Violencia de Género. Cristian Aldana recurre a Dios para defenderse de las acusaciones

Pecados

“Estar en la cárcel es el infierno”, dijo en la entrevista. Con más de una decena de denuncias en su contra por abuso sexual, el músico dice desconocer a la mayoría de las chicas pero reconoce haber salido con una de ellas cuando era menor de edad. “En esa época Carolina tenía 17 años y era muy independiente, no sólo de su familia, sino también de mí”, se excusa.

El 22 de diciembre, la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres formalizó la denuncia penal por delitos de abuso sexual agravado y corrupción de menores que figuran en los artículos 119 y 125 del Código Penal. Desde ese día el cantante comenzó a defenderse.

#YaNoNosCallamosMás

“Lo conocí a los 13 años. Él me decía qué tenía qué decirle a mi madre y qué no“, relata una de las denunciantes, destacando que “cuando hice la denuncia, me dicen que en la UFEM habían entrado seis denuncias penales más por abuso sexual a menores y corrupción de menores, y ahí empezó todo esto que hoy se está visibilizando”, agregó.

Según informó la UFEM, la mayoría de esas denuncias fueron presentadas en mayo de 2016.

Vestido de monja

Desde el año pasado, en Facebook existía una página llamada "Ya no nos callamos más", pero luego fue bloqueada. Muchas de las chicas que lo denuncian dejaron sus testimonios por abusos que hubiere propiciado el cantante del Otro Yo. Desde esa misma web, se organizó un escrache a Aldana quien asistió vestido de monja provocando a las asistentes.

Ni un millón de canciones

A pesar del pedido del abogado defensor y de lo mediático que es el cantante, la Cámara Nacional rechazó el pedido de excarcelación y el juez Roberto Ponce ordenó su procesamiento con prisión preventiva y un embargo de sus bienes por $ 2.5 millones.

Es así como desde la cárcel y de forma epistolar el cantante dice estar muy afligido por todas las mentiras, cuenta cómo se refugia en la música y cómo “en estas horas difíciles nombro y le pido a Dios; me pongo en sus manos y mantengo la fe”.