En un nuevo discurso, Cristina Fernández apuntó hoy contra quienes “relativizan y hasta estigmatizan el rol del Estado”, criticó a los “peleles manejados por las corporaciones” y pidió a la oposición “no asustar a la gente con propuestas de ajustes”.
Jueves 24 de septiembre de 2015
Fotografía: DyN
A casi un mes de las elecciones nacionales y en la ciudad de Posadas, Cristina Fernández realizo una nueva cadena nacional para inaugurar el nuevo edificio del hospital Fernando Barreyro.
Acompañada por el gobernador misionero Maurice Closs llamó a los candidatos de la oposición a "no asustar a la gente con propuestas de ajustes y haciéndoles creer que el ajuste puede ser bueno".
"Los que quieren ajustar son los que nunca pasaron hambre, tuvieron necesidades, por eso la palabra ajuste les sale fácil, los que las tuvimos que yugar desde abajo, sabemos la necesidad de tener un Estado".
Con esta frase lanzó un directo cuestionamiento hacia el jefe de Gobierno y candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri. Y siguió: "en la Ciudad de Buenos Aires, en algunos lugares piden documento de identidad para ver si te atienden o no a un chiquito enfermo. Hay algunos que andan reclamando en la Capital que les paguen la cuota que le corresponde (pero) si no la pone el Gobierno nacional, no se la pone nadie al Garrahan".
Tal vez el calor no le permitió recordar que el macrismo, junto con FpV, comparten la administración del Garrahan y son los mismos que lanzaron un plan de ajuste con una campaña pública anunciando que peligran los sueldos de todo el personal, y que sería necesario suspender el plan de obras y mantenimiento.
Cinismo si los hay también por parte del gobernador misionero Closs, quien luego de admitir hace unos años, luego de la muerte de 3 niños que más de 6.000 chicos padecen de desnutrición, cerró una unidad hospitalaria de desnutrición infantil aguda por considerarla “no necesaria”.
Lo de “no asustar a la gente con propuestas de ajustes” claramente no le cabe solamente a la oposición. También es parte del rol del Estado.
En una constante defensa de su gestión sostuvo que "es una cuestión de sentido común, no es que seamos tan buenos, hemos comprendido el rol del Estado en la promoción de los jóvenes y la protección de los que menos tienen porque eso también hace al crecimiento al ascenso social de las clases medias, de los científicos, los comerciantes y de los industriales". Tal vez hubo alguna interferencia en la televisión, pero olvido mencionar una clase: la obrera.
"Cómo les iba a los industriales cuando les dejaban importar de todo, cómo les va ahora, que tienen mano de obra misionera y pueden vender lo que producen en los grandes centros urbanos".
Se referirá a la mano de obra barata misionera, que explotados por los empresarios que Cristina mantiene contentos, que son los que se la siguen llevando en pala. Al "proyecto de inclusión que alcanza a todos los sectores" le falta una parte, la de los millones de trabajadores en negro.
Ley de hábitat
La Presidenta también anunció que enviará al Congreso la "nueva ley de hábitat" que servirá para "regularizar la situación dominial de propiedad de más de medio millón de familias de la República Argentina".
Junto al candidato a vicepresidente del FpV, Carlos Zannini, precisó que la iniciativa beneficiará a "dos millones de personas que se encuentran en situación irregular" y permitirá que "puedan acceder a la titularidad de su vivienda".
¿Se regularizara finalmente la situación de los qom sobre sus reclamos territoriales? O Cristina seguirá sin recibirlos mientras protege al gobernador kirchnerista Gildo Insfrán a pesar de las reiteradas denuncias realizadas por organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y personalidades por las reiteradas represiones y asesinatos.
Finalmente, e invirtiendo el esquema habitual de sus actos públicos, probablemente para no interrumpir el partido de la Copa Sudamericana entre River y Liga de Quito, al culminar la Cadena Nacional, se realizaron tres videoconferencias para el anuncio de nuevas obras.