Desde Jujuy nos vamos a sumar a les miles que vamos a copar las calles de San Luis para protagonizar un nuevo Encuentro Plurinacional de Mujeres y disidencias. Estudiantes, docentes, y desocupadas vamos a llevar nuestra experiencia para fortalecer la organización y lucha en las calles contra la reforma reaccionaria de Morales, el ajuste de su gobierno y del Frente de Todos en nombre del FMI.
Viernes 7 de octubre de 2022 19:38
Después de dos años de pandemia, fortalecidas luego de haber conquistado en las calles el derecho al aborto, y sabiendo que la crisis que venimos sufriendo nos desafía a renovar nuestros objetivos de lucha y organización vamos al 35 Encuentro (ahora) plurinacional de mujeres y disidencias en San Luis.
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Las mujeres y disidencias que viajamos hicimos un enorme esfuerzo militante para llegar desde distintos puntos del país porque sabemos que este encuentro se da en un contexto muy particular: pérdida cada vez mayor del salario, degradación general de la vida que impacta sobre la juventud, sobre las familias desocupadas, sobre las y los trabajadores. Y las mujeres, la gran mayoría en estos sectores, somos junto con las disidencias sexuales, las más golpeadas por estas condiciones. Las más castigadas por la desocupación y la precarización laboral; por una opresión que se profundiza con el incremento de la violencia machista mientras los gobiernos recortan presupuesto para contención de las víctimas de violencia, como lo hacen con los presupuestos para salud, educación y vivienda. Nos imponen vidas cada vez más precarias para cumplir con lo que exige el FMI.
Frente a un feminismo que copó los ministerios gubernamentales y se volvió un feminismo “del ajuste”, peleamos por un feminismo de lucha se organice para enfrentarlo. Por eso frente a quienes quieren mantener cada pelea que damos como luchas separadas, nosotras/es nos proponemos unificarlas. Y el Encuentro es una enorme oportunidad no sólo para intercambiar miradas y experiencias de organización, sino para resolver un plan de lucha nacional por todas nuestras demandas que permita que nuestra fuerza vuelva multiplicada a cada localidad donde tenemos que seguir fortaleciendo nuestra organización en cada barrio, en cada lugar de trabajo y estudio.
Con esta perspectiva, viajan con la delegación de Pan y Rosas compañeras docentes que vienen estar al frente en la pelea por recuperar sus sindicatos, como demostraron en el CEDEMS, donde a pesar de todos los obstáculos de la burocracia y el gobierno de Morales, hubo una expresión masiva contra la burocracia que dirige y donde continúa la lucha contra el fraude de Montero. Pero que también pelean por un acceso universal a la educación y otra realidad para las y los pibes y sus familias. Porque también son las y los estudiantes (y sus familias) quienes sufren el hambre al que el ajuste del gobierno y FMI empuja a millones, por los trabajos precarios y la desocupación.
Compañeres trans que luchan por la implementación efectiva del cupo laboral, contra el ajuste en salud que impide el acceso a tratamientos de hormonización y siguen exigiendo la búsqueda efectiva y justicia para Tehuel De la Torre. Estudiantes que se organizan para exigir ESI en las escuelas y universidades, que impulsan también la pelea contra el recorte presupuestario en las facultades y por comisiones de mujeres y disidencias.
Compañeras desocupadas que se organizan en los barrios por trabajo genuino y el derecho a la vivienda, que impulsan activamente la pelea por la unidad entre ocupados y desocupados, que mantienen en pie comedores y son perseguidas y criminalizadas por Gerardo Morales por luchar contra el hambre.
Además, llevamos a San Luis peleas que nos atraviesan a todas. Contra la reforma reaccionaria de la Constitución provincial que impulsa Gerardo Morales (y que aprobó con ayuda de todo el PJ provincial), que lejos de dar respuestas a nuestras demandas, mientras aplica un plan de ajuste acordado con el Gobierno Nacional, busca “prohibir la usurpación del espacio y los bienes públicos” lo que sólo puede leerse como otro ataque a las mujeres, que sin tener acceso a la vivienda, sin poder cubrir gastos de alquiler, no tienen otra salida que asentarse en lugares que no tienen otro destino.
Una pelea que incluye además defender el derecho a la protesta ya que la reforma es un ataque a las libertades democráticas y a las mujeres que en Jujuy estamos en la primera línea si se trata de luchar por alimentos, vivienda, salario, en defensa del territorio y por Ni Una Menos como sucedió todos estos años. Una pelea que sigue más vigente que nunca ya que seguimos entre las provincias con mayores índices de violencia de género y dónde se criminaliza y amenaza a las madres y familiares que ocupan las calles para exigir justicia. Donde la IVE que ganamos en las calles todavía no se garantiza en hospitales públicos por la objeción de conciencia y dónde la pelea por los derechos de las trabajadoras y trabajadores es central, ya que Jujuy encabeza las provincias con mayor precarización laboral y salarios de hambre.
También para fortalecer la lucha de las mujeres indígenas que defienden en los territorios el avance del agronegocio, el extractivismo del litio y por la Ley de Humedales. Repudiando la detención de las 7 mujeres mapuches, algunas con sus bebés y una de ellas embarazada (que habría parido en estas circunstancias) y expresando toda nuestra solidaridad con su lucha.
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Cada una de nosotras y nuestras peleas queremos ponerlas al servicio de ser miles e impactar con la potencia de nuestra fuerza colectiva, para mostrar que si nos organizamos con independencia política de los gobiernos podemos hacer algo fundamental: mostrar un camino a millones en este marco de ajuste impulsado por Gerardo Morales y Massa, con el aval de todo el Frente de Todos. Queremos poner en crisis los discursos interesados en convencernos de que lo único que hay en el escenario nacional es el crecimiento de la derecha. El individualismo, el “sálvese quien pueda”.
Queremos tomar el ejemplo que mostraron en una huelga histórica los trabajadores del neumático, una lucha testigo porque tuvieron que hacer frente a una poderosa unidad entre las grandes empresas, el gobierno, la oposición de derecha que reclamaba “cárcel o bala”, las cúpulas de la burocracia sindical que fueron totalmente serviles a las empresas, los grandes medios que hicieron una campaña política feroz para demonizar a los trabajadores hablando de “paro salvaje” y “extorsión gremial”. Su triunfo es importante porque impacta en la relación social de fuerzas, dejándonos en mejores condiciones, mostrando que aún las batallas difíciles se pueden ganar.
Y de batallas duras las mujeres y disidencias sabemos. Mostramos que teníamos fuerza cuando lanzamos el enorme movimiento contra la violencia machista en 2015, o con la marea verde que desde las calles nos permitió conquistar el derecho al aborto. Cada lucha que las y los trabajadores decidimos dar, enfrentando enemigos muy poderosos nos permiten construir otra conciencia, otra moral, nos muestra la fuerza que tenemos para transformar las condiciones que nos quieren imponer. Ese es el camino a tomar para conquistar nuestros derechos y cambiar este sistema de raíz. Y esa es la perspectiva que queremos retomar desde Pan y Rosas.
Vamos a San Luis a llenarnos de experiencias y a organizarnos para volver con el entusiasmo y el objetivo común de multiplicarnos, invitar a organizarse a más sectores, para estar en mejores condiciones no sólo para preparar nuestras peleas sino para construir una herramienta política propia.
En una provincia donde más del 50 % de las y los trabajadores estamos en la informalidad, donde la enorme ganancia los terratenientes, empresarios del azúcar y de las minas contrasta con la pobreza extendida, donde las iglesias tienen un importante peso en el régimen; apostamos a que pueda emerger una gran fuerza social y política como alternativa por izquierda. Una fuerza que enfrente, desde una perspectiva feminista y socialista, al conservadurismo de las instituciones reaccionarias como las iglesias y la justicia, pero también a los poderosos empresarios y sus partidos que los defienden todos los días. Te invitamos a ser parte de este enorme desafío.