Amparada por el ministerio de trabajo, la empresa acaba de despedir a 600 trabajadores en medio de un conflicto en reclamo por un bono salarial impago desde diciembre.
Viernes 30 de enero de 2015
Foto: Archivo. Trabajadores despedidos bloquean los portones de la planta
Rasic Hnos. despidió recientemente a 600 trabajadores que están de paro desde el lunes de esta semana, en reclamo de un bono salarial acordado a nivel nacional por la Cámara de Productores Avicolas. La empresa, segunda del sector a nivel nacional, se niega a pagarlo desde el mes de diciembre, mientras la industria avícola facturó en 2014 ganancias por 57 millones de dolares.
La respuesta de los trabajadores fue contundente: Paro en la planta II ubicada en la localidad de El Jaguel y bloqueo de la planta I ubicada en la localidad de La Unión. En esta última, la empresa contrató recientemente a 250 operarios nuevos y los hace trabajar de lunes a lunes mostrando que lejos de estar en crisis, busca aumentar su ganancias a costa de la salud de los trabajadores. Los ritmos de producción son infernales donde sólo en la planta II se procesan 150 mil pollos por día, con mínimas medidas de seguridad e higiene.
Con estos 600 despidos, los hermanos Rasic quieren sacarse de encima a aquellos trabajadores que empezaron a levantar cabeza, y a enfrentar las terribles condiciones de trabajo.
En un año electoral y en un claro gesto del sciolismo hacia los empresarios, el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Bs. As. dirigido por Oscar Cuartango, esta al servicio de la empresa dictando resoluciones que no favorecen a los trabajadores y por el contrario son cómplices de que dejen 600 familias en la calle.
Sin embargo, el ejemplo de la lucha de los trabajadores de Lear ("Los indomables") se extiende entre los trabajadores y muestra el camino para enfrentar los ataques.
Hoy a las 11 de la mañana habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo situado en la ciudad de Plata.
Los trabajares decidieron en asamblea mantener el bloqueo en la planta I durante toda la noche, como forma de presión para la negociación y muestra clara de la determinación para enfrentar los despidos masivos.