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Red Internacional
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Coto otra vez oculta un caso de coronavirus

La empresa de Alfredo Coto, una vez más, oculta dos casos positivos. En esta oportunidad, en la sucursal 80 del barrio porteño de la Recoleta.

Sábado 11 de abril de 2020 20:16

Christian trabaja en el área de envíos de la sucursal 80 de la cadena Coto. Hoy se encuentra internado en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires con un diagnóstico positivo de Covid-19.

Nos comunicamos con su pareja, Rocío: “Cuando Christian empezó con los síntomas, llamó al médico. El médico nos consultó si había alguien con sospecha de dengue o coronavirus en la sucursal de Christian y le dijimos que no, porque no sabíamos. El martes 7 de abril nos avisan que está internado un compañero de esa sucursal por sospecha, pero si era por COTO, nunca lo hubiésemos sabido”, comenta con evidente bronca.

La semana pasada dimos a conocer una denuncia que nos hizo llegar un trabajador de la sucursal 46 de Once. Allí relataba el accionar terrible de la patronal. La gerencia primero negó la existencia del caso a los propios trabajadores. Luego, tras una manifestación, estos lograron el cierre del local. Finalmente, el supermercado abrió al día siguiente como si nada hubiera pasado. Incluso había comunicado al público que el cierre se había producido para tareas de “mantenimiento preventivo”.

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Ahora nos encontramos con otra cadena de ocultamientos, esta vez en la sucursal 80. Por un lado, la empresa negó la existencia del caso positivo del compañero de Christian a sus propios compañeros. Tampoco dio aviso a los clientes. El gerente decidió cerrar la sucursal de un día para el otro aduciendo una supuesta desinfección ordenada por el Gobierno de la Ciudad. Ni una palabra sobre el trabajador infectado. Al día siguiente, abrió como si nada, otra vez.

“A los empresarios no les importa mucho tu vida, lo oí tantas veces, pero uno vive como un robot diseñado a dar tu fuerza física y mental para otros o para generar dinero”. Con estas palabras, Christian decidió, a través de un mensaje en Facebook, contarle a sus allegados y compañeros que dio positivo su test. “Me dijeron que no diga nada, me importa un carajo”, continúa. La “sugerencia” de que no diga nada, fue directamente desde el área RRHH.

“Hoy (por el miércoles) COTO abrió, algunos compañeros de Christian no fueron a trabajar esperando los resultados de él, pero hay otros que si fueron y los supervisores hicieron una lista negra con las personas que fueron, divulgando las cosas de las que no fueron a trabajar y de las que se quejaron”, concluye Rocío, quien por estos días se encuentra esperando el resultado de su test.

“Antes que se dicte la cuarentena, cuando los supermercados se empezaron a llenar de gente, la sucursal 80 tuvo muchos pedidos, mucho más que en navidad. Christian hacía hasta 14 horas y sin francos. Cuando le dieron el alcohol en gel (que lo dieron tarde) quedaba en la sucursal (no llevaban al envio), daban uno o dos por sector (eso luego de varios reclamos). En casa tomamos todas las medidas que nos indicaron, lo que falló fue COTO”.

“La empresa quiere tapar todo y por eso hicimos el video en Facebook, para que los demás se animen a decirlo y no lo oculten, que no tengan miedo, es más importante la vida de la gente.”

Ante el desprecio de las patronales por la vida de los trabajadores, es de primer orden la creación de comités de salubridad e higiene junto a abogados y técnicos especializados para que sean los propios trabajadores y trabajadoras, de manera democrática, quienes determinen si están dadas las condiciones para realizar las tareas y, en caso contrario, determinar en asamblea el inmediato cese de actividades, sin que las patronales puedan tomar represalias.