Durante la mañana del lunes 24, la asamblea provincial de la UEPC aprobó la propuesta del gobierno a pesar de tener un gran rechazo de la docencia. No satisface las demandas planteadas, pero las y los trabajadores de la educación continuamos organizados y marcando el camino para enfrentar el ajuste. La devolución de los descuentos por paro es una importante conquista. Un primer balance de la lucha y cómo seguimos.
Lunes 24 de abril de 2023 23:18
Llegamos hasta acá sólo por la lucha, sostenida desde cada escuela. Una pelea que avanzó en coordinación con la comunidad educativa, buscó coordinar con las compañeras y compañeros de Salud con quienes marchamos aún bajo una copiosa lluvia llegando a ser más de 25.000 personas en la calle contra la política de ajuste del gobierno de Schiaretti, una pelea que recibió el apoyo y el acompañamiento de trabajadores, movimientos sociales y de la población en general. Por eso no pudieron cerrarla con el 40% como quería el gobierno y mantener los descuentos extorsivos por paro.
Monserrat y la conducción celeste cierra con el gobierno una propuesta que fue ampliamente rechazada por la docencia, esto se expresa en los contundentes rechazos en los departamentos mayoritarios, también en las maniobras de la celeste en el interior que muchos docentes han denunciado y que lo hicieron a través del organismo antidemocrático de la asamblea departamental que no representa las voces de las escuelas.
El rechazo a una propuesta que mantiene a la docencia bajo la línea de la pobreza es contundente, pero frente al acuerdo es importante sacar las conclusiones de esta lucha que continúa. A pesar de que aún no conseguimos la demanda principal de que ningún docente cobre por debajo de la canasta básica, si obtuvimos dos conquistas muy importantes: por un lado dejamos al descubierto que la única forma de enfrentar el ajuste del gobierno es con la lucha, coordinando y construyendo apoyo social, rompiendo las barreras de la conducción sindical que militó sistemáticamente la resignación y la división de la docencia con otros sectores de trabajadores como salud. Es esa organización y coordinación desde las escuelas en capital y el interior la que nos permitió lograr una propuesta levemente superior a la primera, y es una gran fortaleza para seguir la lucha, profundizar ese camino y ser un ejemplo para muchos trabajadores.
Por otro lado, la devolución de los descuentos de los días de paro. Así tiramos por la borda los discursos del gobierno y Monserrat de “día no trabajado, día no pagado”, “los descuentos no son parte de la mesa de negociación”. Dejamos en claro que son descuentos extorsivos y que con lucha tuvieron que retroceder.
Lo que falta y ¿Cómo seguimos?
La derogación de la ley 10694 que pulveriza jubilaciones y pensiones, la titularización de los docentes interinos de todos los niveles, el fin de la precarización y el acoso laboral, la atención a la infinidad de reclamos edilicios. Estas demandas fueron desoídas por el gobierno y relativizadas (cuando no abiertamente negadas) por la conducción del sindicato. Pese a esas negativas, se han sostenido y fortalecido: hoy son discutidas en las escuelas y reclamadas con firmeza en las calles.
Estas son demandas que , como ya lo decíamos en febrero en esta nota, se pueden conseguir con lucha, y hay disposición a dar pelea. Plata hay pero las prioridades del gobierno son otras: publicidad para su campaña electoral, grandes obras majestuosas mientras faltan hospitales, escuelas, insumos. Subsidios para grandes empresas mientras mantiene bajo la línea de pobreza a los y las trabajadoras. Como lo denunciamos con Laura Vilches: “Hay que invertir las prioridades y construir una salida por izquierda"
Descuentos y criminalización
La política de descontar los días de paro, que llegó a extenderse a descontar las horas de asambleas, fue sostenida por el gobierno de Schiaretti y Grahovac y también por el secretario general de UEPC Descontar los días de paro es una de las formas en que se criminaliza la protesta.
La otra se cocina en la unicameral donde se han presentado dos proyectos de ley para criminalizar la protesta, regulando las manifestaciones en la calle, justamente el método que nos permitió dar esta pelea tan profunda. Uno de los proyectos ha sido presentado por el legislador Cid, de Hacemos por Córdoba, en tanto el otro fue presentado por Rossi, de la UCR. Como se ve, las dos grandes coaliciones tienen la preocupación de garantizar que no se proteste. Quieren avanzar con el ajuste y para eso quieren prohibir y sancionar la protesta social. Así lo vienen haciendo con las organizaciones sociales que enfrentan el ajuste.
Los ataques a nuestro derecho a la protesta se enfrentan con organización y lucha, y así lo hicimos, logrando que el gobierno tuviera que retroceder ofreciendo la devolución de los descuentos. Si bien lo hace en el marco de una conciliación “obligatoria” dictada por un funcionario del gobierno de Schiaretti, tal conciliación es en los hechos un intento de frenar la lucha cuando el miedo a los descuentos ya no le funcionaban como antes. O sea que si no hay descuentos es por la lucha, no por un vericueto legal. Esta es una gran enseñanza.
La pelea de fondo
El empobrecimiento, la precarización laboral, el deterioro de las condiciones de trabajo que vivimos las y los docentes es algo que atraviesa y compartimos con toda la clase obrera. Frente a esta situación las conducciones sindicales predican la resignación, dicen que no hay recursos, que luchar es funcional a la derecha, que hay que aceptar la miseria de lo posible.
La docencia se puso firme y avanzamos en nuestra organización, en coordinación, sostuvimos una lucha que la conducción no pudo cerrar por meses. Hoy esta burocracia sindical se encuentra muy desprestigiada y el enojo hacia ellos recorre las escuelas, los hospitales y muchas fábricas. Esto es un verdadero problema para el Gobierno que tiene a estas conducciones gremiales como aliadas estratégicas para frenar el descontento y los reclamos.
La lucha de salud marcó el camino a la docencia, y la lucha docente también es a su vez testigo para muchos trabajadores poniendo en crisis a las conducciones sindicales que son aliadas de los gobiernos. La lucha continúa y se profundiza la exigencia a la CGT de paro provincial y nacional para unir los reclamos de todos los sectores de trabajadores, ocupados y desocupados.
La lucha continúa. Esto por que en unos pocos meses se volverá a abrir la discusión paritaria, en un contexto difícil ya que habrán pasado las elecciones provinciales y la perspectiva inflacionarias lejos de aflojar, tienden a espiralizarse. Tenemos otra gran pelea por delante que es recuperar el sindicato para que sea de los y las trabajadoras. La bronca se tiene que desarrollar en organización para construir una lista de unidad antiburocrática, combativa e independiente de los gobiernos, los empresarios y sus partidos.
La devaluación avanza, el gobierno nacional se arrodilla frente al gran empresariado y al FMI, quiere imponer un programa de ajuste y una mayor devaluación. La derecha de Juntos por el Cambio comparte el horizonte de ajuste y sumisión, sólo discute cómo ajustar. En el extremo está Milei que directamente habla de dolarizar, lo que implicaría un ataque mayor al salario y a las condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo.
Las grandes patronales le imponen a los gobiernos y a las variantes políticas su programa de ataque a los trabajadores. A todo estos ataques las y los trabajadores también tenemos que tener un plan de salida propio frente a esta crisis.