Él me había dicho que llame a la ART porque me correspondía que algo me cubra al menos para gastos”.
“Nosotros pagamos como convenidos una cuota que incluye seguro. Con respecto a mi sueldo, al principio me dijo que me iba a pagar la totalidad del mes que comúnmente cobramos, pero no fue así. Me pagó la mitad del sueldo. Y lo hizo bajo mi insistencia porque no me depositaron. Tampoco recibí por dos meses el bono covid por no poder trabajar. Con todos los gastos que llevó mi recuperación, quedé a la deriva. No podemos ni enfermarnos porque eso nos provoca un caos”, finalizó Ortiz.
Los testimonios son muestra acabada de quienes sostienen el sistema de salud en la provincia de Corrientes. La Izquierda Diario acompaña la lucha de los trabajadores e invita a mandarnos sus denuncias, para que juntos podamos reflejar la realidad desde abajo y a sumarse a nuestra comunidad para seguir los conflictos, los ejemplos de coordinación y lucha de todo el país.
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