Criticaron duramente a la jueza Arroyo Salgado, por el sobreseimiento en la causa en la que Berni estaba acusado por haber detenido a 68 manifestantes que cortaban la autopista Panamericana en agosto de 2012.
Jueves 14 de julio de 2016 23:13
Arroyo Salgado dictó el sobreseimiento del ex secretario de Seguridad y del ex comandante mayor de Gendarmería Horacio Molina.
Luego de que la Cámara Federal de San Martín ordenara en noviembre pasado que el funcionario siga siendo investigado, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado dictó el sobreseimiento del ex secretario de Seguridad Sergio Berni y del ex comandante mayor de Gendarmería Horacio Molina.
Se trata de un hecho que ocurrió el 30 de agosto de 2012 cuando un grupo de trabajadores cortaron la autopista, a la altura de General Pacheco, para reclamar por la falta de aumento salarial del plan "Argentina Trabaja".
En ese momento, el secretario de Seguridad ordenó la detención de 68 personas, algunos menores de edad, que fueron trasladadas a una dependencia militar en Campo de Mayo por cometer el delito de la interrupción de una ruta nacional.
Berni fue denunciado penalmente por la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos por detención ilegítima de la libertad agravada de las personas, ya que se hizo sin orden judicial y fueron alojadas en dependencias militares.
Los querellantes continuaron con la vía recursiva y la causa llegó a la Casación que confirmó los sobreseimientos de Berni y Molina con los votos de los jueces Ana María Figueroa y Mariano Borinsky, mientras que el juez Gustavo Hornos votó en disidencia.
Hornos cuestionó duramente a la jueza Arroyo Salgado por no cumplir con los requisitos para que su resolución sea válida. Esto es, dar las razones concretas por las que consideró que la investigación se había agotado y que la prueba reunida resultaba insuficiente para continuar la investigación.
Indicó además que la Gendarmería decidió detener y trasladar a los manifestantes sin orden judicial y -agregó- que la intervención de la jueza de San Isidro se produjo a posteriori a fin de refrendar el accionar de la fuerza de seguridad. Por lo tanto, opinó Hornos, no resulta ilógico el agravio de la querella.
Berni fue denunciado penalmente por la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos por detención ilegítima de la libertad agravada de las personas, ya que se hizo sin orden judicial y fueron alojadas en dependencias militares.
Asimismo, afirmó que el argumento de la jueza de que la detención en la sede de Campo de Mayo se hizo porque era la más cercana al lugar de los hechos y porque pertenece a Gendarmería que fue la fuerza que hizo el operativo, implicó la violación a los Principios 1 y 2 del Conjunto de Principios de las Naciones unidas para la Protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o privación. Argumentó que una unidad militar no es un lugar habilitado para esos fines y además allí funcionó un Centro Clandestino de Detención, por lo que configuraría un vejamen y un agravamiento de las condiciones de detención de las 68 personas privadas de su libertad, agravado por ser considerados militantes políticos.
Berni es el mismo que estuvo al mando de múltiples represiones. Lo saben los trabajadores de Lear, los de la Línea 60, o los pobladores del barrio Papa Francisco donde Berni pasó las topadoras junto a la Policía Metropolitana de Macri. El ex carapintada, xenófobo, infiltrado en huelgas, y represor de luchas, será sobreseído gracias a los gobiernos de turno y a la justicia de clase que protege a las fuerzas de seguridad en detrimento de los trabajadores.