Declaración de la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) para las movilizaciones de este 11 de septiembre con motivo de la Diada Nacional de Catalunya.
Domingo 10 de septiembre de 2023
Este 11S, se prevé una nueva movilización masiva en Barcelona con motivo de la Diana Nacional de Catalunya, aunque las cifras quedarán por debajo de las históricas de los últimos años. Esto es expresión de cómo la represión del Estado, los engaños del gobierno “progresista” y la claudicación de las direcciones procesistas han logrado imponer un marco de desmovilización y retorno a la normalidad autonómica.
Sin embargo, las demandas democráticas que emergieron con fuerza en 2012 sigue siendo una aspiración del pueblo catalán. Tanto el derecho a la autodeterminación -apoyado por el 80%- y poner fin a la monarquía borbónica, como la cuestión de la amnistía para todas las personas presas o procesadas a raíz del referéndum del 1-O y el resto de movilizaciones de estos años.
Los resultados electorales del 23J dejaron una aritmética parlamentaria inesperada. La necesidad del PSOE y Sumar de conseguir los votos de Junts para la investidura han puesto de nuevo como eje de debate político estatal la autodeterminación y la amnistía.
En negociaciones por arriba, los derechos democráticos del pueblo catalán están siendo utilizados intentar formar un nuevo "gobierno progresista". Con la idea de que este sería un "mal menor" contra la derecha del PP-VOX, partidos como ERC ya han prácticamente comprometido su apoyo a una nueva legislatura de Sánchez. Como si no hubiéramos visto en estos años de gobierno progresista que además de negar la autodeterminación, gobernaron al servicio de las empresas del IBEX, aumentaron presupuestos militares y asesinaron migrantes en las fronteras.
PSOE y Sumar se ofrecen ahora a dialogar y negociar. Sin embargo, ya dejan claro desde el primer momento que la cuestión del derecho a decidir queda por fuera de toda discusión. El PSOE la niega por completo, fiel a su papel de partido de Su Majestad y del 155. Sumar y los Comunes, incluso, sacaron de su programa electoral su propuesta de un referéndum pactado.
La venta de ilusiones que hacen ERC, y ahora Junts también, de que se podrá votar con la venia del Régimen del 78, se demuestra puro humo y un revival del “procesismo mágico”.
Sobre la amnistía ocurre más de lo mismo. El PSOE solo estaría dispuesto a que esta fuera algo así como una medida de gracia parcial sobre los dirigentes independentistas, similar a los indultos. Sumar, por su parte, quiere incluir en ella a los policías del 1-O, recordando a sus antecesores del PCE de Carrillo en el 77 cuando intercambiaron la salida de los presos políticos por la impunidad de los crímenes del Franquismo.
En ningún caso se habla de una amnistía completa. Que incluya a todas las personas procesadas durante el procés - por delitos muy dispares, incluidos los montajes por terrorismo -, ni mucho menos al resto de presos y represaliados políticos como Hasel, los activistas por la vivienda, sindicalistas y un largo etcétera.
Puigdemont tampoco hace extensiva esta demanda de amnistía para todos ellos, porque en muchos casos han sido los governs procesistas los encargados de la represión. Por lo tanto, la única amnistía que puede salir de las actuales negociaciones sería un indulto parcial, que, como los anteriores, serviría para terminar de soldar la restauración de la normalidad autonómica de la que Aragonés y el govern de la Generalitat es la mejor expresión.
Las lecciones del procés y el 1-O dejan claro que las “jugadas maestras” y las negociaciones por arriba entre los partidos de la burguesía independentista y los partidos del régimen español - en este caso los “progresistas” - son una vía muerta para conseguir estas demandas democráticas.
Solamente con un retorno al camino de la movilización social podremos imponerlas. Este es el camino al que no quieren volver ni Junts ni ERC. Ya en 2017 fueron ellos quienes se ocuparon de contener y desactivar la gran movilización callejera y la huelga general del 3-O. Son dos partidos abiertamente enemigos de que estas demandas se conquisten desde abajo. Temen que si es la clase trabajadora y los sectores populares quienes las conquistamos, queramos también resolver los principales problemas sociales a costas de los intereses y beneficios de los grandes capitalistas catalanes a los que representan.
Por eso el camino no es el que proponen la ANC o la CUP de reconstruir la “unidad independentista” con ellos. Es necesario apostar por una hoja de ruta independiente de ellos, que desarrolle la movilización y autoorganización necesarias para poder derrotar al Estado. Para ello es fundamental buscar la alianza con el resto de sectores obreros y populares del resto del Estado, en una lucha común contra el Régimen del 78.
Desde la CRT apostamos por esta vía. Por eso, tanto en Catalunya como en el resto del Estado, hacemos un llamamiento a toda la izquierda anticapitalista, los movimientos sociales y la izquierda sindical, a no mantenernos como convidados de piedra ante las negociaciones por arriba y convoquen movilizaciones contra el pasteleo y exigir a CCOO y UGT a que rompan su subordinación al gobierno progresista y se pongan a la cabeza de impulsarlas en todo el Estado por estas demandas:
1) La amnistía total de todas las personas encausadas por luchar o por delitos de opinión, tanto los políticos catalanes y el resto de activistas independentistas, como sindicalistas como los obreros del metal de Cádiz, las personas procesadas del movimiento de la vivienda, los 6 antifascistas de Zaragoza, Hasel o los cientos de jóvenes procesados por manifestarse.
2) El fin de la persecución y criminalización de todos los movimientos sociales, que han incluido prácticas propias de la Dictadura como la infiltración policial. Por la derogación de la Ley Mordaza y todas las leyes liberticidas. Por una investigación independiente, a cargo de organizaciones de Derechos Humanos y represaliados, para el juicio y castigo de todos los represores y sus responsables políticos.
3) En defensa de la plena autodeterminación del pueblo catalán y su derecho a constituirse en un Estado independiente en forma de república, que desde nuestra perspectiva debería ser una república socialista que pudiera ser parte de una federación socialista de repúblicas de la península ibérica.
4) La apertura de verdaderos procesos constituyentes en todo el Estado en los que se pueda poner fin a la Corona y el resto de instituciones reaccionarias del Régimen del 78, así como poder abordar cómo resolver todas las demandas democráticas y sociales pendientes.