En el marco de la difícil situación nacional actual, debido a los fuertes golpes que como trabajadoras y trabajadores estamos sufriendo mediante las “reformas estructurales”, en nuestros ingresos, en nuestros derechos laborales, en la educación, en los servicios de salud, etc., se hace necesaria nuestra participación en la organización de base por la preservación de nuestros derechos.

Miriam Hernández, trabajadora de la UNAM Trabajadora del STUNAM
Jueves 12 de noviembre de 2015
Sin duda los problemas son muchos y hablando de las trabajadoras en especial la situación se agudiza. Somos las mujeres quienes vivimos día a día el recrudecimiento de la violencia por parte del estado y su actuación con el narcotráfico, en el fortalecimiento de las redes de trata, en el aumento de los feminicidios que han quedado impunes, el hostigamiento laboral y el acoso sexual.
Las mujeres además de la explotación que compartimos con los hombres sufrimos la opresión de un sistema social en el que nosotras encima de trabajar, llegamos a nuestras casa y aún cansadas nos queda por delante toda otra jornada laboral; la de las tareas domésticas dejando de lado nuestros deseos, iniciativas o intereses, negándonos así, la posibilidad de desarrollar todo nuestro potencial como personas.
Aunado a esto, para sentirnos aceptadas, luchamos por responder al ideal de “Mujer perfecta”, es por eso que para las mujeres organizarnos para defender nuestros derechos es doblemente costoso.
Sin embargo, en la agrupación Desde las Bases STUNAM estamos convencidas de que es necesario construir e impulsar verdaderos espacios de discusión y organización por la lucha de nuestras demandas y es por eso que las invitamos a asistir el próximo 21 de noviembre al Encuentro Nacional de Mujeres Pan y Rosas.
Porque creemos que como mujeres trabajadoras es importante asumir que somos parte del engranaje que da marcha al país y tenemos la posibilidad de construir a partir de una visión distinta, porque hay que reventar los lastres que nos han impuesto y elevar las enormes capacidades que tenemos para el beneficio de nuestra clase, porque hay que construir nuevas formas de relacionarnos incluyendo a nuestros compañeros que están dispuestos a cambiar este sistema opresor y machista.
Construyamos un gran movimiento de mujeres a nivel nacional que luche por el derecho al aborto libre, seguro y gratuito; contra el acoso laboral y sexual; contra la precarización femenina; por un justo salario para la mujer trabajadora; contra el feminicidio y las redes de trata; contra los crímenes de odio y los derechos de la diversidad sexual. ¡Paso a la mujer trabajadora!