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Red Internacional
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POLITICA NACIONAL. Decisión DC, fragmentación del régimen y efectos estratégicos

Finalmente la Junta Nacional de la DC decidió ir directamente a primera vuelta. Tres son los efectos políticos previsibles.

Nicolás Miranda Comité de Redacción

Domingo 30 de abril de 2017

Un partido dividido

Sobre 605 votos, 379 (63%) delegados votaron ir directo a la primera vuelta en noviembre, mientras que 223 (37%) votaron por ir a la primaria de la Nueva Mayoría.

Se impusieron los Walker, los Frei, los Martínez-Alvear, los Aylwin. Los “matices”, la “cocina del Senado”, es decir, los que abogaron por defender la educación privada, la reforma laboral y la tributaria a favor de los empresarios, el rechazo al derecho al aborto en tres causales.

En esta elección, fuertemente tensionada, se afirmó la división política de la DC aclarando las fuerzas de cada lado, con predominio de su ala derecha. ¿Se consumará la división política en una división organizativa?

No es descartable. Se hablaba de un “Mapu de derecha”, resultó al revés, la DC optó por su flanco derecho.

Un régimen fragmentado

La Nueva Mayoría quedó así dividida. Habrá un candidato presidencial, Guillier, del pacto PR y PS, y seguramente PPD y PC, y una candidata por la DC, Carolina Goic. Probablemente, aunque el cálculo electoral prevalecerá aquí, dos listas parlamentarias (o más), que afectará más aún a la DC (podría perder 9 diputados, bajando de 22 a 13, aproximadamente lo que espera obtener el Frente Amplio). La DC puede hacerse tan irrelevante como el Partido Radical después del período de los gobiernos de Frente Popular.

En la derecha, tendrá efectos. La UDI había anunciado que si no había primarias en la Nueva Mayoría, ellos tampoco deberían tener. Ossandon viene aumentando las críticas a Piñera aún más, lo que podría allanar esta posibilidad. Además, está José Antonio Kast. Así que podría haber tres candidatos: Piñera, Ossandon, Kast.
A la izquierda, estará la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez.
Están también los fenómenos peculiares como Parisi y otros.

Es el fin de las dos grandes coaliciones. No solo resultado del cambio del sistema electoral. No solo cálculos electorales de los partidos.

Efectos estratégicos

Pero tampoco se trata de, como dijo Goic, no querer un “partido de rodillas”, ni de defender sus identidades. Es un paso más, de importancia, en la crisis de los partidos del régimen que dirigieron los últimos 27 años Chile, la crisis del “consenso neoliberal”, la crisis del acuerdo estratégico PS-DC, del SI/NO, de la democracia de los acuerdos en la medida de lo posible. La crisis de un proyecto burgués de dominio -que les dio unidad- sin saber, tras el fracaso de la Nueva Mayoría, cómo reemplazarlo.

La división no es solo electoral, es también política, y con raíces sociales. Hay quienes pintan una “ciudadanía” idílica: moderada, “de centro”. Pero los partidos de la Nueva Mayoría vienen perdiendo todas las direcciones de todos los organismos de masa, sindicales, estudiantiles, sociales. Van siendo reemplazadas por nuevas expresiones de una nueva izquierda, heterogénea. Con capacidad de instalar, al menos, temas, causas, en la agenda política nacional (la gratuidad, el agua, el sistema de AFP), y convocar masivas movilizaciones.

La fragmentación del régimen es la crisis de la unidad de las representaciones de la burguesía (aunque no de la burguesía misma). Y cuando los de arriba se dividen, se pueden colar con más fuerza los de abajo.