Luego de dos largos meses y casi como en una comedia de enredos, finalmente ayer la
ahora ex Secretaria General de la Asociación Docentes Provincial (ADP), quien además es pro secretaria de Acción Social de CTERA, Patricia Argañaraz fue apartada de su cargo.
Sábado 23 de febrero de 2019
La resolución de suspensión por 45 días surgió de una reunión de Comisión Directiva a puertas cerradas y bien lejos de miles de docentes afiliados a la entidad. Y sin la presencia de Argañaraz quien mediante un certificado médico excusó de su ausencia por un “accidente isquémico”. La sanción correrá a partir del alta médica. Viviana Figueroa la reemplazará en el cargo.
La unidad de las distintas alas de la burocracia Celeste que los llevó a conquistar la dirección del sindicato a fines de 2017 de la mano de una Argañaraz fuerte desde 2012, año en que se tuvo que hacer cargo de la entidad tras la muerte de Virgilio Choque, se entrecruzó con la interna peronista de la provincia y llevó al desplazamiento de Patricia.
No fueron los cuestionamientos a los arreglos a espaldas de la docencia ni a la venta de cargos de maestra por montos que oscilan los 100 mil pesos y que incluye la complicidad de la Junta de Clasificación y el Ministerio de Educación de Analía Berruezo. Tampoco a las asambleas de Memoria y Balance año tras año un domingo de enero y a las 6 de la mañana. Ni el repudio a las traiciones con paritarias a la baja en un año con casi el 50% de inflación y de entrega al FMI, ni el abandono de las luchas docentes, como en 2014, lo que la llevan a su desplazamiento. Mucho menos, el fuerte malestar ante el inmovilismo frente a la represión y detención de docentes de Cafayate esta semana, ante las que ADP no dijo ni mu. Ni el escándalo tras la adjudicación trucha de casas del IPV por parte de Patricia y su familia. Nada de eso.
El desplazamiento de la ex Secretaria General se debe a una interna de la burocracia local que puja por sus propios intereses en un año electoral donde en Salta y todo el país la crisis del PJ sigue en pie. Sin ir más lejos, fue la propia Argañaraz quien hace unos meses sonó acaso con ser nada menos que la sucesora de Juan Manuel Urtubey en la provincia de cara a la disputa por la gobernación dentro del peronismo local.
De Cerezos y Patricias
Patricia Argañaraz, Viviana Figueroa, Jorge Cerrutti y Ana María Cerezo formaron parte hasta diciembre de 2018 de la Comisión Directiva de ADP en forma más o menos pacífica luego de una elección plagada de irregularidades y muy baja participación de las y los afiliados.
Oriundas del norte provincial, más precisamente Orán, las dos protagonistas de esta disputa de intereses, Argañaraz y Cerezo, en tiempos remotos si tenían algún desarreglo a lo sumo iban “al psicólogo”.
Fue en diciembre pasado, tras las denuncias por hechos de corrupción del propio hermano de Argañaraz, Raúl, y del Secretario Gremial, Jorge Cerruti, con la ocupación de la sede de Embarcación, que estalló la interna.
Luego se sumó Marita Cerezo a la interna, quedando como la máxima referente de la interna frente a una Figueroa deslucida.
Argañaraz años atrás solía contar con el apoyo del gobernador, ahora estaría según Cerezo en la interna con el romerista Fernando Yarade. Mientras, Cerrutti está referenciado con la fracción del intendente del PJ Alfredo Llaya, quien está hace 20 años en el cargo acusado de participar en crímenes de Lesa Humanidad y fue uno de los primeros en sacarse la foto junto a Urtubey en el marco de su precandidatura a presidente.
Recuperar los sindicatos
La disputa interburocrática no puede traer nada bueno para las y los docentes.
¿Por qué, ante el pedido de las bases y frente a una Patricia Argañaraz fuertemente repudiada, no hubo asambleas abiertas de ADP para discutir, resolver y que sean ellas mismas las protagonistas de echar a la burocracia del sindicato? En cambio, la resolución fue entre cuatro paredes para que, junto a Patricia, Cerezo, Cerrutti y su patota no le tengan que explicar nada a la docencia. Y que, por medio de un enroque, cambien algo para que nada cambie.
Frente a esto, y el saqueo en curso con ajuste y represión como la que semanalmente descarga Urtubey sobre la espada de quienes salen a luchar, está a la orden del día organizarse. La asamblea que habrá hoy en la sede del gremio de Canillitas, en Santiago del Estero 452, a las 15 y 30hs es una oportunidad. Pero con el norte puesto en la tarea de recuperar los sindicatos, como ADP que es el principal en la provincia, de manos de la burocracia y ponerlo al servicio de las y los trabajadores de educación que en su mayoría son mujeres. Que pelee por la implementación de ESI en las escuelas, sin ninguna injerencia de las iglesias.
Que luche de forma independiente a los partidos patronales y los gobiernos de turno, por más presupuesto educativo para que la plata no vaya al FMI si no a educación, para conquistar un salario igual a la canasta familiar para que no haya que trabajar entre dos y tres turnos para llegar a fin de mes. Que se una a las y los estudiantes de la UNSa y los terciarios que pelean por educación pública como pasó en el 2018.
Con mandatos revocables en asamblea de las y los integrantes de la directiva, y no en cuatro paredes, y para que luego de un mandato vuelvan a trabajar. O acaso, ¿a qué escuela volverá a trabajar Argañaraz luego de su licencia?
Recuperar la ADP, para echar del sindicato a las Argañaraz, Cerezo, Cerrutti, Choque, Inés “Yiyi” Portal y toda la burocracia sindical.

Florencia Gasparini
Nació en 1979. Es maestra en escuelas públicas de Salta y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Integra la redacción de La Izquierda Diario Salta.