Compartimos esta colaboración de Claudio Albertani sobre la UACM.
Miércoles 4 de diciembre de 2019
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
De continuo anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.
— Francisco de Quevedo
El 3 de diciembre de 2019 quedará como un día funesto en la historia de la UACM. Ese día, con una decisión absurda, además de inédita en la historia del sindicalismo, una asamblea integrada por 377 trabajadores del SUTUACM votó mayoritariamente por entregar a cada afiliado un bono de 15 mil pesos, lo cual acaba con la casi totalidad de la caja común. Es de subrayar que hasta aproximadamente los 2 de la tarde el grupo entreguista había perdido todas las votaciones, pero de último momento llegó un tropel de profesores que cambió la correlación de fuerzas.
Triste espectáculo ofrecieron los 256 afiliados que al grito de “¡bono! ¡bono!” decidieron el despojo a espaldas de los estatutos, de la lógica sindical y del principio de ayuda mutua. Triste espectáculo ofrecieron los consejeros universitarios que acudieron en masa a la asamblea sindical haciendo gala de un protagonismo deplorable con el propósito evidente de fomentar el desmantelamiento de nuestro sindicato. Recordemos que, si bien la participación de los consejeros universitarios en la actividad sindical no es ilegal, en este caso es evidentemente ilegítima, pues este VI CU se ha autoasignado funciones administrativas que no le corresponden y, en ausencia de un rector, es la contraparte con la que la representación sindical tiene que negociar y lidiar.
Y por último, aunque no menos importante desde el punto de vista ético y político: triste espectáculo ofreció la asamblea al negar la palabra a los profesores de asignatura que, con justa razón, querían presentar su situación laboral que viola el contrato colectivo y la ley que nos rige.
Señalo lo siguiente:
1. la mejor manera para desfondar un sindicato es acabar con sus recursos.
2. La codicia que despierta don dinero es un gancho, pues el objetivo es nada menos que la UACM.
3. Hoy, cuando el gobierno de la ciudad intenta homologarnos a los institutos Rosario Castellanos, el objetivo es evidente: quitarle los dientes a la dirigencia sindical para facilitar el desmantelamiento de nuestra institución.
¡Alerta trabajadores!
¡No te acabes UACM!