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Red Internacional
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Sobre-explotación de las y los trabajadores. Dedicación exclusiva, una forma de salvar vidas en salud

La precarización y los bajos salarios obligan a las y los trabajadores de la salud al "pluriempleo". Además de la sobrexplotación y el mayor riesgo de contagio en medio de la pandemia implica riesgos en la atención a los pacientes: extenuados y sin dormir se pueden cometer graves errores. La única respuesta posible es la unificación del sistema de salud, bajo control de trabajadores y pacientes, con un salario igual a la canasta familiar.

Domingo 19 de abril de 2020 19:26

La sobrecarga de las y los trabajadores de la salud, responsabilidad de la precarización y los bajos salarios

Todos los sábados Juan sale del Hospital Posadas, a eso de las 20:15, con la pesadez propia del cansancio de una extenuante jornada laboral. Casi que debe pensar como sigue su día, si puede volver a su casa o esta noche le toca laburar también en la clínica de Morón, donde su supervisora lo vive hostigando, y donde a veces el cansancio le juega malas pasadas. Y las veces que tiene que realizar - por su cuenta, con sus medios - la tarea de desinfectarse para evitar contagiarse él, su familia o sus pacientes en el Hospital y la Clínica.

Pero esta noche le toca volver a casa. Lo espera María, y sus dos hijas. A María la conoció en la escuela de enfermería. Ambos tienen que trabajar. El alquiler, las tareas de la escuela, el cuidado de sus padres ya mayores, impiden que Juan y María puedan “darse el lujo” de tener más tiempo para la familia. Por eso disfruta tanto cuando sale del Hospital y sabe que en un ratito va a disfrutar de una cena con María y sus pequeñas.

La historia de Juan, no es solo de él. Su historia es de la de miles de trabajadores y trabajadoras de la salud en todo el país. Veamos:
Según un estudio del año 2010 de la Organización Panamericana de la Salud, entre los profesionales médicos, el porcentaje de trabajadores de la salud con más de 1 empleo es en promedio de un 55%, subiendo a más de 80% para la franja de edad de 41 a 50 años.

Para el caso de enfermería, el porcentaje cae, pero de cualquier manera, por los altos porcentajes, no deja de ser un fenómeno que se repite en forma constante:

En el mismo estudio, describe que en La Argentina, el porcentaje de trabajadores de la salud que sostienen el “pluriempleo” (solo un eufemismo para describir la explotación) trabaja en promedio unas 60 horas semanales.

Ahora bien, cual es el objetivo de la Organización Mundial de la Salud para realizar estos estudios de carácter sociológico entre los trabajadores de la salud. Pues, desasnar la creciente “despersonalización en relación al trabajo y el alejamiento frente al paciente. Los datos permiten afirmar que esta situación es significativa y oscila para todas las situaciones alrededor del 40% (de 38% al 57%)”. Podemos sospechar entonces que en el año 2010, La OMS veía una relación directa entre una pobre atención, o falta de concentración y las jornadas laborales extenuantes, que en el caso de los trabajadores de la salud se dan por tener más de un trabajo o por cargarse con horas extras.

¿Es una preocupación para los gobiernos la salud de los trabajadores de la salud? Claramente no. Según la página de empleos online Bumeran:

Según el Instituto de Estadísticas y Censos (Indec) la Canasta básica de alimentos en febrero de 2020 de una familia tipo asciende a $40.737 para no quedar por debajo de la línea de la pobreza. Sorprendente, ¿Verdad?, Pues no. Hace años que los trabajadores de la salud vienen denunciando que los salarios del sector son de miseria. Pero además, que los hospitales están en pésimo estado edilicio. Los serios faltantes de insumos, y las pésimas condiciones de trabajo. Relacionado esto último a un deterioro sostenido en las condiciones de vida de las grandes mayorías populares de lo que en los medios denominan “La Argentina profunda”.

Hasta ahora, esta nota podría estar siendo escrita en el 2015 bajo un gobierno Kirchnerista, luego de años de desfinanciamiento, precarización y creación de contratos cada vez más precarios. Mucho antes del gobierno de Macri, incluso sin tener en cuenta que estamos en medio de una pandemia. Pero resulta que hoy nos encontramos en medio de una pandemia mundial y transitando el primer año luego del gobierno de Macri en donde en promedio el presupuesto destinado a salud ha caído más del 25% y que aún el Gobierno de Fernández restituyó poco, manteniendo los porcentajes de pagos en concepto de deuda muy por arriba de los destinado a salud.

La situación es acuciante. Hace horas una denuncia de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) indica que La Argentina es el país con el promedio más alto de infecciones entre trabajadores de la salud. Y el hecho de que la explotación que sufren estos trabajadores implique que vayan de una institución sanitaria a otra es un factor muy importante. El ejemplo del médico de Córdoba es elocuente: Un médico que trabaja en la residencia de adultos mayores Santa Lucía con 75 residentes adultos mayores y en un centro de salud privado que atiende al PAMI en la localidad de Saldán dio positivo como portador de coronavirus.

Pero este problema no ocurre sólo en la Argentina. Desde Italia una foto se hizo viral en todo el mundo: se trata de Elena Pagliarini - una enfermera de 43 años - durmiendo sobre el teclado de una computadora, en una oficina del hospital donde trabaja. Su historia recorrió el mundo y también puso sobre la mesa lo que esconden los gobiernos, las instituciones estatales, las conducciones sindicales y los grandes medios de comunicación: para quienes combaten del otro lado del continente a la pandemia, que allí se desarrolla desde hace varios meses, no hay tiempo ni para volver a casa. La imagen se viralizó junto al texto "¿Quién cuida a quienes nos cuidan?"

La imagen de Elena Pagliarini, del hospital Cremon, en Italia, que recorrió el mundo.

Desde La Izquierda Diario venimos pidiendo el testeo de todos las y los trabajadores de la salud. Pero no solo eso. Lo que tiene que estar en discusión de forma urgente, es terminar con este fenómeno del “pluriempleo” generando que el salario de enfermeros y médicos sea acorde a la canasta familiar y que les permita tener dedicación exclusiva con una jornada laboral de 30 horas semanales. Por eso es vital la unificación del sistema de salud privado y público. Ginés González adelantó que saldría un DNU imponiendo la centralización de todos los recursos privados en salud (insumos, instalaciones, trabajadores) bajo control del Estado. Pero sin perder tiempo las empresas privadas como Swiss Medical presionaron para impedirlo. Alberto Fernandez desautorizó a su ministro y decidió frenar ese posible DNU. Recordemos que González García solo proponía una centralización transitoria y con pago del Estado. Pero ni siquiera ese mínimo control permitieron los empresarios.

La centralización permitiría además que todos aquellos profesionales que emigran a la salud privada. Además, es fundamental la capacitación de todos los enfermeros y médicos que estén en último año. Y la contratación de los residentes como personal estable.

El sistema de salud público está en franco deterioro. Por eso, además de disponer de todos recursos de la medicina privada, es urgente recomponerlo inyectando fondos para restituir lo perdido durante décadas de ajuste al presupuesto de salud que impusieron los distintos gobiernos.

Mientras todos los partidos que han gobernado este país en los últimos años se ponen de acuerdo en cómo van a pagar la deuda fraudulenta, desde Nicolás Del Caño y el PTS en el Frente de Izquierda proponemos un Impuesto extraordinario a las grandes fortunas. Este Fondo Especial de Emergencia que se creará con este impuesto es de más de 15.000 millones de dólares y deberá ser utilizado para dar respuesta inmediata a las necesidades sanitarias y sociales.

Porque, por una vez, los trabajadores y los sectores más precarizados de la sociedad no sean carne de cañón. Porque, esta vez, los millonarios tienen que pagar.