Denunciamos la gravedad del acoso escolar así como sus desastrosas consecuencias y principales víctimas.
Viernes 5 de mayo de 2017
El 2 de mayo de cada año, desde 2013, tiene lugar el Día mundial de lucha contra el acoso escolar que se define el maltrato físico, verbal o psicológico realizado por miembros del alumnado hacia otros miembros de este. En el Estado español se estima que el 9,3% del alumnado ha sido víctima de bullying alguna vez. Es importante señalar que, si bien es cierto que las agresiones se producen dentro de los centros educativos, son muchos los casos en que el acoso sobrepasa las fronteras de dichos centros.
Este es el caso del ciberacoso, definido como el acoso a través de redes sociales. Las redes sociales nos han permitido estar más conectados con nuestros seres queridos y conocer a personas de todo tipo que nos dan una visión más amplia del mundo pero también pueden usarse como herramientas para hacer mal. Antes las víctimas de acoso escolar, fuera de sus colegios e institutos, podían encontrar un descanso del infierno en el que vivían pero ahora fuera del centro de enseñanza el infierno continua y el número de acosadores y observadores pasivos es mucho mayor.
Este fenómeno social tiene consecuencias muy negativas. Las víctimas de acoso escolar presentan problemas psicológicos más o menos graves que pueden perdurar o no en el tiempo. Estos problemas van desde inseguridad y baja autoestima hasta depresión, ansiedad, autolesiones o conductas suicidas. El bullying, por tanto, es un problema social muy serio pero, ¿Cuál es la causa de que este tipo de violencia suceda? Es muy difícil determinar las causas del bullying ya que, como todo fenómeno social, es multicausal. Además, hoy en día existe muy poca información al respecto.
El perfil de víctima de acoso escolar suele ser una persona de apariencia débil y con pocas amistades, al menos dentro del centro educativo. Así, los agresores se aseguran su impunidad. Es común también que los menores acosados pertenezcan a grupos discriminados por la sociedad. En un mundo racista, clasista y cisheteropatriarcal las personas racializadas, pobres, mujeres y/o LGTB son más propensas a sufrir aislamiento social y a ser víctimas de acoso en su centro educativo o en su trabajo. No es casualidad que haya más mujeres que hombres víctimas de bullying, ni que el 56% de los jóvenes LGTB hayan sufrido acoso escolar. Es especialmente preocupante el caso del bullying LGTBfóbico pues, si ya es raro que un menor víctima de acoso escolar denuncie, en este caso particular es muchísimo más raro ya que en muchas ocasiones supondría salir del armario, cosa para la que no todos estos menores están preparados.
Es necesario pelear y exigir al gobierno para que se pongan en marcha medidas desde los centros educativos como podrían ser implementar en el programa docente la educación en la diversidad y el respeto, impulsar en los centros comisiones anti-bullying dirigidos por los propios estudiantes y apoyados por el profesorado, formación al profesorado para la detección de casos de acoso escolar y desarrollar protocolos de actuación eficaces para casos de bullying, entre otras. No podemos permitir que esta barbarie se siga llevando vidas y destruyendo psicológicamente a millones de jóvenes. Un promedio de 200 menores mueren al año en el mundo, en palizas violentas o por inducción al suicidio, a consecuencia del acoso escolar. Es necesario que un problema de tal gravedad deje de ser visto como un juego de niños y reciba la atención que se merece.