El sábado a la madrugada falleció a los 85 años luego de una dura enfermedad que padecía desde 2016. Fue dirigente de la CGT clasista en la década del ’70 y fundador del Frente Antiimperialista por el Socialismo.
Lunes 5 de febrero de 2018 11:38

El 11 de mayo de 2016 tuve la posibilidad de entrevistar a Armando en su vivienda de la calle San Martin, al lado del Mercado Artesanal donde atendía un puesto. Eran tiempos en que seguía su militancia apasionada, luego de más de 30 años desde la vuelta del exilio por América Latina y Europa pos dictadura, en el Movimiento Obrero Campesino Estudiantil Popular (MOCEP), de tendencia peronista.
“Tenemos tareas sindicales, muy lento todavía porque perdimos la fuerza que teníamos en la CGT, no tenemos la misma fuerza que teníamos antes. Muchos se han hecho viejos, se han muerto, otros ya abandonaron las tareas y durante los años de exilio ya la CGT cambió mucho”, comentaba Armando por ese entonces.
La intención de esta nota es mostrar de alguna forma a quien supo abrazar las luchas del movimiento obrero a lo largo de toda su vida, dando a conocer algunos pasajes de esa entrevista donde los detalles permiten reconstruir también parte de la historia del peronismo salteño, hoy referenciado en el gobernador Juan Manuel Urtubey, “un tipo de la oligarquía (…) hijo político de Romero”, en palabras de Jaime. Lo hacemos, con el mayor de los respetos, sin dejar de señalar los límites de la estrategia política de la izquierda peronista y el Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS) que abrazaba Armando.
“Tiene su historia Salta en materia de resistencia aunque se la califica de conservadora”
Armando Jaime nació el 9 de octubre de 1932. “Yo soy salteño, empecé siendo obrero del vestido, aprendí sastrería pero después abandoné para ser maestro en una escuela rural donde uno es maestro, director, todo, yo estaba en la zona de Santa Victoria Oeste, en el año 1951”, cuando sólo tenía 18 años. “A mí me manda ahí un gobernador de Salta que era Carlos Xamena, un gobernador obrero. Y me manda porque en esa zona ganaban los conservadores, para hacer tareas contra los conservadores, de paso trabajaba”.
En esa época, transitando aún el primer gobierno de Perón, “este era como un reglamento que tenía el peronismo como partido político, es decir que cuando se elegían los miembros para las Cámaras de Diputados y Senadores la mitad tenían que pertenecer a los trabajadores y la otra mitad al sector político (…) así que en el peronismo se incorpora mucha gente de la clase trabajadora a funciones de gobierno”.
De la Resistencia a la construcción del FAS
Luego del golpe del ´55, Jaime fue parte de la Resistencia Peronista. En 1966 fundó el Frente Revolucionario Peronista (FRP) junto a Juan Carlos Salomón y Justo Suarez. En la década del ´70 impulsó en la provincia la CGT clasista y el FAS.
A Agustín Tosco, Armando lo conocía de antes de estar preso en el penal de Rawson, “de la época de la CGT de los Argentinos, y Gregorio Flores no sé si estaba en Rawson, puede ser que sí, pero ya a Gregorio lo conocí antes de que él se incorpore al trotskismo, mucho antes, incluso lo conversó conmigo el tema, me dijo mirá, yo me voy a incorporar, por lo menos ellos pueden trabajar, nosotros no podemos hacer nada´. Le dije
yo no, vos hacé lo que quieras´”.
Según el PRT en “Perspectivas del Frente de Liberación”, el FAS era en el movimiento obrero el embrión del Frente de Liberación Nacional y Social , una alianza entre trabajadores, campesinos, clase media y el pueblo pobre, que el MOCEP como idea podría emular.
Para el FAS, la ruptura con el imperialismo, una de las demandas democráticas más sentidas en un país como Argentina, debía atravesar una etapa de conciliación con partidos reformistas y burgueses opuestos a la dominación extranjera. Para esa tarea se pensaba así mismo como un embrión de un frente más amplio que aspiraba a sumar al PC, partidos pequeñoburgueses del nacionalismo burgués (Montoneros y JP) y los representantes políticos de la burguesía liberal (Juventud Radical).
A la vez, la estrategia guerrillerista del ERP corría del eje la necesidad de la centralidad de la clase obrera y la independencia de clase, que había marcado su impronta insurgente en el Cordobazo de 1969. El abandono de la lucha de clases real por una guerra de aparatos, y el de la lucha política contra la conciliación de clases para buscar construir una alianza policlasista más radicalizada se daba en medio de un proceso con ocupaciones y tomas de fábricas, recuperación de comisiones internas y cuerpos de delegados, paros generales como en las jornadas de junio y julio del ´75 y el desarrollo de coordinadoras interfabriles.
La CGT clasista
El 24 de mayo de 1973 Miguel Ragone asume la gobernación de Salta. Según el relato de Jaime, por esos tiempos “estaba la dirección normal de la CGT, digamos los tradicionales de la CGT, que habían estado con Ragone, y la asalta a la CGT el grupo de Horacio Bravo Herrera (abogado laboral, peronista de la lista Azul y Blanca, NdR) y toman la dirección de la CGT, entonces llaman a un plenario pensando que iban a ganar ellos. Se hace el plenario y le ganamos nosotros entonces nos hicimos cargo de la CGT (…) yo no representaba ningún sindicato, entonces a mí me ponen de asesor político ellos, los delegados, y a Juan Carlos, que sí representaba, él era de los empleados judiciales, lo ponen de asesor sindical, pero de hecho la dirección de la CGT la llevamos nosotros. Y ahí mismo, entre los delegados, alguien propuso que se llame CGT clasista, que le demos el carácter de clasista y eso lo aprobaron los delegados”.
Como parte de una época de ascenso obrero luego del Cordobazo de 1969, Jaime sostenía que el clasismo se apoyaba en “posiciones antiburocráticas”, de independencia de clase “respecto a los gobiernos y los partidos políticos patronales”, a tono con el clasismo cordobés referenciado en la experiencia del SITRAC SITRAM. Sin embargo, estas experiencias no estuvieron exentas de contradicciones. En particular en lo que hace a la relación de estos sindicatos con los gobiernos peronistas de izquierda de la época, como fue el caso del gobierno de Ragone.
Frente a esto, una pregunta vino a la mente: ¿entrar o no al gobierno?
“Cuando Miguel entra al gobierno yo vuelvo de la cárcel, de Rawson, y Juan Carlos Salomón vuelve del exilio en Chile, y conversamos, entonces nosotros le planteamos a Miguel (…) que lo normal era que fuéramos parte del gobierno pero eso significaba realizar algunas reformas esenciales y que se habían prometido en la campaña electoral, reformar el tema del campo, la situación de los campesinos, reformular la dirección económica de la provincia, hacer un plan de industrialización de la provincia, es decir, hacer una reforma provincial de fondo para que no se torture más ni se hagan cosas con las personas que están presas (…) y hacer una reforma agraria parcial en los lugares de mayor explotación del campesino, que hay en varios lugares alejados de la provincia donde la explotación de los peones rurales era muy fuerte”.
Ragone “decía no, que había que esperar, que era muy pronto, que íbamos a tener problemas. No se animaba digamos, entonces nosotros dijimos no, no aceptamos ningún puesto, no queremos ser los responsables de un gobierno que no cumple con las promesas. Con lo cual no significaba que le quitemos el apoyo, que pruebe, que vea cómo le va. De esa manera no aceptamos ningún cargo nosotros (Jaime y Salomón, NdR)”.
“Sí aceptamos cargos menores para los compañeros nuestros que han entrado como Fortuny que entró de Jefe de Policía y después lo asesinan, Bertha Torres que entró en la Dirección de bosques, que nos interesaba que este ahí y también desaparece, y la hermana de ella también desaparece y después, una cantidad de gente que entró en puestos más chicos. Nosotros hicimos la lista de gente, no eran cargos importantes, era gente de la que necesitábamos alguna cosa”.
Más allá de las individualidades la lista Verde peronista, que dio impulso a la CGT clasista en Salta, entró al gobierno de Ragone caracterizándolo como un punto de apoyo para fortalecer la lucha contra la oligarquía provincial, el “cholaje” referenciado en el Club 20 de Febrero, y el imperialismo.
Aquel fue un gobierno de la izquierda peronista que miraba el retorno al país de Juan Domingo Perón como un paso en el camino de la liberación nacional y la "patria socialista". Pero Perón había sido convocado en 1972 por las Fuerzas Armadas y por el empresariado más concentrado para desviar el proceso abierto con el Cordobazo y que tenía a la cabeza a un movimiento obrero que cuestionaba el conjunto del proyecto capitalista. El peronismo de izquierda, con Montoneros como referencia mayor, sostenía un discurso de “socialismo nacional”, como también puede leerse en Jaime, mientras Perón se asentaba en la burocracia sindical para contener a la clase obrera ayudado por las bandas paramilitares de la Triple A .
18 meses de gobierno
En septiembre de 1973 “muere Rucci, lo matan. Acá en Salta los sectores de derecha orientados por este Horacio Bravo Herrera arman una misa, planifican para después meterse en la Casa de Gobierno. Entonces sorpresivamente a la Casa de Gobierno, que nunca tenía vigilancia, ingresan y se produce una especie de secuestro de Miguel Ragone. El planteo que le llevan es que saque a todos los comunistas del gobierno (… ) sería por algún empleado, algún funcionario, entre ellos la sobrina de Miguel (María del Carmen “Chicha” Alonso, militante del PRT, una de los once masacrados el 6 de julio de 1976 en el paraje Las Palomitas, NdR), esto nos enteramos y movilizamos instantáneamente a la gente”.
“¿Qué hacemos en ese momento? Hablamos con el que era el director de la cárcel para que venga, que era un hombre nuestro, Eduardo Porcel. Entonces él saca una parte de la guardia de la cárcel, saca unos cuantos presos y les entrega las armas, los lleva a la Casa de Gobierno y bajo la comandancia de él, entra la fuerza militar adentro y los desalojan a estos que eran unos cuantos (Horacio Bravo Herrera, NdR). Ahí termina, se hace un acto, en ese acto sólo hablan dos personas: habla Juan Carlos Salomón y hablo yo, nada más y se desmoviliza la gente”.
Finalmente, el 23 de noviembre de 1974 Isabel Martinez de Perón interviene el gobierno de Ragone. Así es derrocado por un golpe de la derecha peronista siguiendo la suerte de todos los gobernadores ligados a la Tendencia Revolucionaria del peronismo.
Días previos al golpe de estado, el 11 de marzo de 1976, Ragone es secuestrado por la Triple A convirtiéndose en el primer gobernador desaparecido en democracia.
Despedimos a un luchador
Las últimas veces que lo crucé a Armando, unos meses después de la entrevista en septiembre de 2016, fue en reuniones y movilizaciones por la libertad de los 6 choferes de la UTA Salta, presos por el gobierno de Urtubey durante 3 meses, por luchar por sus derechos como trabajadores.
Despedimos a un luchador de la resistencia y del peronismo combativo, un sobreviviente de la generación de los ´70 que no renunció a sus ideales.
Hasta la victoria siempre, Armando.

Florencia Gasparini
Nació en 1979. Es maestra en escuelas públicas de Salta y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Integra la redacción de La Izquierda Diario Salta.