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Red Internacional
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Ajuste Fiscal. Déficit en las cuentas públicas es el mayor desde 1997

El resultado de las cuentas públicas dificulta al gobierno brasileño alcanzar la meta de superávit fiscal para el 2015. Presión de los empresarios y bancos para profundizar el ajuste fiscal.

Sábado 29 de agosto de 2015

Este jueves 27 el Ministerio de Hacienda divulgó los datos de las cuentas del gobierno del primer semestre de 2015. En este plazo el INSS (Instituto Nacional del Seguro Social), el Banco Central y el Tesoro Nacional acumularon un déficit primario (valor adeudado antes del pago de los intereses de la deuda pública) de R$ 9,1 billones, el peor valor en la serie histórica del Tesoro Nacional (creado en 1997).

Este resultado plantea un escenario difícil para que el gobierno pueda cumplir con la meta de superávit primario de R$ 5,8 billones (0,1% del Producto Bruto Interno, es decir, la suma de las riquezas producidas en el país) para final del año. El informe publicado por Hacienda muestra que los ingresos públicos del gobierno de enero a julio sumaron R$ 619,1 billones, una caída real del 3,7% en relación al mismo período en 2014. Y el conjunto de gastos del gobierno alcanzó R$ 627,8 billones, un ligero aumento de 0,4% respecto al mismo período en 2014.

Crisis económica y caída de la recaudación

Según el Ministerio de Hacienda, el resultado negativo de las cuentas fue influenciado por la disminución de la recaudación y de impuestos y tributos como el Impuesto sobre la Renta de Personas Jurídicas (IRPJ) y la Contribución Social sobre el Lucro Líquido (CSLL), impuestos que se ven afectados por la reducción de la actividad económica. También se observó una caída en los ingresos por dividendos (-R$ 8,2 billones) y en la llamada “participación especial” en la exploración de petróleo y gas (-R$ 10,2 billones), como consecuencia de la reducción de los precios mundiales del petróleo.

Por la implementación del ajuste fiscal, política de Dilma y Levy para el pago de los intereses de la deuda pública en manos de los bancos internacionales, fueron recortados miles de millones en gastos sociales como salud, educación y derechos laborales como el seguro de desempleo. Sin embargo, como muestran los datos publicados, los esfuerzos están lejos de ser suficientes. De este modo aumenta la presión de los capitalistas y los bancos, acreedores de la fraudulenta deuda externa brasilera, para que el gobierno de Dilma profundice la política de ajuste fiscal.

Crecen los gastos en subsidios a empresarios y al sector rural

Entre enero y julio de este año el gobierno aumentó los gastos en subsidios (para reducir los intereses que pagan los empresarios por sus préstamos) y subvenciones a los empresarios a través del Programa de Sustentación e Inversión (PSI), el BNDES (R$ 7,4 billones) y otros mecanismos, por un total de R$ 12,6 billones, este monto pagado a los empresarios se aproxima al valor de los recortes oficiales sobre áreas como la educativa.

Entre los gastos también crecieron los de Seguridad Social un 2,7% respecto al mismo periodo del año anterior, totalizando un valor de R$ 239,3 millones, según el informe del Ministerio de Hacienda, aumentando el número de trabajadores beneficiados.

La presión de los grandes medios, empresarios y banqueros para profundizar el ajuste fiscal seguramente irá en aumento. Sin embargo, los recortes son para los trabajadores, los jubilados y los pobres pues los empresarios siguen siendo favorecidos por las políticas oficiales de subsidios millonarios en función de preservar sus ganancias. Para que la población no pague por la crisis, es fundamental una campaña por el no pago inmediato de la deuda pública y el fin de los subsidios a los capitalistas. Además, es necesario terminar con todos los privilegios de la casta política, comenzando por que todo político gane el mismo salario que un maestro de la escuela pública.