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Red Internacional
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Suecia. Dimite la primera ministra sueca tras las elecciones que fortalecieron a la derecha

Lo anunció la propia mandataria este miércoles tras confirmarse la derrota del bloque de centroizquierda frente a la oposición de derechas en las elecciones legislativas del domingo.

Jueves 15 de septiembre de 2022 00:57

La primera ministra sueca, Magdalena Andersson (socialdemócrata), anunció este miércoles que el jueves presentará su dimisión. Escrutados el 99,7 % de los distritos electorales, la oposición de derechas consiguió el control del Parlamento por tres escaños, 176 a 173, según el recuento de hoy de la Autoridad Electoral, que incluye el voto exterior y los votos anticipados.

Los socialdemócratas, fuerza más votada en el último siglo, mantuvieron el primer lugar con el 30,4 % de los votos, dos puntos más que en 2018. Segundo quedó el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), con el 20,6 %, subiendo tres puntos respecto a 2018 y superando a los conservadores del partido Moderados de Ulf Kristersson, que consiguieron el 19,1 %.

Andersson vaticinó que será una legislatura "dura" y "complicada" por la escasa diferencia de escaños y se mostró preocupada por el ascenso del SD. "Eso intranquiliza a muchos suecos. Veo esa intranquilidad y la comparto", afirmó. Además, instó a combatir el odio y la intolerancia y llamó a las otras tres fuerzas de la derecha a ponerle "límites" al SD.
La líder socialdemócrata resaltó asimismo que su partido obtuvo un resultado electoral "sólido" y que es "con claridad" el más grande de Suecia. Sin embargo, los cómputos finales colocan al bloque opositor derechista con el 49,6 % de los votos, frente al 49 % del centroizquierda y la diferencia entre los respectivos bloques parlamentarios pasa de uno a tres escaños con respecto al resultado difundido el lunes, cuando faltaban contabilizar los llamados "votos del miércoles" (anticipados).

Algo más de 44.500 votos separaban el lunes a ambos bloques, que habían mantenido estos días la prudencia a la espera de un resultado definitivo, aunque los cuatro partidos del bloque de derechas, previendo su triunfo, venían mantenido reuniones y los medios suecos especulaban ya con el posible reparto de ministerios. "Ahora comienza el trabajo para formar un nuevo Gobierno," manifestó en ese sentido Kristersson.

El gran ganador de los comicios fue el ultraderechista SD: no sólo ha sido la fuerza que más creció (3 puntos porcentuales), sino que le ha arrebatado a los conservadores el liderazgo en el bloque de derecha, que detentaba desde 1979 y tendrá influencia directa en la formación de gobierno tras una década de aislamiento. Con raíces neonazis en su origen a finales de los ochenta, el SD ha sido contenido por un "cordón sanitario" por el resto de fuerzas desde su entrada en el Parlamento en 2010, lo que explica que los socialdemócratas hayan gobernado en minoría las dos pasadas legislaturas pese a que en la Cámara había mayoría de la derecha.

En la última legislatura fue necesario un pacto con centristas y liberales, rompiendo la alianza de centroderecha que existía desde 2004, para mantener el aislamiento, aunque conservadores, democristianos y liberales (que han vuelto a cambiar de bando), defienden desde hace tiempo negociar con la ultraderecha.

Los medios suecos señalan la posibilidad de que conservadores y democristianos formen un ejecutivo de minoría, encabezado por Kristersson y apoyado desde fuera por las otras fuerzas del bloque. Sin embargo, el SD ha reclamado un papel "central" y ambiciona "formar parte del gobierno", según dijo la noche electoral su líder, Jimmie Åkesson.