En el marco de las elecciones provinciales del 6 de octubre entrevistamos a Daniela Planes, dirigente del PTS y candidata a diputada por el Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad. Balance y perspectivas.
Viernes 11 de octubre de 2019 22:51
Docente de Educación Especial en escuelas públicas desde hace 15 años, dirigente del PTS y la agrupación de mujeres Pan y Rosas en el Frente de Izquierda Unidad, es candidata a diputada nacional y provincial en las elecciones del 27 de octubre y 10 de noviembre, respectivamente, por el Frente de Izquierda Unidad, la fuerza que lleva a Nicolás del Caño como candidato a presidente de la Nación.
La Izquierda Diario: ¿Qué balance hacés sobre las elecciones provinciales del 6 de octubre?
Daniela Planes: Estas elecciones se dieron en un escenario muy difícil para la izquierda con la polarización que ya vimos entre el kirchnerismo y el macrismo a nivel nacional, que acá se dio con Sáenz, el más panqueque de todos que estuvo con Massa antes, ayer con Macri, ahora va con Marocco como candidato a vice que banca el proyecto de los Fernandez y mañana con quien sea. Sáenz es el gran ganador del domingo, hizo una muy buena elección con el 43% que es casi imposible se revierta, logrando despegarse de una figura de un Macri derrotado y apoyándose en el desdoblamiento de Urtubey que lo que hizo fue provincializar las elecciones. El Frente de Todos quedó segundo con un 32% con el “Oso” Leavy que se impuso en la interna con Isa, pero quedó lejísimos del casi 50% que sacó de la mano de Cristina hace 2 meses. Ahora, hay que ver hacia el 27 de octubre cómo sigue ya que mantiene su doble candidatura a senador nacional y gobernador.
El voto a Sáenz es un voto conservador, que ante la situación de crisis genera expectativas. Se apoya mayoritariamente en su gestión desde la Intendencia de capital, con algunas obras que pudo hacer gracias a la llegada de fondos nacionales. Pero no podemos olvidarnos el peso que implica para su triunfo el acuerdo que mantiene con Juan Carlos Romero, con una Bettina que hoy encabeza la pelea por la Intendencia desde este espacio.
Uno de los perdedores de esta elección podemos decir que es Urtubey. Se mostró que su política de desdoblamiento electoral fue un fracaso y ni siquiera pudo participar con un candidato propio que le garantice su sucesión.
Después, por otro lado, el antiderechos y misógino Olmedo, junto a Suriani y Fiore, logró una lista 100% celeste y mantuvo su base conservadora con casi el 20%, una base que tiene puntos de contacto con un sector de votantes de Sáenz, con quien casi van a listas juntos.
En este marco, desde el Frente de Izquierda Unidad logramos el 3,6% de los votos, manteniendo el espacio del FIT de este año, y la Lista Unidad que encabezaba Pablo López como candidato a gobernador y por la que yo era candidata a diputada provincial fue la que se impuso en la interna de la izquierda. Ahora, hacia noviembre, vamos a ir unificados en una lista común del FIT Unidad que además incorpora algo muy novedoso para la provincia, que es una tradición en el FIT desde sus inicios: la rotación en los cargos entre las distintas fuerzas que formamos el frente acá, que somos el PTS, el PO y el MST.
LID: ¿En qué contexto se dieron las elecciones PASO de Salta?
DP: Primero, me parece que estamos en una situación luego de cuatro años de Macri en el gobierno que llevaron a una profundización de la crisis económica con aumentos en la pobreza, niveles de desocupación. Todo en el marco del acuerdo con el FMI que lleva a una degradación de la salud, educación, la vivienda de millones en el país y en una provincia donde uno de cada dos labura en forma precaria. Con Sáenz, la matriz productiva a favor de los empresarios del campo que es el sello de Romero y a lo que le dio continuidad Urtubey, y Leavy en Tartagal, se va a mantener. Con la profundización de la práctica del desmonte y el empeoramiento aún más de las condiciones de vida de los pueblos originarios. Una realidad que no muestra nada bueno para el pueblo trabajador salteño en una provincia que está en el tope de pobreza, incluso en la capital que hace 4 años gobierna Sáenz. Con el problema de las cloacas, calles de tierra, un sistema de salud colapsado.
LID: ¿Qué desafíos creés tiene la izquierda en esta etapa?
DP: Hoy más que nunca una tarea que tenemos por delante es construir una gran fuerza de izquierda en la provincia y todo el país para enfrentar acá lo que ya estamos sufriendo, pero sobre todo prepararnos para lo que se viene. Y sabiendo que Macri no gobernó solo si no que tuvo cómplices en sectores del peronismo como Massa o Urtubey y en la burocracia sindical de la CGT con Guaymas a la cabeza acá, o de la CTA con ADP que cuando estuvimos las docentes de paro durante semanas este año se comportaban como un brazo del gobierno más que una herramienta de los trabajadores. Si todas estas direcciones sindicales que se dicen peronistas hacen eso con Macri en el gobierno podemos imaginarnos lo que va a pasar si gobierna Alberto Fernández.
Nos parece que tenemos que mirar con atención la situación de Ecuador, donde la juventud, las mujeres, los trabajadores y pueblos originarios están en las calles enfrentando el tarifazo y ajuste brutal del FMI, que es lo que se viene acá, y las medidas represivas del gobierno de Lenin Moreno. La resistencia del pueblo trabajador ecuatoriano es un ejemplo a seguir. Entonces, una de las tareas principales para la izquierda en Salta es por un lado llegar con nuestras ideas y propuestas a miles que no se quieren resignar a seguir sufriendo el ajuste, que salen a las calles contra la destrucción del clima en manos del capitalismo, contra la violencia machista y por aborto legal, contra el gatillo fácil que mata a los pibes en los barrios y por nuestras demandas. Desarrollar una fuerza poderosa en los sindicatos como en docentes, construyendo agrupaciones antiburocráticas y combativas, con un programa clasista, y en los lugares de estudio como la universidad, las escuelas secundarias y terciarios, con agrupaciones que planteen la autoorganización del movimiento estudiantil y la unidad con la clase trabajadora, y que peleen por recuperar las organizaciones de base como los centros de estudiantes, independientes de los gobiernos y las autoridades. Y a eso le dedica el PTS su militancia todos los días, no solo para enfrentar el ajuste y las políticas del FMI si no porque verdaderamente queremos cambiar todo de raíz, que la crisis la paguen los capitalistas y gobernar las y los trabajadores.
En este sentido, cada voto al FITU para nosotros significa un gran punto de apoyo para fortalecer estas peleas, para organizarnos por todas nuestras demandas, contra el oscurantismo de las iglesias, por todos los derechos de las mujeres, la diversidad, los jóvenes y trabajadores. Hacia el 27 de octubre primero y después hacia el 10 de noviembre, queremos redoblar los esfuerzos para conquistar más bancas del Frente de Izquierda Unidad también en Salta, como puestos de lucha al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. Pero le pelea va más allá de las elecciones. Acá tenemos la experiencia de la izquierda que sacó muchos votos y obtuvo diputados y concejales, pero en el balance ninguno de los dos sectores en que se dividió el PO plantea que lo central fue que eso no se aprovechó para construir por abajo una gran fuerza militante, orgánica en los sindicatos y el movimiento estudiantil. Ese es el desafío de la izquierda en Salta y que nos proponemos desde el PTS.

Florencia Gasparini
Nació en 1979. Es maestra en escuelas públicas de Salta y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Integra la redacción de La Izquierda Diario Salta.