El Gobierno de Gerardo Morales ofreció un mísero 12% en las paritarias docentes para la segunda parte del año, a pagar en tres tramos, cuando la inflación estimada para el año es de casi 50%. Con el “aumento” de 20% en los primeros seis meses, el poder adquisitivo de los docentes ya había perdido un 11%. Mientras la recaudación crece y los fondos nacionales están por encima de la inflación. Plata hay.
Lunes 6 de septiembre de 2021 12:58
En la última semana se conoció el miserable ofrecimiento en la paritaria provincial del gobierno de Morales, que llega a un 12% en tres tramos. Como denuncian sectores de docentes autoconvocados sólo alcanza para 2 kg de carne molida.
Este ofrecimiento se suma al 20% otorgado en los primeros seis meses del año, totalizando un 32% cuando la inflación estimada para el año se acerca al 50%. Hay que señalar que la mayoría de las sumas son “en negro” y no van al básico. Por esto la docencia reclama desde las escuelas a través de cartelazos que el salario no vuelva a perder con la inflación y se otorgue un aumento del 50%. Por su parte, la canasta familiar para una familia de cinco integrantes está en $69962 según la DIPEC. Por lo tanto, la mayoría de la docencia se ubica por debajo de la línea de la pobreza. SI se considera la inflación acumulada al mes de julio de un 29%, la pérdida del poder adquisitivo asciende a un 11%.
El magro ofrecimiento del gobierno contrasta con las cifras de recaudación y del envío de fondos nacionales. En cuanto a lo primero, durante el primer trimestre del año el fisco provincial tuvo un resultado financiero positivo de $5669 millones. En lo que se refiere a los recursos de coparticipación que llegaron a Jujuy fueron un 16,3% superior a la inflación. Es decir que plata hay para otorgar un aumento mayor a docentes y estatales.
La política de ajuste sobre salarios no es nueva ni solo patrimonio de la provincia. En Jujuy, si se observa la evolución del gasto público desde el año 2016 hasta la actualidad, se registra que se destinan cada vez menos fondos a salarios y obra pública, mientras se van cada vez más fondos en pagos de intereses de deuda. Es decir, el endeudamiento se financia con el ajuste a los salarios y el gasto social.
En cuanto al resto del país, no hay sustanciales diferencias: la última paritaria nacional dejó un salarió inicial de $40000 (en la provincia es de $36000), muy lejos también de la canasta familiar. Si se tiene en cuenta que para el presupuesto nacional de este año se quitó el IFE (que lo necesitaba el 25% de los jujeños y jujeñas) y se ajustó sobre las jubilaciones, la ecuación no es muy distinta: se ajustan los salarios, jubilaciones y gasto social para cumplir con los pagos al FMI y especuladores. Hay que invertir las prioridades.
Los principales cómplices de los gobiernos para que estos ajusten pasen son las conducciones gremiales que mantienen a los sindicatos en la más absoluta pasividad.
Desde la agrupación de trabajadores y trabajadoras de la educación 9 de abril, señalaron que “rechazamos totalmente este miserable 12%. Como hicimos contra la grilla de calificación, o los cartelazos por la vacunación, hay que organizarnos desde cada escuela para unir a la comunidad educativa y tener fuerza para rechazar este miserable aumento y pelear por un salario que no pierda con la inflación en perspectiva de un salario igual a la canasta familiar. Tenemos que unirnos para exigir e imponer a las conducciones gremiales un plan de lucha unitario, que muestre la fuerza de la docencia en las calles, y la convocatoria a asambleas para definir los pasos a seguir y donde se informe qué es lo que se está negociando en las paritarias. No puede discutirse nada a espalada de los miles de docentes de la provincia”.