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Red Internacional
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EL CONGRESO QUE VIENE. Cristian Ritondo, el elegido por Macri para ser el presidente del bloque PRO en Diputados

Desde el 10 de diciembre el ministro de Seguridad bonaerense será el jefe de la bancada del macrismo en Diputados. La agenda de seguridad, mano dura y criminalización de la juventud lo tendrá junto a Sergio Massa del Frente de Todos, futuro presidente de la cámara, como uno de sus principales promotores.

Viernes 1ro de noviembre de 2019 00:28

Cristian Ritondo, actual ministro de Seguridad bonaerense, es el elegido por Macri para presidir el bloque del PRO.

Desde el 10 de diciembre, día en que asumirá como diputado junto a todos los que fueron electos recientemente, se convertirá en el jefe de la bancada que pasará a tener 51 diputados. Así, cambiará también la configuración interna del actual oficialismo, ya que la UCR pasará a tener en principio (y según como finalice el recuento definitivo) 44 integrantes. Por este motivo, Ritondo también aparece como el máximo candidato para suceder al radical Mario Negri como presidente del interbloque de Juntos por el Cambio.

Por su parte, Negri buscará revalidar títulos como presidente del bloque radical, lugar que también aspira a ocupar el actual gobernador mendocino Alfredo Cornejo.

Una pesada historia

Ritondo comenzó haciendo política como puntero justicialista del barrio porteño de Mataderos. Ahijado político del menemista Miguel Ángel Toma, en sus inicios estuvo bajo la protección del exintendente Carlos Grosso. siguió el típico derrotero que siguieron la mayoría de los políticos identificados con la derecha peronista: de Menem a Duhalde, para terminar en el PRO.

Entre sus cargos en la función pública figura el haber sido viceministro del Interior en el gobierno de Eduardo Duhalde (2001- 2003), y luego, ya en las filas del PRO, diputado nacional (2006-2007). En 2007 fue elegido legislador porteño, cargo en el que se desempeñó hasta el 2011, para luego ser el vicepresidente de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. El 10 de diciembre, María Eugenia Vidal lo designó como ministro de Seguridad de su Gobierno, en la Provincia de Buenos Aires.

La marca de la gorra

En sus tiempos en la Ciudad de Buenos Aires, Ritondo fue uno de los más insistentes en el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires.

Ya en funciones como ministro de Seguridad, fue uno de los principales defensores, junto a Macri y Patricia Bullrich, del policía Luis Chocobar. Un aval liso y llano al gatillo fácil, que coincide con toda su trayectoria política.

Una política que sin duda lo único que logra es el envalentonamiento de las fuerzas, que se sienten respaldadas en su accionar y con mayor impunidad para hacer lo que hacen todos los días: criminalizar y perseguir a los jóvenes de los barrios mientras son los organizadores del gran delito. El caso de los pibes de San Miguel del Monte, o el asesinato de Diego Cagliero, donde efectivos de la Bonaerense lo fusilaron sin mediar palabra en Martín Coronado, no hacen más que confirmar las consecuencias de esta política reaccionaria.

Respaldo a las políticas represivas

Lejos de ser cuestionado, Ritondo fue premiado para estas elecciones: encabezó la lista de diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires y ahora será el jefe de la bancada del PRO en Diputados.

Una decisión que tiene como espejo a Sergio Massa, por el lado del Frente de Todos. El tigrense, también cabeza de lista de diputados nacionales por la provincia, irá a partir del 10 de diciembre por la presidencia de la Cámara de Diputados.

Tanto Massa como Ritondo muestran infelices coincidencias en la materia: ambos son defensores de la idea de bajar la edad de imputabilidad y se han mostrado a favor de que el Ejército actúe en tareas de seguridad interna, llenado de militares los barrios populares.

En medio de una grave crisis económica y social, el empoderamiento de personajes como Massa o como Ritondo en funciones tan importantes de cara al Congreso que se viene, es un llamado de atención para todos los que que pelean día tras día contra el gatillo fácil, la represión y la violencia estatal.