En una masiva asamblea los trabajadores votaron una cuarta serie de huelgas para el 30 y 31 de mayo, 1 y 2 de junio. Esta lucha va adquiriendo un carácter cada vez más político contra el gobierno municipal de Ada Colau.

Cynthia Lub Barcelona | @LubCynthia
Sábado 7 de mayo de 2016
"No a la precariedad. No a la congelación salarial. Contra la reforma laboral" es la pancarta que encabeza las huelgas y protestas de los trabajadores y las trabajadoras de Metro.
Esta gran bandera que hoy representa a muchos sectores de la clase trabajadora, también había sido levantada por las "candidaturas del cambio". Pero después la cambiaron por otra bandera: la antihuelga, del lado de la patronal. Es la que levantan hoy los nuevos ayuntamientos "del cambio".
Esto no acalla a los trabajadores. Por el contrario, las consecutivas huelgas están adquiriendo un carácter cada vez más político, convirtiéndose en una piedra molesta para el gobierno municipal de Ada Colau.
Su lucha contra la precariedad laboral y la congelación de salarios choca contra los principales responsables de la empresa, que son dirigentes políticos de Barcelona en Comú. Es por ello que ahora tienen otra bandera mas "Ada Colau y M. Vidal, responsables de las huelgas y la precariedad en Metro".
Trabajadores de Metro a #BCNencomu: “Si no acaban con la #precariedad, donde vayan iremos” https://t.co/yRvS4B418l pic.twitter.com/xMr8uqHRFr
— IzquierdaDiario.es (@iDiarioES) 4 de mayo de 2016
La primer jornada de huelgas y protestas comenzó con un paro el 2 de febrero. El motivo: las condiciones de precariedad laboral. Así lo explicaban en una Carta a la ciudadanía: "Nosotros, los que realmente ’movemos Barcelona’, somos los que conducimos, los que atendemos las estaciones, el personal de mantenimiento, el personal de información, y vemos cómo empeoran nuestras condiciones laborales, así como también vemos que día tras día disminuye la calidad de los servicios que prestamos por el exponencial aumento de los contratos precarios. Aquellos contratos precarios de tiempo parcial de por vida".
Esta jornada continuaba el 22 y 24 de febrero, cuando los trabajadores tuvieron su primer enfrentamiento con Ada Colau, quien había calificado de "desproporcionada" la huelga" y llamó a que se desconvocara.
Los trabajadores de Metro habían increpado a Ada Colau diciéndole que “No puedes contestarnos al puro estilo CIU” y reclamando su responsabilidad ante la negación de la Dirección del Metro a negociar el Convenio.
La segunda ha sido el 2 de abril, coincidiendo con el concurrido partido Barça-Madrid. La Generalitat había decretado unos servicios mínimos superiores a los decretados a la primer huelga, con el argumento de que el decreto que los mínimos de la tarde se aumentan a más del doble por coincidir con el fútbol.
La tercera el 23 y 24 de abril. La posición de la empresa y de la presidenta de TMB, Mercedes Vidal por Barcelona en Comú, seguía siendo tan intransigente contra las huelgas como la propia lucha de los trabajadores y trabajadoras contra la precariedad.
En un artículo de un trabajador de Metro, Miguel Augusto, para Idiario.es, explicaba:
"Seguimos firmes en nuestra voluntad de conseguir un convenio colectivo que acabe con los más de 15 años de espera para tener un contrato estable en Metro, que esa mejora de la contratación se traduzca en una mejora del servicio (...). Y también un convenio colectivo que suponga el fin de 4 años de congelación salarial mientras algunos se han subido el sueldo el 14%", decía en referencia a los directivos.
"Así pues y en vistas de la nula voluntad negociadora de la dirección de Metro, mucho me temo que los paros de los días 26 y 27 de abril no serán los últimos. El 5 de mayo las trabajadoras y trabajadores de Metro estamos convocados a una asamblea en el Casinet de Hostafrancs donde decidiremos los siguientes pasos a seguir", nos explicaba Miguel. Así se llega a la nueva jornada de huelga, votada por una gran mayoría de trabajadores y trabajadoras en esta masiva asamblea de este jueves 7 de mayo.
Las respuestas de Ada Colau y Mercedes Vidal son cada vez más " al peor estilo CiU". La presidenta de TMB llegó a decir esta semana que "No hay precariedad en el Metro".
Como denuncian los mismos trabajadores, "Todo parece indicar que el interés del ayuntamiento se acabó cuando no hubo intereses de grandes multinacionales que proteger, y las huelgas ’sólo’ afectan a los ciudadanos", denunció el comité de empresa de Metro.

Cynthia Lub
Doctora en Historia en la Universidad de Barcelona (UB), especializada en clase trabajadora durante el franquismo y la Transición, también en estudios sobre género y clase, feminización del trabajo y precariedad. Docente de educación secundaria pública.