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Red Internacional
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Después del golpe, continúa la pelea #PorMásTiempo

Testimonios de trabajadores de Tiempo Argentino y Radio América, a horas del destrozo de su redacción en manos de una patota liderada por Mariano Martínez Rojas.

Martes 5 de julio de 2016 11:11

El edificio de Amenábar y Dorrego parece salido de una postal de posguerra. La reja que lo resguardaba hasta hace algunas horas cuelga en la entrada, escombros desperdigados al pasar, paredes enteras devastadas, cables sueltos y bolsones de comida desparramados en planta baja no impidieron que, los trabajadores organizados desde hace mas de seis meses, bajaran los brazos.

En la puerta no hay nadie que impida el paso, constantemente entra y sale gente que se acerca a expresar su solidaridad.

Hay que subir dos pisos para llegar a la redacción y ahí el panorama cambia, el alboroto por el cierre de la edición especial que veremos este martes no inmoviliza las tareas habituales del medio autogestionado.

En el descanso de la escalera está Juan Manuel Lanza, periodísta de la sección Deporte quién, cuando el diario se volvió cooperativa, también comenzó a llevar adelante tareas comerciales nos cuenta: “Desde que empezó el conflicto estamos durmiendo en la redacción custodiando los elementos de trabajo, anoche por ejemplo había dos chicos con la mamá de uno de ellos. Uno tiene problemas motrices (usa muletas) y lo despertaron a los golpes, a la madre (que estaba arriba) la bajaron de los pelos por las escaleras. A estas tres personas las sacaron del edificio y entonces empezaron a comunicarse por whatsapp con los compañeros, informando qué era lo que estaba pasando. Los destrozos apuntaron a que no pudiéramos seguir trabajando: cortaron los cables de red, rompieron todo para evitar que saliera el diario. La patota era cuidada por la policía, una vez que llegaron varios compañeros empezaron a intentar entrar porque nosotros tenemos la custodia legal del edificio.”

Consultado sobre cómo sigue el plan de lucha remarca que “Mañana el SIPREBA (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) convocó a una asamblea de prensa a las 13.30hs en las puertas del medio. Nosotros vamos a sacar una edición especial de 16 páginas ya que, sobre todo, hay que salir (con el diario) mañana para que se sepa que esto pasó”.

Vilma Noche, jefa del informativo de Radio América declara, “Me enteré a la noche, me llamaron por teléfono y ya nos fuimos viniendo para acá. Ellos entraron justo en el cambio, cuando se va un operador, sabían cuál era el momento más vulnerable obviamente, pero lo que no tenían claro es que siempre hay compañeros bancando".

En referencia a Martínez Rojas agrega: “Si nosotros seguíamos al aire fue porque pagamos los servicios, refinanciamos deudas sacando plata del fondo de huelga y de la gente que colaboró, este señor que se dice dueño de la radio jamás puso un peso en servicios. Una persona que hizo esto, que se presentó en el Ministerio de trabajo y firmó un acuerdo de pago y después desapareció durante meses…si el ENACOM (Ente Nacional de Comunicaciones) piensa darle una frecuencia a este señor vamos a seguir con los medios de comunicación muy mal”.

La planta transmisora de la radio, situada en Villa Soldati, también fue tomada a la fuerza por parte del empresario. Vilma considera: “Es el momento de sacarlo de la planta, si no lo sacan con esto no se qué están esperando, lo imputó una fiscal pero el gobierno lo quiere dejar en manos de la justicia, y yo creo que lo que hace falta es una decisión política”

Por su parte Malena Winer, tesorera de la cooperativa relata: “Estamos haciendo esta entrevista en la oficinita de administración que nos dimos como cooperativa, porque era el único lugar con llaves para guardar los papeles, y ven ahí las huellas de patadas en la puerta, la cerradura franqueada, los cuadros vidriados con las mejores tapas los encontramos reventados contra el piso. Estuvimos rearmándonos mientras dábamos notas todo el día y no hay forma que no te pase esto - y nos muestra sus ojos cristalinos de lágrimas- estar acá es un orgullo, es inimaginable pensar que hubiera pasado si no hubiéramos entrado, yo creo que se hubiera perdido todo. Sabían perfectamente dónde tenían que ir, querían entrar acá, en administración, donde están los papeles nuestros”

Julián, redactor de Deportes fue uno de los primeros en llegar durante la madrugada: “Nos enteramos anoche por un mensaje de whattsapp que llegó a un grupo que tenemos en la sección para laburar. Estaba en mi casa, en la cama por irme a dormir con la lluvia; me cambié y me vine para acá. Éramos diez de nosotros y cuatro policías que custodiaban a los que estaban adentro rompiendo todo, se escuchaban los ruidos. A éstos efectivos les pedíamos que entren, y nos respondían que esperáramos hasta mañana a primera hora para realizar la denuncia. Encima la impotencia de que nos dijeran que ellos no eran parte del problema porque eran “laburantes”. Cuando fue llegando gente pudimos entrar, fue una noche bastante intensa y una mezcla de sensaciones: impotencia, bronca pero también orgullo por lo que estamos haciendo acá. Lo primero que hicimos fue intentar que la redacción se parezca a la sala que usamos todos los días. Fue bastante triste entrar y empezar a ver los destrozos, no sé, llegar y ver el cuadro de Rodolfo Walsh tirado en el piso”.

Intentando reponer las cerraduras de las puertas de entrada, Germán Alemán, nos cuenta: “Llegué y estaba todo cerrado hasta que decidimos recuperar las instalaciones. No me sorprende, es un modus operandi que se repite. No es la primera vez que este tipo viene o apela a patotas. Lo que me sorprende es la impunidad con la que se maneja a nivel judicial, hoy habló en Perfil y aseguró que iba a volver. Hoy, tememos por nuestra integridad. Nos pusieron custodia policial y ahí está el señor, hablando por celular “-(señala al policía).

Otro de los periodistas del diario, Jorge Belaunzaran, quién firma como “Belauza” relata “me enteré de casualidad por una llamada perdida de mi vieja que quería saber si estaba bien por “lo que pasaba en el Diario”. No me sorprendió, lo primero que se me vino a la cabeza es algo que nos dijo Hebe de Bonafini hace un tiempo cuando nos invitó a la Plaza: “los trabajadores son los nuevos desaparecidos” En este momento hay unos 150.000 trabajadores en blanco desocupados y empiezan a reaparecer estas prácticas que en la época del Proceso eran habituales; no puede ser que el tipo que se acredita ser dueño aparezca para comandar la patota. Se mueve con la impunidad del que sabe que no le va a pasar nada y que si le pasa, no es tan grave. Todo lo que pasó tenía una clara funcionalidad: que no saliera el diario”.

Dada la viralización que alcanzó el conflicto en pocas horas, ¿Los sorprendió la repercusión en redes? “La magnitud de la respuesta está relacionada, para mí, porque la sociedad ve que nosotros nos mantenemos en la lucha y cree que podemos ganar. Ven en nosotros un ejemplo a seguir que les da la posibilidad de creer que ellos pueden llevar adelante esta misma pelea en otros ámbitos que los involucran directamente. Si se cae Cresta Roja, el IMPA o todas las luchas que se dan actualmente, se pierde la esperanza de que se pueda cambiar algo. Esta sensación de respeto por lo que hacemos en Tiempo yo lo percibo cuando veo que alguien me dice “que aguante tienen ustedes”. Estando adentro por ahí lo naturalizas, pero cuando tomas un poco de distancia te das cuenta que es importante resistir.”

Desde La Izquierda Diario agradecemos los testimonios de Juan Manuel, Vilma, Malena, Julián, Germán y Jorge; seguiremos acompañando su lucha #PorMásTiempo.