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Red Internacional
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Cuenta pública. Cuenta Pública: El frágil gobierno de Piñera y el manoseado discurso de la unidad nacional

En medio de una persistente crisis sanitaria por Covid-19, y una Convención Constitucional ad portas de desarrollarse, Piñera dio su última cuenta pública en el Congreso Nacional, donde con un tono de victimización, se refirió al periodo de su mandato, anunciando medidas y propuestas, agotando sus últimos cartuchos para los nueve meses que le quedan.

Miércoles 2 de junio de 2021

FOTO: Agencia UNO

El día de ayer se llevó a cabo en el Congreso nacional, la octava y última cuenta pública por parte del presidente Sebastián Piñera, la cual si bien diversos analistas han señalado que no tuvo muchas novedades en aspectos centrales de la contingencia nacional, si contó con diversas aristas que marcaron su discurso político. Un mensaje de superficial autocrítica, con el que se refirió a los derechos humanos, seguridad pública, y sin duda lo más comentado de la jornada, su guiño en la urgencia de legislar sobre el matrimonio igualitario.

Una jornada que contó con la presencia de las bancadas de los partidos tradicionales de los 30 años, de la “Oposición” y el oficialismo, y que al parecer en el caso de Chile Vamos dejó un sabor un tanto agrio, de cara a las urgencias presentadas por el mandatario, especialmente en los sectores más conservadores.

Consideraciones a los gobiernos concertacionistas

Para comenzar, y dando un claro guiño a la centroizquierda neoliberal, Piñera remarcó la importancia que han jugado los partidos de la ex Concertación, desde el retorno a la democracia pactada, acentuando a cada uno de los gobiernos una característica particular. En el caso del ex presidente Aylwin atribuyéndole la “recuperación de la democracia”, a Frei una serie de “modernizaciones”, en el caso de Lagos el “impulso a las obras públicas” y la “regla fiscal”, y finalmente a la presidenta Bachelet, reconociéndole los avances en “transparencia” y aumentar la “solidaridad en el sistema de pensiones”. Claramente el reconocimiento de un presidente empresario y multimillonario, a la gestión de una centroizquierda que hizo suya la frase de “en la medida de lo posible”, de lo posible para el saqueo de los grandes empresarios nacionales, y transnacionales.

Rebelión, pandemia y nueva constitución

Como una forma de rodeo, para dar cuenta la crítica situación en la que se encuentra el país actualmente, Piñera se refirió a ciertos momentos históricos, que pudieran relacionarse a la complejidad en la que nos encontramos actualmente, refiriéndose a la gripe española de 1918, la crisis que dio paso a la Constitución de 1925, y la gran depresión de 1929, hechos a los que el país “no habría estado a la altura”. Y posteriormente refiriéndose al periodo de los años 60’s y 70’s, en los que habría producido una enorme polarización social entre la “democracia occidental” y los “socialismos reales”.

De aquí que se sirviera de todo este preámbulo para referirse a la crisis sanitaria que golpea al mundo desde el año pasado, el estallido social de octubre del 2019 y la nueva constitución como una forma de “recuperar los lazos compartidos”, y en el marco de una recesión económica que ha golpeado a la población.

“Estamos nuevamente en un momento crucial en el que las acciones y omisiones de hoy marcarán, confiamos que para bien, nuestro destino y el de las próximas generaciones. Nuestro Gobierno hará su aporte, pero no será el Gobierno que complete esta misión. Quien asuma la Presidencia y concurra ante este Congreso Pleno el próximo año, deberá continuar esa misión con responsabilidad, con conciencia del momento histórico y visión de futuro” señaló el mandatario.

Matrimonio igualitario y las asperezas al interior de la derecha

Sin duda uno de los aspectos más comentados de la cuenta pública refiere al pronunciamiento de Piñera sobre el matrimonio igualitaria, proyecto de ley al manifestó pondrá suma urgencia en su tramitación en el parlamento.

“Pienso que ha llegado el tiempo de garantizar esa libertad y esa dignidad a todas las personas. Pienso que ha llegado el tiempo del matrimonio igualitario en nuestro país. Anunciamos que pondremos urgencia al proyecto de ley que lleva años en el Congreso y que establece el matrimonio igualitario entre todos nuestros compatriotas” señaló el presidente, que si bien causó la sorpresa del conjunto de los asistentes, pareciera una medida un tanto desesperada y bastante hipócrita, tomando en cuenta que gran parte del oficialismo se manifiesta contrario a dicha posición, principalmente en la Unión Demócrata Independiente (UDI), y Renovación Nacional (RN), habiendo incluso una bancada cristiana que en las últimas elecciones presidenciales le entregaron su voto, apoyándose en aspectos conservadores a nivel valórico.

La hipocresía en materia de derechos humanos

Sin embargo el punto más hipócrita de su discurso, fue el referido a derechos humanos, donde expresando que “hubo casos” de vulneración por parte de miembros de las instituciones de la defensa y el orden público, agregó que se generarán distintas propuestas dirigidas a atender esta clase de problemáticas. Una “Fiscalía de DD.HH”, y señalando que habría un apoyo para las víctimas de trauma ocular, al igual que mayor inyección de recursos para el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), al igual que la Defensoría de la Niñez, fueron algunas de las centrales, del principal responsable de la violencia sistemática y represión hacia la protesta social, desde la rebelión del 2019.

Sin embargo dejó en claro que para él, en la actualidad no hay presos políticos en Chile, ya que no existirían personas privadas de libertad por sus ideas. Y además, rechazando de lleno cualquier ley de indulto o amnistía dirigida a su liberación.

“Queremos ser muy claros. En Chile no hay presos políticos, porque en Chile no hay ninguna persona que esté privada de libertad por sus ideas. Hay personas privadas de libertad, por decisión de tribunales independientes, por delitos graves como homicidio frustrado, lanzamiento de bombas molotov, incendio con resultado de muerte y otros. En consecuencia, nos oponemos a una ley de indulto o amnistía. Debemos dejar que la Fiscalía y el Poder Judicial cumplan su misión, respetando el debido proceso, de acuerdo al Estado de Derecho” señaló Piñera.

Tensión y represión en La Araucanía

Otro tema candente en el discurso de Piñera fue el relacionado a la situación de militarización y represión en La Araucanía, donde aludiendo al conflicto presente en la zona como una problemática histórica, y como una deuda que tiene el Estado frente a las tierras, no dudó en manifestar su intervención como una forma de enfrentar la violencia y el “terrorismo”. Una línea totalmente opuesta la exigencia de autodeterminación por parte del pueblo-nación mapuche, frente a la recuperación de su territorio ancestral.

“Sólo podremos avanzar si reconocemos que no hay dilema ni contradicción alguna entre reconocer esa deuda con nuestros pueblos indígenas, y al mismo tiempo reconocer el compromiso de proteger a los ciudadanos de la violencia, el temor y el terrorismo. Ninguna demanda, por legítima que sea, puede basarse en la violencia o en el terror” señaló el presidente, sin pasar por alto, muerte de Carabineros en el territorio.

Que dejó la última cuenta pública de Piñera

Esta última cuenta pública de Piñera, marcada por una clara fragilidad del gobierno en particular desde el estallido social de octubre de 2019, y acrecentándose producto de la pandemia que comenzó a comienzos del año pasado, muestra claramente sus manotazos de ahogado. Anuncios que frente a las necesidades más urgentes por parte del pueblo trabajador, parecieran caer en una absoluta ausencia, con una autocrítica barata, y medidas en derechos humanos con un tono absolutamente hipócrita y sin sentido ante los cientos de jóvenes heridos, encarcelados, y asesinados a raíz de la protesta social, y cuyos responsables aún siguen en la impunidad.

El optimismo en el crecimiento económico de abril, y el proceso de vacunación, son simplemente un velo que esconde el desempleo que ha golpeado a miles de familias producto de la pandemia, y las leyes totalmente antiobreras y antipopulares que han precarizado aún más la vida de las personas, que a su vez se encuentran diariamente expuestas al contagio por el COvid-19 que parece estar aún lejos de controlarse, ante el rotundo fracaso del Plan paso a Paso del gobierno y el Ministerio de Salud (MINSAL).

Queda claro que en estos 9 meses que quedan del gobierno de Piñera, no tiene nada más que ofrecer que perpetuación de esta situación de crisis que afecta al conjunto de la clase trabajadora, mientras los grandes empresarios han incrementado sus ganancias a costa, como los Luksic, o el mismo presidente. Y los presos de la revuelta y mapuche siguen privados de libertad, mientras este gobierno niega su existencia como presos políticos.

Resulta por tanto fundamental volver a retomar el camino de la movilización, en el marco de una Convención Constitucional ad portas de efectuarse, y con la importante de derrota de los partidos tradicionales de los 30 años, exigir que se vote la amnistía total a las y los preso políticos, ya que no puede sesionar habiendo gente privada de libertada por el sólo hecho de luchar en las calles como miles de personas lo hicieron durante la rebelión de octubre del 2019.

¡No podemos reconocer a este gobierno criminal y asesino al servicio de los grandes empresarios!

¡Fuera Piñera! ¡Amnistía total e inmediata a las y los presos políticos!