DESAPARICIÓN FORZADA. Cristina Castro: “No me puedo dar el lujo de que Facu sea uno más”

Cristina Castro mantiene la fuerza para seguir denunciando lo que pasa en la causa que investiga la desaparición de su hijo. Explica por qué reclama que Sergio Berni se tiene que ir.

Está segura de que la Bonaerense es la responsable de la desaparición de su hijo y que el fiscal obstruye esta línea de investigación.

Una de las primeras frases que se la escuchó a Cristina Castro, a pocos días de comenzada la búsqueda de su hijo Facundo, fue “los pobres no tenemos ni plata ni miedo”. No sabíamos que esa frase trazaría con profundidad su lucha por verdad y justicia.

Este domingo, después de que se hallara el cuerpo que sería de Facundo, Cristina lanzó otra de sus fuerte verdades. Dice que pudo reconocer en ese cuerpo mutilado, la contextura de su hijo y afirmó que “apareció porque hinché mucho las pelotas”. Con esta frase, en conferencia de prensa, confirmaba que no confía más que en su lucha y en quienes la acompañan en esto.

“Quiero esperar la autopsia, pero yo siento que es él”, dice Cristina ante Infobae. Este martes, la mamá de Facundo, vuelve a afirmar con firmeza los temas que viene denunciando. Ante el periodista Fernando Soriano, sostuvo que “Berni nunca estuvo cara a cara conmigo. Y agradecerle al Presidente y al Gobernador por el hecho de estar. El Presidente demostró que tuvo una enorme calidez humana. Y que realmente se está poniendo en mis zapatos”.

Sin embargo, no la tranquiliza el respaldo presidencial. Relata lo que conoce sobre la actuación de la Policía Bonaerense de Villarino el día que detuvieron a su hijo y qué hicieron los días posteriores. Desde este domingo Cristina sostiene que el cuerpo que apareció el sábado fue plantado. Además, le parece macabro la aparición de la zapatilla, idéntica a la de su hijo, cerca del cuerpo, pero que además estaba limpia, intacta, ni barro tenía.

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Fernando Soriano relata la foto en la que se ve a Facundo de espaldas y delante de un móvil policial, junto a un policía, Mario Gabriel Sosa, donde se ve la zapatillas que llevaba puesta. Sobre esa foto, Cristina se pregunta: “¿Por qué la foto se la sacó la policía Jana Curuhinca de espaldas y no de frente?”. Y responde, con su hipótesis: “Porque ya estaba todo golpeado”.

Cristina conoce cómo viene actuando la Policía desde el comienzo de la cuarentena. Por esto supone que a su hijo lo golpearon por no tener el permiso para circular. Además denuncia el trabajo del fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez, para quien pidió su remoción dos veces. “Creo que el fiscal no tiene la capacidad para enfrentarme. Nosotros somos laburantes, lo que le hicieron a mi hijo no tiene nombre. Y no vamos a parar hasta que se sepa la verdad y todos ellos vayan presos. No les voy a permitir al fiscal, ni a la jueza ni a nadie que encubran a los policías”, subraya Cristina.

La fuerza por justicia no se doblega

“Cuando me pasa esto con Facu era distinta mi forma de verlo. Decía ‘si yo no soy fuerte a mí me van a pasar por arriba, nunca voy a encontrar a mi hijo’ y yo no quería, no quería que Facu sea un número más de tantos”, dice Cristina a Infobae.

Allí explica: “No me puedo dar el lujo de que Facu sea uno más”. Y relata la actuación de cada agente de la Bonaerense que estuvieron implicados en la desaparición de Facundo: Jana Curuhinca, quien saca la foto de la primera infracción; Siomara Flores, hermana de madre de Curuhinca y pareja de un comisario de la zona, quien dice que llevó a Facundo al siguiente pueblo, Teniente Origone; luego, en Origone, alguien vio tirado al costado de la ruta a Facundo y avisó a la Policía. Ahí apareció el agente Alberto González. Desde allí no se sabe nada de Facundo.

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Cristina siente que a su hijo “lo mataron como a un perro”. Y cree que el cuerpo es el de su hijo y que lo plantaron allí “porque eso lo hace coincidir con el testimonio de la mujer que dice que lo llevó hasta el cruce de la ruta 3 y la 22”. Cristina dice que le gustaría hablar con la “testigo H” y con el pescador que alertó a la Policía de la presencia de un cadáver. “De fiscalía no me están dando los nombres. Y yo quisiera hablar con estas personas, tengo todo el derecho del mundo”, reclama.

“Prometí que a mi hijo esté como esté lo iba a traer de vuelta. Esta es su casa, se crió acá. Somos su familia. Y les prometí: voy a traer al Flaco de vuelta, esté como esté. Cuando yo tenga la certeza de que es mi hijo lo voy a traer a descansar. Y después me voy a volver a poner el poncho de mamá. Ayer me saqué ese poncho y me di el lujo de quebrarme, una vez que traiga a mi hijo de vuelta a Luro voy a salir a pelear hasta ver presas a estas personas”.

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