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Universidad de Chile. Destrucción sede FECh y persecución a estudiantes: El 21 de julio de 1920 y la unidad obrero estudiantil

Era un momento de tensas negociaciones entre Chile y Perú para establecer las fronteras entre ambos países, los que estaban en disputa desde el término de la Guerra del Pacífico. El gobierno chileno, presidido por Juan Luis Sanfuentes, apoyado por el Congreso, ordenó la movilización parcial de las tropas del Ejército a la frontera con Perú, lo que fue conocido como la “Guerra de Don Ladislao”. ¿Cuál fue la posición de los estudiantes organizados en la Fech? Calificar el conflicto como una manipulación de la oligarquía salitrera para resguardar sus intereses económicos, es decir, una posición directamente en contra de los capitalistas. Asimismo, rechazaron la retórica nacionalista con la que buscaban legitimar el conflicto armado, poniendo como política principal, la confraternidad con el movimiento estudiantil peruano. Claramente esto no fue bien recibido.

Jueves 21 de julio de 2022

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile se fundó en 1906, en un país donde la mayoría de la población vivía en condiciones miserables, tanto en el campo, en las salitreras, en las minas, como en Santiago. Por esas mismas condiciones, se venía organizando un sector del proletariado chileno para enfrentar las condiciones a las que les sometían cada gobierno y la aristocracia chilena podrida en el lujo. Los estudiantes, en aquella época en que solo hombres entraban a estudiar a la universidad, veían y se vinculaban con aquella realidad, pues los estudios abrían sus miradas críticas. Por esta razón decidieron fundar la FECH.

Así es como los estudiantes intervinieron activamente en la lucha de clases, apoyando a las organizaciones de trabajadores que se enfrentaban a sus patrones y al gobierno. Por ejemplo en 1918, la FECH junto a la Federación Obrera de Chile (FOCH) convocaron a la Asamblea de Alimentación Nacional, desde donde se organizaron las huelgas o movilizaciones del hambre para visibilizar el profundo problema que vivía la sociedad chilena. Estudiantes codo a codo con los problemas y las luchas de las y los trabajadores. Entre 1918 y 1919, comenzó a funcionar la Universidad Popular Lastarria, en honor al dirigente estudiantil José Victorino Lastarria, con el fin de dar clases nocturnas a los obreros. Además durante esta época los estudiantes de la facultad de Salud fundaron una serie de farmacias gratuitas y los futuros abogados entregaban gratuitamente sus conocimientos a los sectores desprotegidos. Una tradición de los estudiantes vinculados a las luchas de las y los trabajadores que es necesario retomar.

En este contexto es que en 1920 se daban tensas negociaciones entre Chile y Perú para establecer las fronteras entre ambos países, los que estaban en disputa desde el término de la Guerra del Pacífico. El gobierno chileno, presidido por Juan Luis Sanfuentes, apoyado por el Congreso, ordenó la movilización parcial de las tropas del Ejército a la frontera con Perú, lo que fue conocido como la “Guerra de Don Ladislao”. ¿Cuál fue la posición de los estudiantes organizados en la Fech? Calificar el conflicto como una manipulación de la oligarquía salitrera para resguardar sus intereses económicos, es decir, una posición directamente en contra de los capitalistas. Asimismo, rechazaron la retórica nacionalista con la que buscaban legitimar el conflicto armado, poniendo como política principal, la confraternidad con el movimiento estudiantil peruano. (1) Claramente esto no fue bien recibido.

La declaración de la Fech decía que la razón de esta acción era desarticular al movimiento obrero, con el que los estudiantes se vinculaban mucho. Fueron acusados de antipatriotas y de haber recibido sobornos de Perú. (2)

Por este posicionamiento es que los estudiantes de la Fech, el 21 de julio de 1920, recibieron la respuesta de un grupo patriota que atacó la sede de la Federación, destruyó el edificio y quemó la biblioteca, resguardados totalmente por la policía. En este ataque, numerosos estudiantes fueron apresados, entre ellos el joven poeta anarquista José Domingo Gómez Rojas, quien además de ser encarcelado, fue torturado y posteriormente llevado a la Casa de Orates, que era un centro de asilo para personas con trastornos psicológicos, en ese lugar falleció.

Como constata la página web de archivo fech: “El asalto a la Federación comenzó a partir de la asistencia de una columna de jóvenes manifestantes del patriotismo nacional, quienes aproximadamente redondeaban la cantidad de tres mil personas, precedentemente habían participado en la despedida de reservistas desde la Estación Mapocho, enviados al norte de Chile para defender la frontera por posibles ataques de la Confederación Perú/Bolivia.

Desde aquel grupo, alrededor de treinta personas, avanzaron por la Moneda, para dirigirse hacia la Casa Central de la FECh con el objetivo de protestar por la emisión de comunicados pacifistas y críticos de la FECh (3).

Cuando las juventudes patrióticas comenzaron su manifestación frente a la sede de la Federación, por medio de gritos, algunos estudiantes de la FECh salieron a los balcones del segundo piso de la Casa Central, para insultar, lanzar botellas y realizar disparos con una pistola. Mientras aquel escenario se emplazaba, concurre a la manifestación patriótica contra la sede, otra gran columna de juventudes para apoyar la protesta en contra de la Federación, lo cual desembocó en la invasión del Club, destruyéndose la puerta principal del recinto como acción inicial, seguidamente subieron por las escaleras colindantes con oriente en destruir totalmente el recinto. (4)

La urgente necesidad de una Fech para las luchas actuales

Esta historia que recordamos más de 100 años desde que sucedió, no la contamos porque sí, sino que porque desde la Agrupación Anticapitalista Vencer, donde habemos estudiantes de la Universidad de Chile, creemos que es necesario plantearse para qué se creó este organismo estudiantil y cuáles son los objetivos que debe tener, como luchar en conjunto con la clase trabajadora y los sectores populares por el derecho a la educación (pública, gratuita, democrática y no sexista), la defensa de los recursos naturales; el aborto legal, libre, seguro y gratuito, etc.

Necesitamos una federación que opere en función a las asambleas de base, de carrera y/o facultad, donde les estudiantes puedan plantear y organizarse según las necesidades políticas que crean atingentes. Por ejemplo en las movilizaciones de este año, la Fech no jugó ningún rol, ni en Beauchef por Margarita Ancacoy, ni en Juan Gómez Millas donde se estaba peleando en una unidad inédita entre funcionaries y estudiantes, ni en la Facultad de Arquitectura de Urbanismo, donde las y los estudiantes estuvieron en toma en contra de la precariedad en la educación.

Hoy en día la mesa Fech no existe, más bien existe una mesa coordinadora dirigida por los centros de estudiantes (Consejo de Presidencias), esto debido al bajo quórum en las votaciones que han habido durante los últimos años. Sin embargo esta baja participación no es responsabilidad de los estudiantes de base, sino que por el rol que han cumplido las direcciones del movimiento estudiantil y específicamente de la FECh durante más de una década, donde las Juventudes Comunistas, junto con lo que hoy es el Frente Amplio, que juntos actualmente forman Apruebo Dignidad y son gobierno, jugaron un rol importantísimo en desarticular y desmovilizar durante todos estos años, con lógicas ampliamente burocráticas tomando decisiones por arriba de las bases y pactando con las autoridades a puertas cerradas en diferentes ocasiones.

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Hoy, quienes son de las juventudes del gobierno, muchos parte de los centros de estudiantes que componen el Consejo de Presidencias, quieren mantener al movimiento estudiantil completamente pasivo, para “dejar gobernar” a Boric, quien ya es prácticamente un presidente de una Nueva Concertación, con políticas totalmente a derecha como lo son continuar la militarización del Wallmapu, el impulso de la Ley de Infraestructura Crítica, y qué decir de la represión que hemos vivido los mismos estudiantes este año, tanto universitaries como secundarios.

Esta organización se vuelve más necesaria cuando nos encontramos ad portas de un plebiscito que decidirá si se aprueba o se rechaza la Nueva Constitución, la que a pesar de que consagra algunos derechos en el papel, los que solo han sido reconocidos por la amplia lucha histórica del pueblo, los trabajadores, las y los estudiantes, los pueblos originarios y las mujeres, se trata solamente de un nuevo intento de recomponer el régimen neoliberal heredado de la dictadura tras la revuelta de 2019, tanto con una opción defendida por la derecha que busca una restauración autoritaria, o el apruebo que busca una restauración “democrática”.

Sin embargo, la federación de estudiantes más importante del país ni siquiera fomenta la discusión acerca de este proceso, el que nace de un desvío de la rebelión popular, de modo que llamen a asambleas en todas las carreras y facultades para poder tener una posición al respecto, que no se reduzca netamente al binarismo apruebo-rechazo que quieren imponer los partidos del régimen.

Asimismo, para poder discutir cuales son las demandas más urgentes de las y los estudiantes y trabajadores que componen las universidades y decidir cómo luchar por ellas para que el movimiento estudiantil vuelva a ser un actor político en la defensa de las demandas de la clase trabajadora y los sectores más empobrecidos, y así acabar con todo el Chile de los 30 años.

notas:

(1) Memoriachilena.gob.cl, asalto y destrucción de la Fech
(2) Memoriachilena.gol.cl, asalto y destrucción de la Fech
(3) “Los sucesos de la calle Ahumada”. El Diario Ilustrado. 23 jul. 1920. 2: 6. Impreso.
(4) “El local de la Federación de Estudiantes, asaltado”. El mercurio. 22 jul.1920.2:20. Impreso


     

Benjamín Vidal

Periodista - Universidad de Chile