El día sábado 3 de noviembre, Silvia Federici expuso en el Teatro Municipal de Valparaíso. En la ocasión fueron decenas los asistentes y organizaciones de mujeres quienes le expusieron sus principales inquietudes frente al escenario internacional con el ascenso de la ultraderecha y las perspectivas del movimiento feminista hacia la huelga de mujeres del 8 de marzo del próximo año aquí en Chile. A continuación, sus principales debates.
Lunes 5 de noviembre de 2018
Con el Teatro Municipal lleno nos encontramos con una Silvia que venía a discutir la necesidad de “un nuevo programa de lucha feminista”, con el objetivo de “articular una estrategia para el movimiento de mujeres, que pudiese traducir la mirada anticapitalista que existe en el continente”.
Con claridad de que el “capitalismo es el principal problema”, Silvia nos invitaba a pensar el quehacer del movimiento de mujeres en un momento en donde no hay un único horizonte –tampoco una única estrategia- y donde la derecha viene avanzando a nivel internacional.
La huelga del 8M fue uno de los primeros temas a tratar. Silvia planteaba que “el paro no sólo es para demostrar que sin las mujeres nada se mueve, sino que nos permite la construcción de este nuevo programa en la perspectiva de una lucha estratégica. El movimiento de mujeres demostró tener fuerza no sólo para cambiar la correlación de fuerzas con el Estado, sino que demostró que es un movimiento que tiene la fuerza para cambiar la realidad”.
En este sentido “juntar las luchas que ya existen es el primer paso”. “La lucha en contra de la contaminación, de la educación, del conocimiento como mercancía, de los barrios”, proseguía. Es que en un momento como este, es necesario pensar “cómo ampliar este movimiento. Cómo convencer de juntarnos a mujeres de todo tipo, lesbianas, trans. A cómo buscamos iniciativas para liberar el tiempo de las mujeres que están encarceladas en sus casas”.
Y en este camino, poder pensar también sobre nuestras reivindicaciones más inmediatas. Para Silvia, una de ellas es la lucha por el aborto; la otra, la lucha contra los femicidios. Pero “la lucha por el aborto es solo una parte. La otra, es luchar por cambiar las condiciones materiales. Porque la violencia contra las mujeres es estructural. Entonces, ¿dónde está el enemigo? Tenemos que desenmascarar al capitalismo y su dominación indirecta sobre nuestros cuerpos. Porque es el capitalismo el que le da la posibilidad a los hombres de disciplinarnos a través del trabajo doméstico. Es ahí donde el capitalismo ejerce su dominación indirecta”.
Y es por lo mismo, continuaba, “que para enfrentar esta violencia, hay que cambiar las condiciones materiales”. Para Silvia, el rol de la reproducción es un factor fundamental dentro de la cadena de producción capitalista. “Es ahí donde experimentamos las contradicciones más intensas del capitalismo. Es la más importante de todas las actividades. La más creativa”. En este sentido, conocidos son los aportes de Silvia sobre el rol estratégico de la reproducción, en tanto “son las mujeres quienes producen a los que producen” es decir, quienes formar parte de la reproducción de la mano de obra que permite la acumulación capitalista y es ahí ”donde urge la creación de nuevas formas de reproducción”, concluyó.
Las preguntas
Posterior a ello, vino la ronda de preguntas. La mayoría giró en torno al avance de la derecha a nivel internacional y de cómo enfrentarla. Para Silvia, quien es crítica de las organizaciones de izquierda, el ascenso de fenómenos de ultraderecha tiene relación con la crisis de las variantes progresistas, “quienes siempre han apoyado al neoliberalismo”. Y donde el fascismo, “es el mismo capitalismo que deja caer su máscara”.
Respecto a una de sus políticas más debatidas, la de un salario doméstico, mencionó “La idea de la exigencia de un salario doméstico tiene que ver con decir ¡Vamos a desnaturalizar el trabajo doméstico! ¡Basta ya de darle trabajo no pagado a los capitalistas!”, lo que trajo aplausos espontáneos de quienes asistieron. “De lo que se trata es decir que la riqueza nos pertenece a nosotras también. Debemos reapropiarnos de la riqueza que hemos producido por generaciones”.
Una de las palabras que llamó más la atención fue la de Pamela Contreras, dirigenta sindical del Colegio Winterhill y dirigenta nacional de la Agrupación de Mujeres y Diversidad Sexual Pan y Rosas, quien habló acerca de la amenaza de cierre de uno de los colegios emblemáticos de la región, el Winterhill, frente al cual profesores (as), funcionarias (os), estudiantes y apoderados (as) vienen movilizándose hace un par de semanas.
Su inquietud tenía que ver con la feminización del trabajo asalariado, donde en su colegio por ejemplo, habían sido las mujeres quienes principalmente se habían activado y puesto a la cabeza de esta lucha y las alianzas estratégicas de cara a la huelga del 8M. Silvia se refirió principalmente a la importante lucha que está dando “para no permitir la mercantilización del conocimiento” y donde “si bien no podemos desconocer el ocultamiento de nuestra opresión, la lucha no podemos darla solas como mujeres”.
Así mismo, Silvia apoyó la lucha del Winterhill.
Debates para el presente
Sin duda la gira de Silvia Federici y su venida a Chile abre importantes debates al interior del movimiento de mujeres, quienes miran con inquietud el avance de fenómenos de ultraderecha en todo el mundo. La necesidad de un horizonte y de una estrategia por parte del único movimiento, que en el último tiempo se ha levantado con fuerza a nivel internacional en reclamo de sus derechos, es un debate que es urgente en un capitalismo que hoy, se reviste con formas fascistizantes.
El debate sobre qué estrategia, construida a partir de dónde y con quiénes, es una discusión necesaria cuando la derecha se organiza a nivel mundial y amenaza con arrebatar cada conquista. Cómo nos organizaremos y cuál es el rol de las mujeres en ese marco, en tanto engranaje fundamental de la reproducción y la producción de la cadena capitalista, es algo que no podemos obviar al momento de pensarnos en un momento complejo y álgido como el que estamos viviendo.
Es que tal como decía Louise Michel “Cuidado con las mujeres cuando se sienten asqueadas de todo lo que las rodea y se sublevan contra el viejo mundo. Ese día nacerá el nuevo mundo”.