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Red Internacional
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Salud. Dengue en Tucumán: la epidemiología en cuestión

Tucumán es la provincia más afectada por el brote de dengue. Este hecho habilita la pregunta sobre sí todo este padecimiento epidémico podría haberse evitado (o haber tenido en menor impacto) si se hubiera previsto está evolución a la emergencia sanitaria como una probabilidad concreta. Ante la naturaleza del cambio climático y la biología evolutiva de los vectores y virus, ¿los seres humanos no podemos hacer nada para evitar las consecuencias de las enfermedades? Un debate sobre los enfoques en la epidemiología.

Domingo 9 de abril de 2023 17:50

“... admito que el otoño es todavía caluroso. Ahora entiendo por qué no hay mosquitos ni en Londres, ni en Berlín, ni en París: la cantidad que zumba en el aire a mí alrededor mientras le escribo agota la capacidad de producción de la madre naturaleza. Todos los individuos de la especie parecen celebrar esta noche su congreso anual. O tal vez esta ciudad es la Babilonia de los mosquitos” relata el mentalista Bianco al joven médico Garay López al inicio de su exilio en Argentina. Este es un fragmento de la novela ficción La Ocasión de Juan José Saer, donde nos presenta un interesante personaje decimonónico que emigra de París debido a que existía un impedimento del ejercicio de su profesión como consecuencia del positivismo imperante en Europa, y que desde una habitación en Santa Fe escribe a su amigo mientras sobrevive a los mosquitos. Ya en pleno realismo del siglo XXI, en el otoño caluroso del 2023, Tucumán se ha convertido en la Babilonia de los mosquitos, más específicamente del Aedes aegypti, el vector del virus del dengue.

Con más de 10.000 casos y 7 personas fallecidas, Tucumán se ha convertido en una de las provincias más afectadas por la enfermedad. Desde el Gobierno provincial, por medio de diversas declaraciones del ministro Medina Ruiz, ha tratado de explicar que la morbimortalidad de la epidemia se debe a varios factores como: la adaptación del vector, el cambio climático, la presión epidemiológica de los países vecinos, la movilidad de las personas y la irresponsabilidad de la población en el descacharreo. Por supuesto que desde el Gobierno no surgirá ni una brisa de autocrítica a la hora de asumir, aunque sea, una cuota de responsabilidad en la contingencia del dengue, como por ejemplo el vaciamiento de los recursos en la atención primaria de la salud, iniciado en la gestión de Rossana Chahla, o los bajos salarios que derivan en la falta de personal en los centros de atención.

Lo cierto es que Tucumán es la provincia más afectada por la circulación de DEN-2. Ahora cabe preguntarse sí todo este padecimiento epidémico podría haberse evitado (o haber tenido en menor impacto) si se hubiera previsto está evolución a la emergencia sanitaria como una probabilidad concreta; o si ante la naturaleza del cambio climático y la biología evolutiva de los vectores y virus los seres humanos no podemos hacer nada para evitar las consecuencias de las enfermedades producidas o agravadas por la actividad del hombre en la naturaleza. Por más que suene tautológico, las respuestas están en la epidemiología.

La epidemiología ¿para qué? ¿para quién?

Según el último Boletín Epidemiológico Nacional nuestra provincia registra la mayor incidencia de casos acumulados, seguidos por Salta, Jujuy y Santiago del Estero en el NOA.

El Gobierno de Tucumán también publica un boletín epidemiológico para poner el conocimiento de la distribución geográfica de la epidemia, aunque sin un análisis más profundo de lo que un gráfico pueda expresar.

Si bien los documentos no aclaran que son una síntesis para la acción sanitaria, que de mínima debería tratar de sintetizar, nos muestran datos de distribuciones de la enfermedad en un sentido testimonial descriptivo y no en el de una apropiación crítica para tomar decisiones con acciones sanitarias.

El boletín provincial también aborda las enfermedades de tipo influenza (ETI) por medio de gráficos descriptivos denominados "corredores endémicos". Estos son gráficos de áreas de colores verde, amarillo y rojo construidos con curvas que representan el número de casos en función de las semanas epidemiológicas. Permiten analizar el comportamiento de la incidencia de los casos nuevos de la enfermedad de interés comparando de manera retrospectiva la prevalencia de la misma en los últimos cinco años. Esto sirve para evaluar, tanto la cantidad de casos esperados para una patología en la población, como para prever de forma oportuna el aumento de casos de la misma y plantear medidas o acciones de salud que traten de evitar la emergencia de un brote epidémico de una enfermedad que ya es endémica. Estos plantean la necesidad de planes quinquenales de contingencia sanitaria para determinar el impacto de las políticas sanitarias.

Responder a la pregunta del para qué de la epidemiología implica necesariamente la posibilidad de elaborar acciones concretas que contrarresten los problemas detectados por ella y los que pueda predecir. Es una ciencia viva que conlleva una facultad de previsibilidad de manera intrínseca para abordar y combatir las enfermedades en una población. Lamentablemente el departamento de epidemiología de la provincia depende directamente del Gobierno y por lo tanto está subordinada a la propaganda política en tiempos electorales, destinada a esconder sus análisis críticos más científicos debajo de la alfombra de la gobernabilidad en tiempos de ajuste al presupuesto sanitario.

Por otro lado, la Facultad de Medicina de la UNT que debería generar conocimientos y acciones de salud para la población, se ha transformado en una institución que no sólo no cuestiona el recorte a la salud pública ni los bajos salarios del personal sanitario, sino que muchas veces se comporta como un aparato ideológico más del Gobierno paralizando toda potencialidad de los estudiantes y docentes dispuestos a elaborar y desarrollar mejoras para la salud de la población. Quizás en un futuro la organización de los estudiantes junto a los docentes en unidad con los trabajadores tucumanos puedan comenzar a elaborar respuestas científicas para la acción comunitaria como respuestas a los problemas de salud pública.

Al responder el para quién la realidad muestra que esta ciencia está puesta al servicio del poder político. Solo desde la clase trabajadora en unidad con los estudiantes de la salud de forma autoorganizada pueden dar un sentido social y científico a la epidemiología, y que solo de esta forma podrá ser puesta al servicio de las grandes necesidades sociales y de la salud pública.

A propósito de “One Health” y “Structural One Health”

Una preocupación epidemiológica reciente es la expansión geográfica masiva del Dengue en todo el mundo como una tendencia general en las últimas décadas. Estudiar la compleja relación entre el medio ambiente, las interacciones humanas y biológicas es crucial para comprender el curso de las enfermedades infecciosas emergentes y sus implicaciones para el sector de la salud pública.

La epidemiología convencional tiende a ver la enfermedad en términos generales desde una perspectiva exclusivamente humana, centrándose en las condiciones demográficas considerando a los factores climáticos y ambientales adaptativos al vector de la enfermedad."One Health” (Una sola salud) [1] es un concepto que trata de abordar a la salud desde un plano más integral y multidisciplinario. El término One Health se acuñó a principios de la década de 2000 con la aparición de las enfermedades zoonóticas como el SARS y la influenza H5N1. Reconoce que existe una sinergia entre la salud humana y animal y su entorno compartido. Sostiene que la salud y el ciclo de vida de los vectores de enfermedades zoonóticas se consideren explícitamente junto con el entorno humano, la demografía y la interacción con los vectores hospedadores zoonóticos.

Rudolph Virchow, médico patólogo y activista revolucionario, afirmó en 1858 que "entre la medicina animal y humana, no hay líneas divisorias, ni debería haberlas" y que "dentro de las enfermedades infecciosas generadas por la pobreza los gérmenes son pobres causas" fue quién comenzó a abordar este concepto. Con la convergencia de las presiones del cambio climático, la migración de poblaciones humanas y animales y la creciente población humana que aumenta la proximidad entre la vida silvestre y los humanos, como característica del capitalismo en el siglo XXI el enfoque de una salud integral toma vigencia.

El enfoque One Health integra investigaciones de salud, incluida la vida silvestre, el ganado, los cultivos y los humanos. Intenta corregir la alienación epistemológica que durante mucho tiempo ha segregado los estudios por especies. Si bien la perspectiva de One Health se considera necesaria y se utiliza cada vez más para un mejor control de la enfermedad, los enfoques epidemiológicos no se han mantenido al día con este cambio.

Para el grupo de Wallace, la investigación de One Health también ha omitido abordar las causas estructurales fundamentales que subyacen al colapso de las ecologías de la salud. Sostienen que la relación entre la ciencia de One Health y la economía política no logra incorporar efectivamente los determinantes sociales, ya que tiene un abordaje metodológico carente de una dinámica socio-histórica dialéctica. Para superar esto proponen "Structural One Health" (Una Salud Estructural) que aporta la incorporación de los desarrollos en las ciencias sociales, y así abordar los procesos fundamentales que subyacen a la salud de múltiples especies, incluyendo las historias profundas y específicas del lugar, la infraestructura cultural y las geografías económicas que impulsan la aparición de enfermedades.

La posibilidad de Structural One Health lo plantearon al estudiar la influenza aviar. Por primera vez, estos investigadores identificaron las relaciones entre los circuitos transnacionales de capital, los cambios asociados en los paisajes agroecológicos, la evolución genética y la propagación espacial de un patógeno xenoespecífico. [2].

Los factores tradicionales asociados con el dengue incluyen condiciones sociales, económicas, ambientales, culturales, socioeconómicas, pobreza y factores relacionados con el bienestar de los habitantes. Cabe mencionar que se aproxima el invierno y junto al dengue también aumentarán los casos de las enfermedades respiratorias y cuyos determinantes sociales, económicos y sanitarios comparten con el dengue.

A propósito de One Health y de Structural One Health, en Tucumán ninguna de estas perspectivas ni siquiera son nombradas porque el abordaje de la epidemia del dengue es una muestra de que la política sanitaria está subordinada a la política electoral, porque que los recursos están destinados a financiar el método fraudulento de los acoples en detrimento de la inversión en salud. Esto también se da en el marco de un brutal ajuste por parte del Frente de Todos, que agrava las condiciones de vida de millones. Como parte de ese ajuste, el presupuesto de salud del 2023 cayó en términos reales para cumplir con las metas del FMI.

Presupuesto para la salud, no para los acoples

En vísperas de elecciones, el Gobierno hace hincapié en las medidas preventivas de descacharreo y el uso de repelentes combinados con el aumento la atención hospitalaria en consultorios de febriles, lo cual no está mal, pero en este nuevo incendio epidémico vuelve a utilizar los mismos bomberos que ardieron en la pandemia del COVID-19, con menos mangueras y menos camiones hidrantes. Es decir que con estas medidas trata de ocultar el vaciamiento de años en la salud pública.

El descacharreo no es suficiente y así como tampoco los son los argumentos de la presión epidemiológica, la movilidad de las personas y la responsabilidad individual para combatir al Dengue. No hay respuestas individuales efectivas a los problemas de salud pública sino se desarrollan y se implementan políticas sanitarias orientadas al cuidado de la salud y a la prevención de epidemias. De inicio es necesario un mayor presupuesto para combinar acciones de promoción, prevención y atención primaria y secundaria de la salud, junto con una epidemiología, que no sea solo descriptiva, sino científica para la acción, y el desarrollo de comités sanitarios barriales y en los lugares de trabajo.

Ya no puede volverse el tiempo atrás y no se pueden tomar acciones en retrospectiva, es clave la organización comunitaria en los barrios y en los lugares de trabajo. Articular los barrios con los CAPS, desplegar agentes sanitarios y personas referentes de la salud elegidas en asambleas populares que exijan un mayor presupuesto para las acciones locales. Aumentar el personal en los CAPS con trabajo genuino y con derechos, incluso hasta se podría aplicar una repartición de las horas de trabajo para evitar el colapso de los hospitales y garantizando con mayores fondos económicos el correcto funcionamiento de la APS. Se debería poner el sistema privado en función las necesidades de salud de la población coordinando de manera integrativa e integral el uso equitativo de los recursos, administrados por comités de pacientes y trabajadores evitando así el lucro de los empresarios de la salud.

De esta forma se podría reordenar los recursos para evitar el colapso hospitalario y preparar acciones para afrontar los brotes epidémicos en un futuro próximo y alejado. Para que esto sea un logro, es necesario mayor presupuesto a la salud y no seguir ajustado. Sin embargo, esta orientación no podrá llevarse a cabo por el peronismo, de Cambiemos o Bussi/Milei, ya que son los responsables del desfinanciamiento de salud mientras montan grandes aparatos electorales con los acoples y recursos millonarios para seguir aferrados al poder. La salida, perspectiva que levantamos desde el Frente de Izquierda, es con la clase trabajadora junto a los estudiantes en unidad, que organizados muestran una potencialidad enorme para dar una respuesta efectiva a la epidemia del dengue y a cualquier otra epidemia que podamos padecer.


[1Ghai, R.R., Wallace, R.M., Kile, J.C. et al. A generalizable one health framework for the control of zoonotic diseases. Sci Rep 12, 8588 (2022), disponible en https://doi.org/10.1038/s41598-022-12619-1

[2(Wallace, R.G., et al., The dawn of Structural One Health: A new science tracking disease emergence along circuits of capital, Social Science & Medicine (2014), disponible en http://doi.org/10.1016/j.socscimed.2014.09.047