×
×
Red Internacional
lid bot

BRASIL CORRUPCIÓN EN PETROBRAS. Dilma y Aécio manchados con petróleo

El último domingo 19/10 Dilma admitió por primera vez la existencia de un esquema de corrupción en Petrobras, luego de comprobarse por diversas investigaciones llevadas adelante desde marzo de este año, el desvío y lavado de dinero en la estatal que involucra a más de 14 constructoras y 32 parlamentarios de varios partidos: PT, PMDB y el PSDB.

Jueves 23 de octubre de 2014

Desde marzo de este año Petrobras está siendo investigada en la llamada Operación Lava Jato por estar ligada a un esquema millonario de corrupción y lavado de dinero además de asociación por tráfico internacional de drogas. El esquema de lavado de dinero era liderado por Alberto Youssef (absuelto este martes por el juez a cargo del caso) que actuó en contratos de las obras de la Refinería de Abreu y Lima, y contaba con la participación del ex director de abastecimiento de Petrobrás (2004-2012) Paulo Roberto Costa (PMDB).

El escándalo que involucra a la mayor empresa de Brasil, repercute tanto en la campañade Dilma como en la de Aécio. Dilma se defiende afirmando que su gobierno es responsable de la investigación y acusa al PSDB de privatizar la empresa estatal. Aécio acusa al PT de “desbastar” la empresa y administrarla en su propio beneficio, y se defiende afirmando que Petrobras será “reestatizada”.

El esquema de corrupción investigado pudo haber implicado 10 billones de reales e involucra a decenas de parlamentarios, gobernadores y ministros del actual gobierno de Dilma. Es una camarilla vinculada al mercado del dólar clandestino con origen en el tráfico de drogas, contrabando, corrupción y desvío de dinero público a través de contratos sobrefacturados por Petrobras con la participación de grandes monopolios de la construcción civil brasilera.

Costa y Yousseff afirmaron recientemente durante la investigación que el PT, el PMDB y el PP recibieron una “cuota” de los valores acordados en los contratos de la estatal. En otras palabras, un “reparto” de propina ligado a las grandes empresas privadas que se benefician con contratos para Petrobras. El PT se quedaba con hasta el 3% de esos valores. El esquema también destinaba fondos para financiar campañas de parlamentarios, como la de la exministra de Dilma, Gleisi Hoffmann (PT).

El PSDB de Aécio no se salvó de las revelaciones de Costa en la investigación: el ex presidente del PSDB (ya fallecido) Sérgio Guerra “cobró” 10 millones de reales en 2009 para impedir la investigación de denuncias de “irregularidades” en Petrobras en el Congreso Nacional a través de una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI). Con esta CPI se investigaría la refinería de Abreu y Lima donde se sospechan desvíos de dinero, la obra presupuestada en R$ 2,5 mil millones ya cuesta a las arcas públicas R$ 20 mil millones según el Ministerio Público Federal (MPF). No por casualidad, la constructora responsable por la obra, Queiroz Galvão, donó R$ 10 millones a la campaña presidencial del PSDB en 2010.

En la campaña presidencial de 2010 seis grandes constructoras de Brasil (Odebrecht, Camargo Corrêa, Queiroz Galvão, Andrade Gutierrez entre otras), todas con contratos activos con Petrobras donaron juntos R$ 35,3 millones a los partidos que apoyaron la candidatura de Dilma en 2010, que incluía en esa época al PSB de Marina Silva.

Este gran esquema de desvíos de dinero público transcurre en momentos en que Petrobrás atraviesa una crisis financiera donde quien la viene pagando son los trabajadores de la empresa estatal. Sólo este año 8 mil trabajadores fueron afectados por el Plan de Despidos Voluntarios (PDVs); la tercerización. Por su parte los accidentes de trabajo en las plataformas de las refinerías baten récords año tras año: Petrobras es la empresa que registra más muertes por accidentes de trabajo en Brasil y posee más de 200 mil trabajadores tercerizados según la oficialista Central Única de Trabajadores (CUT).

En este escándalo de corrupción y a días de la segunda vuelta electoral tanto Dilma como Aécio están hasta el cuello hundidos en el barro de la corrupción.