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Red Internacional
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Crisis Salud Pública. Deuda hospitalaria sigue en aumento y sin control

A octubre del 2017 ya son $349 mil millones que el MINSAL adeuda por medicamentos, prestaciones clínicas y externalización de servicios. En un período de tres años se informó que el aumento ha sido del 87%.

Kevin Bustamante Médico de Familia, trabajador de Atención Primaria de Salud, militante del PTR.

Viernes 12 de enero de 2018

En el contexto de la próxima Ley de Presupuesto, en su informe regular, el Ministerio de Salud constató que los compromisos por pagar de los servicios de salud a proveedores (deuda hospitalaria) llegaron a los $ 349.433 millones hasta octubre del 2017.

Estas cifras representan la misma dinámica que se viene observando año a año: 187, 226 y 255 mil millones de peso en los años 2014, 2015 y 2016, respectivamente. Esto, a pesar de que desde Hacienda se inyecta, anualmente, un "aporte" para paliar la deuda con el fin de que esta no supere los $ 200 mil millones al terminar el período; incluso a pesar de haber asumido un compromiso desde el MINSAL y hospitales de que los gastos operacionales no superasen el 3.5% del presupuesto en salud.

Desde la Comisión de Salud, los parlamentarios también opinan. Juan Luis Castro (PS) se refiere al tema diciendo que el MINSAL "no ha estado a la altura para controlar el mal manejo de la actividad financiera de los servicios de salud” y Karla Rubilar (independiente) afirma que “es una deuda fuera de control, que no se correlaciona con sustanciales cambios de oportunidad y calidad de la atención y denotan un fracaso en las medidas anunciadas durante todo el mandato”.

Desde la Asociación de Proveedores de la industria de la Salud - conjunto de socios privados que proveen insumos médicos- realzan que, en un año, la deuda vencida creció en un 146% y que "a pesar de las conversaciones sostenidas (con el Minsal), significa que no hubo voluntad por parte de la autoridad".

Esta arista en la crónica crisis de salud pública, nos demuestra como un modelo de financiamiento con lógicas de mercado no hace más que profundizar la deuda del sector. Al tiempo que los privados abultan sus ganancias (isapres) y se le adeudan cifras récord a proveedores de insumos, se degrada la calidad y el acceso en el sector público, reflejado en la inacabable lista de espera.

Karla Rubilar habla de "sustanciales cambios de oportunidad" y Piñera de "fortalecer la complementariedad público-privada", claramente la crisis siempre tiende a ser una oportunidad para que el sector privado mantenga sus ganancias con indiferencia de la salud de los chilenos con menores ingresos. Urge plantearnos un modelo de financiamiento que no discrimine por esto y que fortalezca el acceso en el sector público, es decir, organizarnos por alcanzar un Sistema Único y Público de Salud , con cobertura y acceso universales y así, por fin, ejercer el derecho a la salud y a la vida sin discriminación alguna.