El saludo del gobernador de Mendoza a las y los trabajadores de la salud por nuestro día, generó mucha bronca e indignación por la hipocresía de un gobierno que no garantiza la atención en hospitales como se necesita, ni el resguardo de la salud del personal sanitario y sus familias
Lunes 21 de septiembre de 2020 14:01
Escuchando su saludo, Sr gobernador, quiero decirle que me parece una falta de respeto. ¿Cómo se atreve a hablar de nuestro día, así como si nada?, ¿cómo habla de la salud si cuando salimos a denunciar la decidía a la que tanto su gobierno provincial como el nacional nos esta exponiendo mira para otro lado?.
¿Cómo se atreve a felicitarnos si cada vez que perdimos a nuestros compañeros y compañeras se quedó callado?. Déjeme decirle que su saludo no va a devolverle a las familias sus seres queridos.
Es cierto que el sistema de salud lo hacemos los trabajadores, eso está más que demostrado. Pero le cuanto algo, somos más de 200 trabajadores de la salud contagiados, se ve que en su saludo se olvidó esa parte. Muy conveniente.
¿Sabe usted lo que es tener que trabajar guardias interminables, tener que arreglarse con los pocos insumos que tenemos poniendo en riesgo nuestras vidas y la de nuestros pacientes, para que nuestra atención, nuestro trabajo, no el suyo, pueda llegar a cada persona que lo necesita y que aun dejándolo todo no sea suficiente?.
¿Se enteró del colapso sanitario que vive la provincia, de las miles de familias que se han quedado sin atención sanitaria?. Algo tan fundamental, algo que es un derecho de todos los y las trabajadoras.
Dice que la pandemia nos pone a prueba como sociedad, mi pregunta es ¿no tener para comer es una prueba?, quedarse sin trabajo y sobrevivir con $10.000 o vivir sin cobrar nuestro sueldo hace 5 meses, como es nuestro caso, ¿es otra prueba?. Porque si es así, quisiera que usted también se ponga a prueba.
Somos personas de vocación, amamos lo que hacemos, pero exponerse a una pandemia sin los medios necesarios solo porque ustedes no invierten en la salud, no es vocación. No confunda las cosas.
Por último quiero decirle que con nuestra “valentía” como usted dice no se alimenta a las familias obreras y mucho menos se devuelve una vida
