Trabajadores de Proyecto Lindero llevan casi 20 días peleando por su reincorporación y no reciben ninguna respuesta. En coordinación con remiseros y artistas callejeros, mañana movilizarán a las 14h por sus fuentes de trabajo y la libertad de los presos por luchar.
Lunes 29 de junio de 2020 19:44
Tras 19 días de acampe, los trabajadores despedidos de la mina de oro Proyecto Lindero siguen en pie de lucha por sus puestos de trabajo para poder llevar comida a sus casas. Fueron 250 los que quedaron en la calle aquel 18 de marzo y hace más de 100 días no reciben ni un solo peso.
Vienen llevando adelante distintas medidas para hacer visible su reclamo, quieren la reincorporación y también denunciar las condiciones de precarización por parte de la empresa. Y desde la Red de trabajadores precarizadxs e informales nos hicimos presentes desde el día uno de acampe en las puertas de las oficinas de Mansfield.
Mañana hay una nueva cita de honor. A las 14h desde el Monumento a Güemes para acompañarlos a su audiencia en la Secretaría de Trabajo. Quieren entrar aunque la UOCRA, la empresa y el Gobierno de Gustavo Sáenz no quieran.
La precarización profunda
La de este martes es una movilización importante. Porque a la calle saldrán trabajadores de distintos sectores que hoy tienen una pelea en común, el derecho a trabajar y terminar con la precarización laboral y el trabajo no registrado. Por eso, desde la Red vamos a estar junto a remiseros, artistas callejeros y los mineros peleando por trabajo genuino, reincorporación de los 250 mineros de Mansfield, libertad a los remiseros presos por luchar, absolución de las causas y devolución de los vehículos secuestrados por la policía en la represión y desalojo del jueves 11, basta de represión y persecución policial a todos los luchadores y a los artistas callejeros, derogación del código contravencional provincial 7135.
Las condiciones de vida de millones de trabajadores se vieron degradadas durante la cuarentena y ni ellos ni nosotros somos la excepción. En el caso de los despedidos de Proyecto Lindero, hace casi 20 días que sostienen la lucha por su reincorporación, para poder llevar comida a sus familias. Un trabajador oriundo de Tartagal un día del acampe, entre mate y mate, nos comentó haber sido abandonado por la empresa EDVSA, tras un pico de taquicardia, antes de que lleguen los despidos.
Sin la posibilidad de encontrar asistencia médica en la mina durante la madrugada, tuvo que esperar para ser atendido entre las 9 y 10 de la mañana. Por lo que fue derivado a la ciudad de Salta, sin ningún acompañamiento médico. Solo el chofer de la camioneta y 10 largas horas de viaje. Dejándolo solo con sus bolsos y valijas en la puerta del Sanatorio San Roque a las 11 de la noche, sin siquiera una orden médica. El sanatorio le pedía un depósito para llevar adelante la internación por lo que tuvo que ponerlo de su bolsillo sin una posterior remuneración por parte de la empresa o de la obra social. "Pasé 48h internado y jamás me fueron a preguntar si estoy vivo o muerto. No mandaron a nadie de recursos humanos ni llamaron por teléfono", comentó. La única respuesta por parte de la empresa fue un mes después.
"El día 22 de marzo se me vencía el último certificado médico que me dio la cardióloga y como no presenté el otro porque no podía viajar por el tema de la cuarentena, porque yo soy de Tartagal y no podía viajar, no tenía medios. Se me cumplió el último certificado médico y al otro día me dieron la baja". El médico legal de la empresa le había dado el alta sin revisarlo, sin siquiera conocerlo, y la empresa automáticamente le dio de baja. La baja no fue solo para él. Sus 249 compañeros despedidos recibieron el aviso unos días antes.
"A mí lo que me hicieron fue un abandono de persona cuando estuve enfermo. Al mismo tiempo me echaron como perro. A todo eso viene esta lucha. Estamos reclamando nuestros derechos. Estamos abocados a recuperar nuestros puestos de trabajo".
Su relato de vida nos llena de bronca pero nos da mucha fuerza para organizarnos, para coordinar nuestras peleas y para cambiarlo todo.